Pedri es el camino
Su f¨²tbol f¨¢cil, su valent¨ªa y su humildad, suponen una nueva ilusi¨®n para el barcelonismo. Ni siquiera le pesa la camiseta, acostumbrado como est¨¢ a verla en la pe?a de su abuelo.
"Habr¨ªa seguido en el campo, corriendo para el equipo". En las palabras de Pedri despu¨¦s del partido con la Real, quit¨¢ndose importancia por el gol que salv¨® jug¨¢ndose ese f¨ªsico todav¨ªa fr¨¢gil, de goma adolescente, que tal vez incluso le ayudase en el impacto, se reconoce todo el barcelonismo. Harto como est¨¢ de los caprichos de un vestuario al que los t¨ªtulos dieron todo el poder, pero despojado como deber¨ªa estar del mismo por sus continuos fracasos, especialmente los europeos, la imagen humilde de Pedri es sobre la que debe reconstruirse el Bar?a.
En el f¨²tbol, hay casos en los que los acontecimientos arrollan las previsiones. Pedri es uno de ellos. Se supon¨ªa que el canario ni siquiera ten¨ªa que empezar la temporada en el primer equipo. Procedente de Las Palmas, donde lo hab¨ªa atado Ramon Planes, con audacia y anticipaci¨®n ante la duda de otros clubes, Pedri empez¨® a entrenar a mediados de agosto en Barcelona mientras el primer equipo volaba a Lisboa a tocar fondo contra el Bayern (2-8). All¨ª, adem¨¢s de hacer migas con Trincao, ya empez¨® a llamar la atenci¨®n de los t¨¦cnicos con los que se hab¨ªa quedado, impresionado por su comprensi¨®n del juego.
Casualmente o no, dos astros se alinearon para que Pedri haya sido jugador de pleno derecho de la primera plantilla esta temporada. Primero, el impacto que gener¨® en Koeman verlo en los primeros entrenamientos y partidos de pretemporada ante N¨¤stic y Girona. Segundo, el serio inter¨¦s de equipos de alt¨ªsimo nivel como el Bayern, que se unieron a otros como el Mil¨¢n en el lamento por no haber captado antes al canario. Los agentes del jugador arrancaron que el Bar?a le diese el dorsal n¨²mero 16 de la primera plantilla para que el jugador viese que hab¨ªa una apuesta real por ¨¦l. Y el tiempo, y su f¨²tbol, no han hecho sino confirmarlos.
Es muy dif¨ªcil pedirle regularidad a un cr¨ªo de 18 a?os que, l¨®gicamente, ha tenido alg¨²n apag¨®n en partidos importantes. Y, sin embargo, cada d¨ªa hace algo nuevo. Contra la Real no fue s¨®lo su calidad en la ocupaci¨®n de espacios y en la toma de decisiones, ese juego a dos toques. Tambi¨¦n su llegada (casi hace un gol de cabeza), su entendimiento con Messi; y ese gesto casi heroico salvando un gol cantado de Isak con una mezcla de derroche f¨ªsico para llegar a tiempo, intuici¨®n para saber que Mingueza pod¨ªa fallar, y valent¨ªa, para tirarse con todo sabiendo que reventar¨ªa su cuerpo contra la madera. Y lo m¨¢s incre¨ªble de todo. Con 18 a?os, a Pedri no le pesa esa camiseta que para otros es plomo. Seguramente, verlas toda la vida en la pe?a de Tenerife-Tegueste, que fund¨® su abuelo, ha ayudado.