GRUPO G | FERENCVAROS 0-BARCELONA 3
Un nuevo Bar?a asalta Europa
Gran imagen del equipo de Koeman pese a las rotaciones. Marcaron Griezmann, Braithwaite y Demb¨¦l¨¦. Se jugar¨¢ el liderato ante la Juve.

Menos de media hora necesit¨® el Barcelona para liquidar al Ferencvaros con una alineaci¨®n de aspirantes que corrieron como gamos, presionaron como lobos y que disfrutaron jugando al f¨²tbol como un equipo de juveniles. A los 28 minutos de partido el conjunto de Koeman ya ganaba por 0-3 para acabar liquidando un partido que deja la primera plaza del grupo al alcance de la mano.
?M¨¢s all¨¢ de cualquier consideraci¨®n t¨¢ctica, t¨¦cnica o de gesti¨®n hay que reconocerle a Koeman un m¨¦rito innegable: ha logrado que el Bar?a vaya por Europa intimidando de nuevo tres meses y medio despu¨¦s de que fuera pisoteado en Lisboa por el Bayern. El Bar?a, ante incluso de esa aciaga noche, era un equipo que transitaba por el continente con dos velocidades: la del freno de mano ante rivales accesibles y la marcha atr¨¢s gripada contra los importantes. La cosa ha cambiado de arriba a abajo. El Bar?a corre como el que m¨¢s, lucha como un reci¨¦n llegado a la ¨¦lite y con partidos como el disputado en Budapest va reparando su orgullo herido y vuelve a tomar Europa.
Todo eso lo est¨¢ haciendo Koeman gestionando la plantilla de manera admirable. De nuevo compareci¨® el equipo barcelonista en la Champions sin Messi, pero tampoco Ter Stegen ni Coutinho. La situaci¨®n en la tabla invitaba a experimentar, pero podr¨ªa decirse que el resultado sorprendi¨® a la propia empresa.
La salida del equipo blaugrana fue una tormenta que borr¨® al conjunto h¨²ngaro en una primera parte de acoso y derribo protagonizado por un Barcelona m¨¢s metal¨²rgico que sinf¨®nico. Un escenario en el que se encontr¨® como pez en el agua Martin Braithwaite, un ariete de los de antes.
Lleva el Barcelona mucho tiempo buscando un delantero centro que emule lo que en su d¨ªa hizo Larsson, pero Koeman ha encontrado en el dan¨¦s un remedo de un delantero de los de antes, m¨¢s Elkjaer Larsen que el sueco. Un tipo que contagia m¨¢s de lo que espera, que busca m¨¢s balones de los que controla y que es consciente de que o juega cada minuto al 200 por cien o en el pr¨®ximo partido no tendr¨¢ ocasi¨®n de jugar.
A su lado, se alinearon talentos innegables que siguieron su estela, empezando por un Demb¨¦l¨¦ que tras estar en vigilancia los dos ¨²ltimos partidos regreso al terreno de juego en una versi¨®n sorprendente en la que incorpor¨® a la habitual filigrana explosiva una pausa que propici¨® el primer gol del Bar?a cuando el franc¨¦s habilit¨® a Alba para que centrara al ¨¢rea donde Griezmann anot¨® el primer gol con un gesto t¨¦cnico delicioso al rematar de espuela.
A pesar de la delicadeza del tanto blaugrana, el Bar?a sigui¨® apostando por aplicar una intensidad que torturaba al equipo local, que no llegaba a correr como el Bar?a ni a tener manera de parar las aceleraciones de un Demb¨¦l¨¦ que se hizo el amo del partido. El franc¨¦s asisti¨® a Braithwaite para que marcara el 0-2 a los 20 minutos y en justa correspondencia, el dan¨¦s le cedi¨® al franc¨¦s el penalti que le hicieron para que Ousmane liquidara el partido a la media hora.
Pero la gran noticia lleg¨® a partir de entonces. Lejos de relajarse y administrar esfuerzos, el equipo de Koeman sigui¨® siendo un martillo pil¨®n que percut¨ªa una y otra vez sobre la porter¨ªa h¨²ngara con un Demb¨¦l¨¦ en estado de gracia que dio la sensaci¨®n de disfrutar como nunca sobre el campo liderando a un Bar?a que vuelve a querer hacerse respetar.