395 millones en fichajes del Real Madrid est¨¢n en el aire
La inversi¨®n en jugadores en los ¨²ltimos tres veranos ha resultado intrascendente y s¨®lo Courtois y Mendy se han instalado en el once.
El Real Madrid se encuentra en una encrucijada. Una situaci¨®n que ha puesto al descubierto los ¨²ltimos malos resultados (dos empates y una derrota en los ¨²ltimos cuatro partidos) despu¨¦s de que Zidane haya insistido (y exprimido), una y otra vez, en los mismos jugadores. Los tiempos de la Segunda Unidad o Unidad B son ya parte del pasado. El t¨¦cnico franc¨¦s puso de moda ese t¨¦rmino la temporada del hist¨®rico doblete, que se consegu¨ªa en el Madrid 59 a?os despu¨¦s. Pero en aquella ocasi¨®n el fondo de armario era de lujo: James, el mejor Isco, Varane (Pepe era el titular con Ramos), Kovacic, Danilo, Lucas V¨¢zquez, Morata¡ Ahora, Zidane no parece fiarse de lo que tiene detr¨¢s. Y son, ni m¨¢s ni menos, los fichajes de los ¨²ltimos tres veranos, 395 millones de euros de inversi¨®n, los que est¨¢n el aire. Por mala suerte o por error en la estrategia de contrataci¨®n, s¨®lo Courtois (35 millones) y Mendy (48) se han instalado con garant¨ªas en el once.
Son tres veranos en los que el Real Madrid no ha podido reforzar su once titular. En el de 2020 ni siquiera lo intent¨®, s¨®lo trajo de vuelta de su cesi¨®n a Odegaard como principal cara nueva. En el mercado estival de 2019, sin embargo, si realiz¨® un fuerte desembolso en jugadores que han resultado intrascendentes: Hazard (100 millones, sin contar 40 en variables), Jovic (60), Militao (50), Rodrygo (40) y Reinier (30). Y en el anterior, el de 2018, tambi¨¦n se gast¨® una cantidad importante de dinero: Vinicius (45), Odriozola (30), Mariano (22) y Brahim (17). Ninguno de los nombres de esta relaci¨®n ha dado garant¨ªas, si quiera, de formar una Unidad B s¨®lida.
Es este el diagn¨®stico que se hace de los problemas del equipo desde el cuerpo t¨¦cnico, donde Zidane ha decidido a cortar por lo sano aunque a veces sus decisiones contradigan la l¨ªnea marcada por la directiva. Por ejemplo, en los casos de tres hombres pendientes de renovaci¨®n que son, hoy por hoy, fundamentales en el once tipo: Ramos, Modric y Lucas V¨¢zquez. O como en la falta de oportunidades manifiesta de Jovic, al que Zidane nunca ha considerado como una alternativa a Benzema.
Hay un dato muy revelador. Seis de los jugadores que disputaron la final de la primera Champions ganada por Zidane (en 2016) forman parte del actual once tipo un tanto envejecido del franc¨¦s. Son Carvajal, Ramos, Casemiro, Kroos, Modric y Benzema. Siete si contamos a Lucas V¨¢zquez (que entr¨® en aquella final desde el banquillo). Por el contrario, ninguno de los nueve jugadores en los que el Madrid ha invertido 395 millones en los ¨²ltimos tres veranos (en realidad, en dos, porque el tercero no gast¨® dinero) ha podido instalarse en ese once titular.
Ahora la directiva del Real Madrid echa cuentas porque todos y cada uno de esos jugadores contratados por 395 millones ha bajado su valor de mercado. Especialmente alarmantes son los casos de Hazard (120 millones cuando el Madrid lo trajo, 50 ahora), Odriozola (30 millones en 2018, 10 ahora), Jovic (60 millones hace dos mercados, 20 ahora), o Vinicius (que lleg¨® a tener una tasaci¨®n de 70 millones y ahora est¨¢ en 40, cinco menos de lo que cost¨®). Todas, en definitiva, se han demostrado como operaciones fallidas con el paso del tiempo.
Por el contrario, lo que s¨ª ha subido en el Real Madrid es la masa salarial. Estos fichajes han hecho que el total de lo que paga el club en sueldos (entre deportistas y empleados) ascienda esta temporada a 448 millones. Una cifra muy alta si se compara con los 617 millones en los que se ha quedado la proyecci¨®n de los ingresos ordinarios por la crisis del coronavirus, y que deja el coeficiente ECA (el porcentaje de lo que se paga el sueldos con respecto al total de los ingresos) en el 72%, cuando el organismo recomienda no sobrepasar el 70%. El Madrid espera coger aire con la subida de ingresos que supondr¨¢ el nuevo estadio y con el final de la crisis, pero ya es una evidencia que se pueden considerar los ¨²ltimos tres veranos como periodos de fichajes perdidos aunque la inversi¨®n haya sido muy elevada.