El Rayo deja con vida al Girona en un duelo vistoso, pero sin gol
En los primeros ocho minutos, el conjunto madrile?o se pudo colocar 0-3, pero el palo y Juan Carlos lo evitaron. Ambos conjuntos suman un punto.
El Rayo Vallecano dej¨® con vida al Girona y es que, pese a ser tremendamente superior en el inicio del partido, se olvid¨® de marcar en Montilivi. Los rojiblancos supieron aguantar el chaparr¨®n y aunque mejoraron en la segunda mitad tampoco inquietaron en exceso a Luca Zidane. Pese a la ausencia de goles, el partido estuvo entretenido y deja a ambos conjuntos en una situaci¨®n id¨¦ntica en la tabla con 28 puntos. Eso s¨ª, son los rayistas, sextos, los que pisan los puestos de playoff de ascenso.
Que el partido finalizara 0-0 fue algo inimaginable porque si en los primeros ocho minutos, el Rayo Vallecano se hubiera colocado 0-3 en el marcador a nadie le habr¨ªa sorprendido. Es m¨¢s, hizo much¨ªsimos m¨¦ritos para ello. Atropell¨® al Girona porque a los 17 segundos, Calavera estuvo a punto de marcarse en propia puerta, el bal¨®n se top¨® con el palo, y ?lvaro dispuso despu¨¦s de ocasiones tremendamente claras. La del minuto 9 oblig¨®, especialmente, a Juan Carlos a vestirse de salvador porque el extremo rayista tir¨® casi a puerta vac¨ªa.
Este inicio cogi¨® al equipo de Francisco a contrapi¨¦ y no logr¨® despertar hasta entrado el minuto 20. Hasta entonces tuvo que sufrir, y mucho, pero logr¨® mantenerse, de milagro, intacto. Eso s¨ª, pese a que el Rayo no pudo aguantar ese ritmo trepidante, Trejo sigui¨® haciendo suyo el partido. El medio bail¨® a sus anchas y control¨® el tempo. El duelo estaba bonito, ¨¢gil y en el 30¡¯ se vivi¨® un intenso intercambio de golpes. Juan Carlos sigui¨® desquiciando a ?lvaro y Sylla logr¨® pisar el ¨¢rea con insistencia. Samu Saiz tambi¨¦n se dej¨® ver un poco y el Girona lo agradeci¨®, aunque falt¨® acierto en los ¨²ltimos metros.
Ya en la segunda mitad, las apariciones de Crist¨®foro y Yan Couto dieron ox¨ªgeno al Girona y fue a m¨¢s. Control¨® la posesi¨®n y dispuso de buenas ocasiones. En el 54¡¯, tras un gran centro de Yan Couto, Stuani, en una de las que no acostumbra a perdonar, cabece¨® mal y el bal¨®n se march¨® fuera. Y, en el 59¡¯, tuvo que aparecer Luca para desviar un buen tiro de Monchu. Eso s¨ª, el ritmo era muy distinto al de la primera mitad, m¨¢s parsimonioso y con menos verticalidad, y con el paso de los minutos, el miedo a perder provoc¨® que se tomaran muchos menos riesgos. El punto pareci¨® contentar a ambos y as¨ª se firm¨®.