Europa agiganta al Madrid
El Madrid arrolla al Borussia con su mejor partido del curso, pasa a octavos y evita el bombo de las fieras. Doblete de Benzema y exhibiciones de Lucas V¨¢zquez, Modric y Rodrygo.
Zidane tambi¨¦n sali¨® de esta, como de tantas. Nadie pasea con tanta elegancia al borde del abismo. Tiene una carrera casi cinematogr¨¢fica, de esas en que todo acaba bien. Esta vez tuvo poco que ver su buena estrella. Un Madrid emocionalmente estable, disciplinado, presionante, decidido y con un plan desfigur¨® al Borussia en la primera parte y pudo masacrarle en la segunda. Tambi¨¦n hubo un solista, Benzema, que remat¨® la obra con dos cabezazos de estampa cl¨¢sica. Dos goles que pusieron fin a las desventuras del Madrid en esta Champions y que le metieron en el bombo de las fieras, que ahora morder¨¢n a otros.
Manej¨® Zidane mejores equipos que este (con Cristiano brilla m¨¢s el sol), pero el sube y baja de mi¨¦rcoles a domingo y viceversa al que acostumbra el actual tiene m¨¢s que ver con la aplicaci¨®n que con la mano de obra. "Cuando los jugadores se tienen que poner, se ponen", explic¨® el franc¨¦s con el triunfo en San Siro a¨²n caliente. Ante el Borussia, con el peso de la historia en sus mochilas, con el prestigio del club en el alambre, se pusieron. Desde el inicio, con abnegaci¨®n, que es suced¨¢neo de la excelencia, con nervio y con sentido de la responsabilidad. Un equipo junto, ordenado, poco permisivo, nada distra¨ªdo, definitivamente con una misi¨®n.
Los goles de Benzema
Una misi¨®n que empez¨® a cumplir pronto con un gol que habla de las mejores virtudes del momento: un robo de Casemiro, el sacrificio; un centro de Lucas V¨¢zquez, la voluntad; y un cabezazo de Benzema, el ¨²ltimo vestigio gal¨¢ctico. Aquel tiempo en que el Madrid vagueaba y sal¨ªa del paso con su pegada no volver¨¢. Ahora le queda presionar a fuego, robar arriba, jugar junto, el todos para todos en lugar del todos para uno (Cristiano). Con eso a¨²n puede llegar lejos.
Lo primero que dej¨® el partido es que Lucas V¨¢zquez ha encontrado un empleo. Con tres presuntos laterales derechos en el banquillo, Zidane le prefiri¨® a ¨¦l. El gallego le dio la raz¨®n casi siempre que le puso desde ese perfil multidisciplinar que tan bien asumen los canteranos. Desde su lado, con el acompa?amiento de Rodrygo, inici¨® el Madrid el asalto. Y fue otra vez animal vertebrado con Ramos, Casemiro y Benzema, la ruta habitual, m¨¢s Modric, que aspira a eternizarse, le renueven o no. Lleva 23 partidos en dos meses y no hay indicios preocupantes en su carga energ¨¦tica.
Eterno Modric
Antes y despu¨¦s del gol el Madrid fue el mismo: presi¨®n elevada y efectiva y dominio absoluto de la escena. La actitud general prob¨® que al equipo le pareci¨® la Europa League lo que a Gabi despu¨¦s de aquel pinchazo atl¨¦tico ante el Qarabag que dej¨® una frase escatol¨®gicamente c¨¦lebre. En medio de aquel golpe de autoridad, Plea tuvo el empate, para recordarle al Madrid que cuando hay un equipo alem¨¢n en los alrededores siempre pasan cosas. A veces, demasiadas cosas, como demuestra la historia. Pero Plea pic¨® demasiado cruzado su remate ante Courtois. Rose, al que le val¨ªa el empate, no cambi¨® el instinto del equipo y junt¨® al franc¨¦s con su compatriota Thuram y el suizo Embolo, tres panteras. Pero el centro del campo que deb¨ªa darles marcha se ahog¨® en la presi¨®n blanca.
Antes del descanso el Madrid cogi¨® m¨¢s impulso. En una banana de Rodrygo encontr¨® Benzema el segundo gol, en otro cabezazo de nueve puro, lo que nunca fue ni probablemente quiso ser. Fue el preludio del festival de Modric y ese juego efectivo y pegadizo a la vez. Mand¨® un remate al palo, le anularon un gol, orden¨® y rob¨®, estuvo para lo visible y lo invisible, todo en versi¨®n Bal¨®n de Oro. En un equipo que no puede esperar la ayuda de la caballer¨ªa hasta junio porque la tesorer¨ªa as¨ª lo impone, un jugador como el croata, esforzado y talentoso a partes iguales, es una buena percha para casi todo.
El t¨²nel de Arribas
Con el 2-0, Rose cambi¨® futbolistas y uniforme, del 4-2-3-1 al 4-3-3, con Zakaria para detener la hemorragia en el centro del campo. Pareci¨® m¨¢s una maniobra de protecci¨®n que de reacci¨®n, pero L¨¢zaro, el reci¨¦n llegado, fue tan poca frontera para Lucas V¨¢zquez como Wendt. No frecuenta la Champions el Borussia y esa falta de oficio se paga en este f¨²tbol de las alturas.
Al Madrid s¨®lo le falt¨® Vinicius para completar la melod¨ªa. Es un jugador inconcluso, de fechor¨ªas, pero falto de continuidad. Eso es lo que hace dudar a Zidane, devoto de los futbolistas fiables y de largo recorrido. Ah¨ª encaja mejor Rodrygo, que dej¨® su mejor partido en el Madrid. Es un jugador m¨¢s sint¨¦tico, menos divertido, pero que le ha ido cogiendo el aire a la banda derecha. El Borussia qued¨® reducido a Plea, su lobo solitario, al que el Madrid no dio demasiado cuartelillo.
A los postres entr¨® Arribas, el duende de la cantera, campe¨®n de Europa juvenil, en pleno festival del Madrid: paradones de Sommer a remates de Benzema, Kroos y Ramos y zapatazos al palo del franc¨¦s y Lucas V¨¢zquez. El suizo estuvo in¨²tilmente heroico en esa recta final. Arribas despach¨® su primer bal¨®n con un t¨²nel, un indicio de por d¨®nde ir¨¢n los tiros con ¨¦l. El mismo t¨²nel que tom¨® el Madrid para estar en octavos y no manchar su historia.