As¨ª se pide perd¨®n

Dif¨ªcilmente se encontrar¨¢ en el f¨²tbol un ¨ªndice de supervivencia m¨¢s alto que el de Zidane. Su Madrid va y viene. Pero casi siempre vuelve. Sucedi¨® en Mendizorroza, con algunos apuntes optimistas: Benzema vuelve a estar armado, Modric y Kroos explotan su veteran¨ªa, Militao se ofreci¨® como aprovechable y Hazard dio sus primeros pasos en ese viaje de jugador de compa?¨ªa a jugador motriz. El mensaje que mand¨® el equipo es que sigue en carrera. El Alav¨¦s defendi¨® mal al principio y aquello ya no tuvo remedio.

Descontados los confinados, los condenados, los deprimidos y los fugados, quedan en el Madrid los de Vitoria. No est¨¢ claro si fue antes el huevo o la gallina, si media plantilla se desconect¨® por no jugar o dej¨® de jugar porque se desconect¨®, pero lo cierto es que Zidane se ha quedado con doce (los de Mendizorroza, menos Militao, m¨¢s Ramos y Carvajal). El oprobio de Alcoy vino a reafirmarle. Y el partido de Mendizorroza a¨²n m¨¢s.

Aunque el asunto no comenz¨® por ah¨ª. Porque Bettoni, desde su marr¨®n provisional, contempl¨® una salida en¨¦rgica del Alav¨¦s, que soplaba en familia las velas de sus cien primeros a?os. 'Alta la frente', fue el himno compuesto para la ocasi¨®n por el navarro Izal. Un himno que habla de esfuerzo, sudor, bravura, memoria y honor. Eso quiso ser el Alav¨¦s y no le alcanz¨®.

Un minuto de gloria

Intimid¨® al Madrid de salida en su presi¨®n e incluso tuvo dos buenas ocasiones. Un cabezazo de Joselu, que remata hasta los sat¨¦lites, y un disparo franco de Mart¨ªn. Un esfuerzo notable y una puesta en escena muy digna arruinada por un minuto de gloria del Madrid. Benzema se traspapel¨® dos veces y estrell¨® dos remates claros contra Pacheco y el palo, pero en el c¨®rner en que deriv¨® el tumulto, Casemiro meti¨® su cabeza por encima de la de Lejeune en env¨ªo preciso de Kroos y puso por delante a los blancos. En pegada, el glorioso sigue siendo el Madrid.

Aquello le baj¨® el volumen al Centenario y al Alav¨¦s y templ¨® al Madrid. O a una parte significativa del Madrid. Militao se creci¨® con sus primeros aciertos y demostr¨® que sus condiciones est¨¢n por encima de su rendimiento. Mendy dej¨® en evidencia a Ximo Navarro y, por el mismo precio, a Hazard en su banda. El atrevido deb¨ªa ser el belga y lo fue el franc¨¦s. Casemiro puso la ¨¦tica y Kroos y Modric, la est¨¦tica. Lucas V¨¢zquez le dio aire a su banda. Y el Madrid empez¨® a pas¨¢rselo bien, que ya es decir en el trance que le ocupa.

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Mendy perdi¨® un gol por exceso de generosidad y Hazard otro por falta de efecto en su remate colocado. A la tercera no hubo misericordia, Asensio mand¨® su pase al borde del ¨¢rea, Hazard dej¨® pasar la pelota con el tercer ojo, el de la intuici¨®n, y Benzema control¨® y cruz¨® la pelota a la escuadra. Un supergol previo a otro supergol. Kroos hizo una exhibici¨®n de centrocampismo. Presion¨®, rob¨® y dirigi¨® un gran pase a Hazard, que resolvi¨® con oficio. En contra de la costumbre, un Madrid mand¨®n completaba la obra a buena hora.

Era imposible

Al Alav¨¦s s¨®lo le quedaba ya una ¨¦pica imposible. As¨ª que Abelardo ech¨® el resto (Manu Garc¨ªa, Borja Sainz, Lucas P¨¦rez...) y orden¨® una presi¨®n a todo o nada, m¨¢s suicida que atrevida, y por momentos al borde del reglamento.

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Pero aquel arrebato le llev¨® a un gol de cat¨¢logo: a bal¨®n parado (as¨ª ha macado el 50% de los tantos el Alav¨¦s) y en cabezazo de Joselu. Y as¨ª, a la desesperada, sac¨® al Madrid de su zona de confort. Contribuy¨® al cambio de viento que el grupo de Bettoni hab¨ªa dado carpetazo al pleito antes de tiempo.

Cuando el asunto se enred¨®, Zidane retir¨® a Hazard desde su control remoto, aunque el belga estaba firmando su mejor partido en meses. Y Benzema le puso fin al suspense sin ayuda de nadie: recibi¨® en la izquierda con un control estupendo, fue buscando la rendija y la encontr¨®. Alta joyer¨ªa, como acostumbra. Y ah¨ª encontr¨® Zidane, v¨ªa m¨®vil, ocasi¨®n para darle actividad a algunos de los de nunca: Isco y Odriozola. Ese ha sido tambi¨¦n parte del problema. Su rehabilitaci¨®n pasaba por minutos en partidos muertos y el Madrid ha matado muchos demasiado tarde.