Koeman muta a De Jong
La decisi¨®n de pasar al 4-3-3 y de adelantar la posici¨®n del holand¨¦s ha dado resultado. Cuatro goles y dos asistencias en las ¨²ltimas semanas y la sensaci¨®n de liderazgo.
No es el plan que ten¨ªa para ¨¦l cuando aterriz¨® en el Bar?a, pero ha salido incluso mejor. La decisi¨®n de Ronald Koeman de adelantar la posici¨®n de Frenkie de Jong en los ¨²ltimos dos meses ha dado resultados inmediatos. El holand¨¦s ha marcado cuatro goles (Huesca, dos a la Real Sociedad y otro al Elche) y ha dado dos asistencias (en San Mam¨¦s a Pedri y en Elche a Riqui). En sus 67 partidos oficiales para el Bar?a ya ha marcado tantos goles como en 89 del Ajax. Pero parecen que ser¨¢n m¨¢s. Nuna hab¨ªa jugado tan adelantado. El mapa de calor de su partido ante el Elche le delata. No pis¨® campo propio.
El f¨²tbol, en ocasiones, es cuesti¨®n de casualidades. Koeman hab¨ªa llegado al Bar?a con una idea en la cabeza. Jugar un 4-2-3-1 con De Jong con libertad de movimientos en el doble pivote. As¨ª hab¨ªa triunfado en el Ajax con Sch?ne. Sin embargo, De Jong empez¨® la temporada como termin¨® la anterior. Sin soltarse las cadenas y ofreciendo una versi¨®n de jugador taciturno, nada que ver con el futbolista fresco que hab¨ªa impresionado a Europa con el Ajax. Reincidi¨®, adem¨¢s, en errores infantiles como el del penalti que cometi¨® en Getafe.
Todo cambi¨® despu¨¦s de la derrota de C¨¢diz y el 0-3 contra la Juventus. Koeman cambi¨® el plan y tir¨® a la basura del 4-2-3-1. Al menos, lo matiz¨®. Regres¨® al 4-3-3 y, sobre todo, reorganiz¨® las funciones en e lcentro del campo. Busquets volvi¨® a jugar como ¨²nico pivote defensivo, como jugador ancla. Pedri es el que mueve los hilos en el centro del campo y De Jong, f¨ªsicamente el m¨¢s fuerte de los tres, se ha convertido en el llegador. El holand¨¦s no es un goleador, y su fuerte tiene m¨¢s que ver con generar din¨¢mica de juego, pero le conven¨ªa ser un jugador que pisase m¨¢s el ¨¢rea. Sobre todo porque f¨ªsicamente es poderos¨ªsimo. Capaz de pisar el ¨¢rea rival de principio a final del partido, como hizo en la final de la Supercopa contra el Athletic en una acci¨®n que no fue el 3-1 de milagro, y en el 0-2 de Elche. Es capaz de arrastrar el bal¨®n consigo muchos metros, de sacar al equipo y empujarlo hacia adelante.
Adem¨¢s, De Jong ha perdido el miedo a entrar a cabecear centros como el de C¨®rdoba ante la Real Sociedad. A dibujar desmarques como el que signific¨® su gol en Huesca o la asistencia a Pedri en San Mam¨¦s. A soltarse en el disparo a porter¨ªa, que no es uno de sus fuertes, y a tener ese punto de ego¨ªsmo necesario para apuntarse un gol en la estad¨ªstica remachando el gol del Mart¨ªnez Valero. Porque hasta que no ha pasado la l¨ªnea, los goles hay que remacharlos.
Adem¨¢s, De Jong anda en un momento fant¨¢stico de qu¨ªmica con sus compa?eros. La sociedad con Messi funcion¨® antes de la Supercopa. A Griezmann lo ley¨® bien en C¨®rdoba, y a los j¨®venes tambi¨¦n los ve. Sus dos ¨²ltimas asistencias, a Pedri y Riqui. De Jong no es ninguna promesa, ya es un jugador consolidado que est¨¢ empezando a ser lo que se esperaba cuando fich¨® hace ahora justo dos a?os (el fichaje se cerr¨® en enero de 2019 por 86 millones de euros aunque no lleg¨® hasta julio de ese a?o): el l¨ªder del Bar?a del futuro. Koeman vino con una idea, pero luego se le ocurri¨® otra y ha funcionado. Y De Jong se lo agradece. Es un jugador nuevo y mejor.