El Madrid lidera la puja por Alaba
El club lanco ya ha trazado un acuerdo por cuatro a?os y 11 millones. La oferta del City es la mejor.? PSG, Liverpool, United y Chelsea est¨¢n en la subasta y el Bar?a busca la forma.

La delicada coyuntura a causa de la pandemia sit¨²a a David Alaba como una opci¨®n de mercado dif¨ªcilmente igualable. El defensa austr¨ªaco de 28 a?os, una vez rechazado de plano el ofrecimiento de renovaci¨®n del Bayern el pasado mes de octubre, acaba contrato el pr¨®ximo verano y se debate entre ofertas de envergadura del Manchester City, Manchester United, Liverpool, Chelsea, PSG y el Real Madrid. A d¨ªa de hoy, el club blanco mantiene una posici¨®n privilegiada para acometer el fichaje. La sinton¨ªa entre ambas partes es muy positiva y existe un dise?o de acuerdo trazado que alcanzar¨ªa los cuatro a?os de contrato y un salario alrededor de los 11 millones de euros netos. Sin embargo, pese a algunas informaciones, nada est¨¢ cerrado. Desde el Madrid niegan tajantemente el acuerdo, al igual que desde el entorno m¨¢s directo de Alaba, que emplaza a los meses de abril y mayo como fechas clave para decidir y anunciar el futuro del jugador.
El Madrid est¨¢ en la pole por Alaba, pero la subasta sigue. Los par¨¢metros de la propuesta econ¨®mica de la entidad madridista no cubren las pretensiones iniciales del defensa, que exig¨ªa al menos al Bayern 13 millones netos por curso y cinco a?os de contrato. Otras ofertas que tiene sobre la mesa s¨ª se acercan e incluso rebasan este montante. "El Manchester City llega a los 14 millones, sin contar los bonus y la comisi¨®n. Es casi el doble de lo que da el Madrid", confirman fuentes cercanas a las conversaciones. El Liverpool, a petici¨®n de Klopp, tampoco rebaja su insistencia, pero el principal problema es que la suma de dinero que pide Alaba le colocar¨ªa como el mejor pagado de la plantilla por encima de Salah y esa realidad puede generar suspicacias en el vestuario red.
En el Bernab¨¦u, en ning¨²n caso, van a entrar en una guerra de cifras. Est¨¢n dispuestos a asumir una cantidad cercana a los 11 millones de euros, aun a riesgo de apartarse de la l¨ªnea de austeridad impuesta por el coronavirus y de alojar al jugador austr¨ªaco en el tercer escalaf¨®n salarial solo por detr¨¢s de Hazard (14 millones), Ramos si sigue (12) y Benzema (12). Ese desembolso ya se cree un esfuerzo m¨¢s que apropiado. De ah¨ª que todas las partes mantengan la cautela ante lo que pueda pasar.
La principal ventaja del Madrid es su estatus respecto a otros equipos y tambi¨¦n la vieja aspiraci¨®n de Alaba de jugar en el f¨²tbol espa?ol. En las ¨²ltimas temporadas han sido varias las ocasiones que el inter¨¦s l¨®gico en un futbolista de su categor¨ªa traspas¨® la frontera de la simple monitorizaci¨®n y se intent¨® seriamente su incorporaci¨®n. Tanto el Madrid como el Barcelona dieron pasos en este sentido junto a George Alaba, el padre del jugador. En aquellos momentos era la persona encargada, bajo la ayuda de intermediarios y abogados, de llevar los asuntos contractuales de su hijo. Ahora, el c¨¦lebre representante Pini Zahavi, al que el presidente de honor del Bayern Uli Hoennes ha calificado como "pira?a codiciosa", dirige el destino del jugador, siempre bajo la supervisi¨®n de George Alaba. No se trata esta de una cuesti¨®n menor, entre otros motivos, por la comisi¨®n que solicita cobrar el agente israel¨ª. Algunas voces dicen que reclama hasta 15 millones.
La presencia de la contradictoria figura de Zahavi, que ya pretendi¨® sin ¨¦xito guiar a Lewandowski al Madrid, provoca que nada se pueda dar por hecho nunca. Es ah¨ª donde aparece el Barcelona, en una clara condici¨®n de inferioridad por las tensiones de su tesorer¨ªa. Con todo, no se puede descartar ahora mismo la remota posibilidad, "casi imposible" seg¨²n diversas fuentes, de que Alaba acabe en el Camp Nou. A instancias del poderoso agente, aguarda el resultado de las elecciones blaugranas antes de comprometerse con nadie. De Zahavi se conoce tanto su fama de duro negociador como la buena relaci¨®n que mantiene con Joan Laporta. El candidato a la presidencia del Barcelona conf¨ªa en poder dar un giro a la situaci¨®n y sondea f¨®rmulas de ingenier¨ªa financiera para hacer posible el fichaje. V¨ªctor Font, otro de los candidatos, tambi¨¦n ha entablado conversaciones directas con Zahavi.
De cualquier modo, el Madrid enfila con tranquilidad los pasos definitivos de la operaci¨®n. Su oferta est¨¢ ah¨ª y no va a caer en ninguna puja que dispare el precio. A nivel deportivo, el consenso de la conveniencia de apostar por Alaba es total, tanto en Zidane ¡ªlo pidi¨® en 2016¡ª como en las oficinas. Se valoran sus capacidades t¨¦cnicas y f¨ªsicas, su madurez y, sobre todo, su polivalencia al poder ejercer como central, lateral o centrocampista. Con la renovaci¨®n de Ramos en duda, aunque su llegada no est¨¢ supeditada en un principio al adi¨®s del capit¨¢n madridista, el Madrid ha movido ficha por el jugador del Bayern. La oposici¨®n de otros grandes europeos y la propia tesitura del mercado impiden asegurar que Alaba vista de blanco el pr¨®ximo curso. No hay nada decidido. El City, el United y el PSG no se rinden, el Liverpool busca la forma y el Barcelona es una inc¨®gnita que no puede ser eliminada. Ning¨²n club, eso s¨ª, est¨¢ mejor colocado que el Madrid en estos momentos.
La controversia del reconocimiento
El entorno de David Alaba desmiente que haya pasado ning¨²n reconocimiento m¨¦dico con el Real Madrid ¡ªhecho que ser¨ªa ilegal, afirman¡ª y sostiene que el chequeo al que se someti¨® se hizo para concertar un seguro privado en caso de lesi¨®n antes de resolver su futuro, adem¨¢s de como prueba certificada del buen estado de salud del futbolista de cara a los clubes interesados e inmersos en la negociaci¨®n.?