Real Madrid, Bar?a, Luis Garc¨ªa y hasta esp¨ªas contra el Espanyol
Blancas y azulgrana empa?aron, con sus victorias ante Femenino A y Espanyol B, la fiesta del triunfo perico ante el Logro?¨¦s. Y la Damm par¨® los pies al Juvenil A.
Antes y despu¨¦s de la arrolladora victoria del Espanyol en Las Gaunas ante el Logro?¨¦s, por 0-3, se produjeron en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, primero, y en el estadio Johan Cruyff, despu¨¦s, sendos resultados que dejaron por incompleto el feliz domingo de los pericos. Cayeron el Femenino A y el filial ante Real Madrid y Barcelona B, respectivamente.
El mayor varapalo se lo llev¨® el conjunto de Primera Iberdrola, que sucumbi¨® en casa por un gol a ocho ante las blancas, que no tuvieron compasi¨®n a pesar de que ya se impon¨ªan por 0-3 al descanso. A pesar de que Lombi redujo distancias nada m¨¢s reanudarse el encuentro, la expulsi¨®n de Marta Turmo en el minuto 58 dio paso al asedio y gol de un Madrid para el que anotaron Olga Carmona (dos), Lorena Navarro (dos), Chioma, Kosovare Asllani, Jakobsson y Ariana Arias.
Mucho m¨¢s igualadas estuvieron las cosas en el derbi de los filiales masculinos, del Grupo 3A de la Segunda B, disputado por la tarde en territorio azulgrana. Aunque Peque avanzaba a los diez minutos al Barcelona B, el capit¨¢n perico, Ferran Jutgl¨¤, establec¨ªa la igualada a siete minutos para el descanso. En el tramo en que m¨¢s control estaban teniendo los de Jos¨¦ Aurelio Gay, Rey Manaj en una acci¨®n individual no sin pol¨¦mica ¨Chasta el Espanyol ironiz¨® en su cuenta de Twitter sobre una posible falta¨C establec¨ªa el definitivo 2-1.
Ni siquiera al Juvenil A, que contaba por victorias hasta ahora todos sus partidos esta temporada en Divisi¨®n de Honor, le acompa?¨® la suerte en un domingo en que, de los grandes conjuntos pericos, solo pudo ganar el primer equipo.
A los de Luis Blanco les igual¨®, con goles de Dacosta y Cande, una Damm entrenada por el ic¨®nico exjugador blanquiazul Luis Garc¨ªa, quien regresaba a la Dani Jarque por segunda temporada consecutiva al frente de la escuadra cervecera, y con una suerte de esp¨ªas aprovechando las rendijas entre las lonas para seguir el encuentro, con ayuda de unas escaleras dom¨¦sticas y alguno incluso con una silla de oficina, desde el exterior del recinto.