El Racing entra en barrena
Incapaz de imponerse en el juego y con un solo tiro, lejano, entre palos, el equipo de Solabarrieta fue superado sin discusi¨®n por un s¨®lido Amorebieta
El Racing est¨¢ en puestos de descenso. Con un partido menos, es cierto, pero vi¨¦ndolo jugar no parece que ese duelo pendiente con el Real Uni¨®n sea una luz al final del t¨²nel. Si acaso, una estaci¨®n m¨¢s en el v¨ªa crucis. Cuatro derrotas y un empate en los cinco ¨²ltimos partidos hablan muy a las claras de la crisis que atraviesa el equipo, pero el an¨¢lisis de cada uno de esos partidos es aun m¨¢s desolador. Impotencia. Inseguridad. Lentitud. Falta de personalidad. De gol. De un plan. De f¨²tbol. El Amorebieta, que es todo lo contrario al Racing en cuanto a autoestima e ideas claras, ha sido el ¨²ltimo, por ahora, en dejar en evidencia al equipo que entrena Solabarrieta. Sin hacer el partido de su vida, los azules se llevaron los tres puntos de El Sardinero sin pasar un solo apuro.
El nuevo t¨¦cnico del Racing apost¨®, tras el coladero de la semana anterior en Zubieta, por jugar con tres centrales y dos pivotes defensivos. El objetivo de aumentar la seguridad defensiva se consigui¨® (faltaba m¨¢s), pero el equipo qued¨® ayuno de f¨²tbol. Solo las aportaciones de los dos carrileros, inmenso Ceballos y bien Bustos hasta que se le agot¨® la gasolina, parec¨ªan insuflar algo de vida al juego racinguista. Sus centros, sin embargo, acababan una y otra vez en nada. Tampoco Cejudo, desasistido, fue capaz de sacar nada de su chistera. El ¨²nico tiro entre los tres palos lo protagoniz¨® desde fuera del ¨¢rea Diego Ceballos, culminando con la izquierda, su pierna mala, una cabalgada en la ¨²ltima jugada del primer tiempo. Saizar sac¨® una buena mano en lo que a la postre ser¨ªa su ¨²nica parada del partido.
El partido, eso hay que conced¨¦rselo en su defensa a los verdiblancos, se resolvi¨® en el ¨²nico remate de los de ??igo V¨¦lez en todo el partido. Un cabezazo parab¨®lico de Arregi desde el segundo palo tras el saque de un c¨®rner se envenen¨® y super¨® a Iv¨¢n Crespo a c¨¢mara lenta. A partir de ah¨ª el Amorebieta se limit¨® a controlar con tremenda suficiencia a un Racing que se empeque?ec¨ªa minuto a minuto.
En la segunda parte, con la entrada sucesiva de jugadores con buen pie y personalidad, el Racing empez¨® a tener m¨¢s control del bal¨®n en campo rival, pero fue incapaz de generar una sola ocasi¨®n de gol. Entraron Pablo Torre, Mart¨ªn Solar, Balboa y Siverio y se agradeci¨®, pero no da. Se cambi¨® tambi¨¦n el dibujo a medida que se iban quitando centrales y metiendo jugadores de ataque, mientras que los vizca¨ªnos ced¨ªan terreno esperando cazar una contra para poner la puntilla. Solo en el 90' estuvieron a punto de conseguirlo, mientras que los racinguistas centraban una y otra vez desde los costados sin llegar a generar un remate que merezca ese nombre. Por solidez, por hechuras, por confianza, el Amorebieta fue justo ganador.
Al t¨¦rmino del partido, Solabarrieta, sin poner una sola disculpa, solo quer¨ªa mirar hacia adelante y centrarse en el partido del mi¨¦rcoles ante el Real Uni¨®n. Veremos si le dejan llegar. A Rozada se le cargaron despu¨¦s de un empate fuera de casa (y los mejores 45' en dos meses) y la pasada temporada ya pasaron tres inquilinos por el banquillo de El Sardinero. No parece que tener el gatillo tan suelto con los t¨¦cnicos est¨¦ dando buenos resultados, pero es lo que hay en este club. Otra tradici¨®n de la casa es perder semanas cuando se abren las ventanas de los mercados y acaban fichando deprisa y corriendo. De momento ya van diez d¨ªas. Y nadie duda en el club de la imperiosa necesidad de reestructurar la plantilla. Y no hay fichas libres, por cierto.