No hace falta que el rival haga un gran partido para que los de Rozada dejen ver sus costuras. En Sarriena apenas tiraron a puerta ante un Leioa discreto
Portugalete, Laredo y Leioa en Liga (por no hablar de Lealtad, Laredo o Amorebieta en pretemporada), cada vez que el Racing se ha encontrado con un rival que le ha jugado con el buzo de trabajo le ha desarmado. M¨¢s all¨¢ de matices t¨¢cticos en uno u otro partido, lo cierto es que el Racing ha sido incapaz de igualar la actitud, las ganas y el empuje de sus rivales. Necesita jugar siempre contra filiales. Le va el toreo de sal¨®n. En el caso del partido de Sarriena, ni tan siquiera hizo falta que el Leioa jugara bien. Ni arrollara, que no forz¨® ni saques de esquina. Le bast¨® con desenchufar al Racing y meter la que tuvo. Dice Rozada que no merecieron perder (ni ganar), y probablemente es cierto, pero es inadmisible que el Racing no sea capaz de imponerse, ni de tirar a puerta ante un modesto, ni de sacar casta, a falta de otra cosa, cuando un gol le rompe sus mejores minutos del partido. Muy poco Racing.
Bustos y Ceballos
No todo fue malo el mi¨¦rcoles. Solo casi todo. ?lvaro Bustos y Diego Ceballos volvieron a demostrar que est¨¢n haciendo un magn¨ªfico inicio de temporada. Cierto es que el asturiano tuvo que decidir entre tirar o dar el pase de la muerte, con tres compa?eros esperando en el ¨¢rea peque?a, y se qued¨® a medio camino de las dos cosas y perdi¨® una gran ocasi¨®n, la mejor, la ¨²nica, de haberse adelantado en el marcador pronto y cambiar el partido. Pero en la primera mitad solo ellos dos, uno por cada costado, dieron se?ales de vida futbol¨ªstica. Por algo son intocables para Rozada, incluso en una jornada en los que rot¨® pr¨¢cticamente a todos los dem¨¢s, salvo Iv¨¢n Crespo y Matic.