ALCORC?N-VALENCIA | ENTREVISTA
Arroyo: "Mi generaci¨®n llev¨® al Valencia de Segunda a pelear por t¨ªtulos"
Carlos Arroyo, al que apodaban el 'Pr¨ªncipe de Alcorc¨®n', es uno de los pocos v¨ªnculos que guardan el Alcorc¨®n y el Valencia, que se enfrentan por primera vez en la Copa del Rey.
A veces los apodos en el f¨²tbol se hacen eternos sin tan siquiera saber de d¨®nde vienen. Es lo que le sucede a Carlos Arroyo (Madrid, 1966), a quien se le conoce como el ¡®Pr¨ªncipe de Alcorc¨®n¡¯ y ni ¨¦l mismo sabe qui¨¦n se lo puso. Arroyo, un adelantado al tiki-taka, centrocampista de clase, con t¨¦cnica y visi¨®n, con llegada y tambi¨¦n gol, es uno de los pocos v¨ªnculos en com¨²n que tienen el Alcorc¨®n y el Valencia, dos clubes que se enfrentan por primera vez en su historia en esta ronda de la Copa del Rey.
Carlos Arroyo lleg¨® al Valencia procedente del Alcorc¨®n. Eran tiempos convulsos en el club de Mestalla. En su primer a?o pas¨® las de Ca¨ªn para cobrar religiosamente su salario y en su segunda temporada sufri¨® desde un Hospital de Madrid el descenso a Segunda Divisi¨®n. Pero ah¨ª comenz¨® a escribirse su historia. Carlos Arroyo es parte de la generaci¨®n de futbolistas que a finales de los a?os 80 y durante la d¨¦cada de los 90 llevaron al Valencia de los infiernos al cielo. De la Segunda Divisi¨®n a ser subcampeones de Liga y Copa. S¨®lo les falt¨® tocar metal, aunque hicieron m¨¦ritos para ello. Pero como dice el propio Arroyo: ¡°Nuestro trabajo lo aprovech¨® la siguiente generaci¨®n¡±.
Carlos Arroyo lleg¨® con 17 a?os y se march¨® a los 30, unos ¡°30 que no son los de ahora¡±. En sus 12 temporadas en el primer equipo del Valencia (¡°Qui¨¦n me lo iba a decir cuando llegu¨¦ del Alcorc¨®n¡±) jug¨® 373 partidos oficiales, una cifra que le coloca en el Top-10 de jugadores con m¨¢s partidos en la historia del club. En ellos anot¨® 52 goles: el ¨²ltimo contra el Espanyol, en su adi¨®s a Mestalla y al Valencia, un gol que hizo so?ar al valencianismo con ganar la Liga en 1996 hasta la ¨²ltima jornada. Desde hace a?os Arroyo trabaja en la Academia del Valencia, donde ha sido parte de la formaci¨®n de chavales como Isco, Alc¨¢cer, Gay¨¤, Ferran e incluso Racic. De todo ello habla Carlos Arroyo con AS. De sus or¨ªgenes, su pasado por el Valencia y tambi¨¦n el ¡°mucho¡± futuro que le ve a esta generaci¨®n que tanto le recuerda a la suya.
?De d¨®nde le viene lo de ¡°Pr¨ªncipe de Alcorc¨®n¡±?
La verdad, no lo s¨¦. Quiz¨¢s alg¨²n periodista. Mucha gente se piensa que es porque soy de all¨ª, pero yo nac¨ª en Madrid. En el Gregorio Mara?¨®n y crec¨ª en Cuatro Vientos.
?Y c¨®mo lleg¨® al Alcorc¨®n?
Te dir¨ªa que por mi hermano, que es cuatro a?os mayor. ?l se fue a jugar all¨ª y yo fui detr¨¢s. Ten¨ªa 12 a?os. Antes hab¨ªa estado en equipos de barrio y en el Boadilla del Monte. Fuimos al Alcorc¨®n porque ten¨ªamos familia all¨ª, mis abuelos y mis t¨ªos, y conoc¨ªan a alguien del club y nos llamaron. Mi hermano, que ahora vive en Navalcarnero, dej¨® de jugar porque se lesion¨® y empez¨® a trabajar en El Corte Ingl¨¦s.
Es que llegar a la ¨¦lite es muy dif¨ªcil¡
Y te dir¨ªa que entonces casi m¨¢s. Hab¨ªa menos representantes, menos seguimiento en prensa¡ todo era m¨¢s por el boca a boca. Un presidente que conoc¨ªa a otro, un entrenador que era a su vez ojeador de otro club¡ Ahora todo est¨¢ m¨¢s profesionalizado. Eran campos de tierra. Las condiciones eran p¨¦simas en comparaci¨®n a las de hoy. Y luego los problemas para llegar. Cuando mi padre no pod¨ªa llevarnos, nos ¨ªbamos en metro, que nos dejaba a tres kil¨®metros de las instalaciones. Pero yo tuve all¨ª muy buenos entrenadores. En juveniles fuimos subcampeones de Espa?a
?C¨®mo lleg¨® al Valencia?
Pues por el boca a boca que le comentaba. Mestre o Buqu¨¦ ten¨ªan un familiar en Alcorc¨®n y les dijo que vinieran a verme. Yo debut¨¦ con 17 a?os en Tercera. Curiosamente en esa temporada jugu¨¦ contra el Pegaso de Quique S¨¢nchez Flores.
?Tuvo m¨¢s propuestas?
Cuando el club se enter¨® que el Valencia estaba detr¨¢s de m¨ª, alguien le avis¨® al Real Madrid y me citaron una semana para entrenar en la Ciudad Deportiva. All¨ª estuve con los M¨ªchel, Butrague?o¡ La temporada hab¨ªa terminado y solo fueron entrenamientos. Me dijeron que volviera en pretemporada, que quer¨ªan verme m¨¢s, pero yo tom¨¦ la decisi¨®n de irme al Valencia.
Todo un cambio de vida.
Cuando me dijeron que me quer¨ªa el Valencia yo no me lo cre¨ªa. Pasaba de Tercera a un grande de Espa?a. En el Alcorc¨®n me daban 10.000 pesetas al mes y porque ellos quer¨ªan, porque no ten¨ªa ning¨²n contrato. Y el Valencia pact¨® con mi padre un contrato de amateur compensado, que significaba que entrenar¨ªa con el primer equipo, pero jugar¨ªa con el filial. As¨ª estuve media Liga, hasta que en enero empezaron a convocarme con asiduidad.
Pero su debut fue en septiembre de 1984 por la Huelga de Futbolistas.
S¨ª. Eso fue una cosa puntual. El club, entre comillas, nos oblig¨® a jugar por la Huelga, aunque ya te digo yo que cuando tienes 17 a?os y te dicen que vas a jugar en Primera¡ te lanzas de cabeza. Ese partido fue en Mestalla y nos sali¨® muy bien. Ganamos 5-1 al Espanyol. Fue un escaparate para los j¨®venes. Pero la oportunidad de verdad me lleg¨® en enero contra el Betis. Robert y Subirats estaban lesionados y el entrenador (Roberto Gil) me dijo que viajar¨ªa y jugar¨ªa. Marqu¨¦ un gol y ganamos 1-3. Ya no baj¨¦ m¨¢s al Mestalla.
Fueron tiempos dif¨ªciles en el club.
La situaci¨®n econ¨®mica era muy mala. Llamaba a mi padre preocupado porque hab¨ªa meses que no nos pagaban. El equipo se resinti¨® y lleg¨® el a?o del descenso. Esa fue una mala temporada para m¨ª, porque me lesion¨¦ en el pubis y jugu¨¦ con mucho dolor hasta que Di St¨¦fano me dijo: ¡°Chico, as¨ª no puedes seguir¡±. Me oper¨¦ en Madrid. Estuve mucho tiempo en el hospital. No era como ahora. Recuerdo que me pon¨ªan sacos de tierra en la pierna para la recuperaci¨®n. All¨ª segu¨ªa las jornadas y ve¨ªa que nos ¨ªbamos a Segunda. Fue agobiante.
Pero un a?o despu¨¦s ascendieron. Usted jug¨® 33 partidos.
El equipo se reh¨ªzo r¨¢pidamente. Hab¨ªa mucha gente joven en el vestuario y la afici¨®n respondi¨® de locura. Nos ven¨ªa a ver m¨¢s gente en Segunda que en Primera. Valencia se volc¨® con nosotros y nosotros con el club. Es curioso, porque a fin de cuentas est¨¢bamos en Segunda, pero lo recuerdo como un a?o muy bonito. Y mira, esa generaci¨®n fue creciendo con el tiempo y en paralelo al club. Cuando lleg¨® V¨ªctor Esp¨¢rrago devolvimos al Valencia a la zona en la que ten¨ªa que estar.
De hecho, en el formato actual ustedes hubieran jugado varios a?os la Champions.
Eso lo coment¨® muchas veces con Fernando y con Roberto. En los a?os de Esp¨¢rrago o de Hiddink hubi¨¦ramos jugado m¨ªnimo cuatro veces la Champions. Fuimos subcampeones de Copa, de Liga¡
Esa generaci¨®n se merec¨ªa un t¨ªtulo.
Sinceramente, s¨ª. Pero yo estoy muy orgulloso de esa etapa. Fuimos durante muchos a?os casi los mismos. Crecimos como equipo. Llevamos al Valencia de Segunda a pelear por t¨ªtulos. Nos falt¨® solo eso, ganarlo, aunque creo que nuestro trabajo lo aprovech¨® la siguiente generaci¨®n. Pero nos queda esa espina. Cu¨¢nto recuerdo aquella final de Copa contra el Deportivo¡
Para los millenians, ?qu¨¦ tipo de futbolista era Carlos Arroyo?
La gente me catalogaba como un jugador muy t¨¦cnico. Nac¨ª con esa virtud, porque mi padre no hab¨ªa sido deportista. De ni?o me pasaba tres y cuatro horas cada tarde golpeando un bal¨®n a la pared en la calle donde viv¨ªa. Pero desde siempre interpret¨¦ bien los partidos, me anticipaba a las jugadas visualmente¡ Me considero un jugador t¨¦cnico, ofensivo, creativo, daba asistencias¡
Y con gol. 52 hizo con el Valencia.
S¨ª, tambi¨¦n me gustaba intentar hacer goles.
?Con cu¨¢l se queda?
Hubo uno que marqu¨¦ en Barcelona nada m¨¢s ascender que me hizo mucha ilusi¨®n. Ganamos 0-1 en el Camp Nou y aquel fue el primer partido que mi padre me ve¨ªa en directo fuera de casa. Se vino con un amigo, les consegu¨ª dos invitaciones y cuando marqu¨¦ miraba a la grada a ver si les ve¨ªa¡ pero claro, con 80.000 personas, a ver qui¨¦n les encuentra (r¨ªe). Recuerdo otro en el Bernab¨¦u, que no sirvi¨® para nada porque perdimos, pero siempre podr¨¦ decir que he marcado un gol en el Bernab¨¦u. ?El m¨¢s bello? Me quedo con uno que marqu¨¦ en Sevilla, que adem¨¢s nos clasific¨® para la Copa de la UEFA. ?Qu¨¦ nivel hab¨ªa entonces en la UEFA de entonces! Ah¨ª ten¨ªas a tres equipos italianos, alemanes, ingleses¡
?Era un f¨²tbol m¨¢s duro?
Y tanto. Los futbolistas como yo, muy t¨¦cnicos, ¨¦ramos vistos como flojeras. Entonces reinaban los fortachones¡ Hab¨ªa un lateral izquierdo del Valladolid, que no recuerdo el nombre, que me llevaba frito. Y me impresion¨® una vez que fuimos al Vicente Calder¨®n y se me ocurri¨® hacerle un sombreito a Arteche. Cuando me gir¨¦ ten¨ªa la planta en el pecho a lo Xabi Alonso en el Mundial. Pero all¨ª no expulsaban a nadie: ¡°Levantase y siga¡±, me dijo el ¨¢rbitro. En esa ¨¦poca iban a cazarte y se ve¨ªa bien, la gente hasta lo aplaud¨ªa¡ como me hubiera gustado nacer en esta generaci¨®n o en la de Cruyff, a quien yo le gustaba.
?Cu¨¢ndo lleg¨® del Alcorc¨®n, imaginaba que pasar¨ªa 12 a?os en el Valencia y el resto de su vida en la ciudad?
?Qu¨¦ va! Para nada. Yo nunca pens¨¦ en llegar a ser profesional. Solo quer¨ªa jugar junto a mi hermano. ?C¨®mo iba a imaginar que jugar¨ªa 373 partidos con el Valencia (d¨¦cimo jugador con m¨¢s partidos de la historia)!
Nunca jug¨® menos de 20 partido.
Algunos a?os m¨¢s de titular, otros menos. Muchos me recuerdan m¨¢s como suplente, pero todos los entrenadores contaron conmigo. Solo el mi ¨²ltimo a?o con Luis Aragon¨¦s me consider¨¦ el jugador n¨²mero 12 y a¨²n as¨ª marqu¨¦ un gol contra el Espanyol que nos hizo so?ar con la Liga hasta la ¨²ltima jornada.
Se fue cuando ten¨ªa solo 30 a?os.
Pero es que los 30 a?os de antes no son los de ahora. Entonces nos met¨ªan unas palizas que no hab¨ªa cuerpo que las aguantara mucho tiempo. El m¨¦todo de entrenamiento influye en la duraci¨®n de la vida profesional de un futbolista. Ahora se cuida todo m¨¢s. Nosotros ten¨ªamos un masajista y gracias. Los circuitos f¨ªsicos de Esp¨¢rrago eran una barbaridad, con sacos de 10 kilos. Era el sargento de hierro, aunque un grand¨ªsimo entrenador. Todo cambi¨® con Hiddink, que cuando nos dec¨ªa que ¨ªbamos a entrenar con bal¨®n no nos lo cre¨ªamos. En esa ¨¦poca, m¨¢s de diez a?os en Primera estaba solo al alcance de superdotados como (Ricardo) Arias.
Del Valencia pas¨® al Villarreal, con el que tambi¨¦n ascendi¨®.
El Valencia solo quer¨ªa renovarme por un a?o y all¨ª me ofrecieron dos. Fue una etapa bonita tambi¨¦n. Pero tuve que retirarme porque me lesion¨¦ y no pod¨ªa m¨¢s. Para que el c¨¦sped de El Madrigal estuviera bien en los partidos, entren¨¢bamos en diferentes campos de la provincia y eso me termin¨® de rematar.
Y pr¨¢cticamente desde entonces, vinculado a la Academia del Valencia.
Llevo muchos a?os, s¨ª. A Gay¨¤ lo tuve en cadetes, a Ferran, a Isco, a Alc¨¢cer¡ Para m¨ª est¨¢ bien que se apueste por los j¨®venes. Es un proceso natural. A Racic tambi¨¦n lo hemos tenido en el Mestalla y se le ve que se est¨¢ haciendo un muy buen jugador. Todos los equipos, menos un par, tienen que vivir de la cantera.
En el f¨²tbol actual, ?puede crecer un proyecto como el de su generaci¨®n en el Valencia? Antes me hablaba de ese equipo de gente joven que fue creciendo con los a?os hasta pelear por t¨ªtulos.
Entiendo que en el f¨²tbol es dif¨ªcil tener paciencia, pero creo firmemente hay que tenerla. Nosotros fuimos un ejemplo. La situaci¨®n en el club estaba jodida y hab¨ªa que tirar con los canteranos, que ¨¦ramos nosotros: Fenoll, Sixto, Fernando, Quique, Giner ¡ Se dieron las circunstancias y puede haber cierta similitud, ?por qu¨¦ no?.
La ¨²ltima, porque llevamos una hora de conversaci¨®n y no le he preguntado c¨®mo ve la eliminatoria entre el Alcorc¨®n y el Valencia.
Hoy en d¨ªa no me fio ni un pelo de nadie. El Alcorc¨®n no tienen nada que perder y la responsabilidad la tiene el club de Primera es m¨¢xima. Pero el Valencia tiene que ser superior.