El lujoso ascensor del Espanyol se queda atrapado entre plantas
Con tantas derrotas en enero como en las anteriores 19 jornadas, el conjunto perico recupera tics del pasado y genera nuevas inquietudes. Urge una suerte de electroshock.
Por encima de fichajes de ¨²ltima hora, del VAR, de penaltis no pitados y de decisiones arbitrales sobre pantalones que rozan la interpretaci¨®n demasiado literal del reglamento, se duele a¨²n el Espanyol, magullado por las heridas que el domingo se autoinfligi¨® en su golpe m¨¢s duro desde que cometi¨® el hist¨®rico error ¨Cque no accidente¨C de bajar a Segunda. Y si las sensaciones preocupan es porque precisamente evocan a aquellas de la peor temporada de la historia.
Clasificaci¨®n | PTS | PG | PE | PP |
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Pr¨®ximos partidos |
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Hoy el panorama es distinto ¨Cla categor¨ªa, lamentablemente, tambi¨¦n¨C y contin¨²a el Espanyol en zona de ascenso directo pese a dejarse remontar por el Rayo Vallecano un 2-0 absolutamente controlado al descanso. Pero el liderato ya obra en poder del Mallorca, con tres puntos m¨¢s, al Almer¨ªa ¨Cigualado a 45 con los pericos¨C le resta un partido y el cuarto clasificado, que son justamente los franjirrojos, pod¨ªa haber quedado a 11 puntos pero se acerca hasta los cinco.
El ascensor a todo lujo del mejor equipo de la categor¨ªa de plata, el ¡°Real Madrid de Segunda¡±, en una definici¨®n que no disgustaba por Cornell¨¤-El Prat y que trataba de condensar el alt¨ªsimo potencial de los pericos en una Liga aparentemente menor, parece atrapado entre dos plantas a la que han reaparecido tics del pasado, algunos tangibles como m¨²ltiples errores en una salida de bal¨®n que cuesta goles incluso cuando los delanteros rivales no alcanzan el nivel de un Primera, y otros abstractos, como la (in)capacidad de desmoronarse mentalmente cuando el plan de partido se tuerce?levemente.
Y esta tesitura se produce justo cuando Vicente Moreno parec¨ªa haber encontrado su equipo de gala, a costa de un enorme fondo de armario cada vez m¨¢s distanciado de esos titulares. Lo que produce una paradoja: si el once ideal tampoco funciona ¨Cha repetido, salvo la pieza de David L¨®pez por lesi¨®n, en dos derrotas consecutivas¨C, ?lo har¨¢n quienes se saben suplentes? El debate, en realidad, es m¨¢s profundo, y su origen ataca directamente a la confecci¨®n irregular de la plantilla.
Necesita, est¨¢ claro, una suerte de electroshock el grupo menos presionado en las distancias cortas de la historia, sin p¨²blico en los partidos, sin testigos en los entrenamientos, pero con la obligaci¨®n moral de subir s¨ª o s¨ª. Los jugadores deben responder, pero no m¨¢s que el resto de instancias de un Espanyol que no deber¨ªa blindarse, sino mostrar al mundo m¨¢s que nunca su ambici¨®n. Con hechos. El ascenso no es siquiera un ¨¦xito. Es la ¨²nica opci¨®n. Imag¨ªnense qu¨¦ ser¨ªa no conseguirlo.