Espanyol: el elogio debilita y la autocr¨ªtica fortalece
Las alabanzas sobre el presupuesto, la imbatibilidad, la pareja Embarba-De Tom¨¢s o las loas de los rivales han precedido al primer bache en Segunda, pero no pueden permitirse un socav¨®n.
Ven¨ªa avisando Vicente Moreno, casi desde el primer triunfo de la temporada, aquel 3-0 ante el Albacete, que este momento llegar¨ªa. Que la Segunda Divisi¨®n es extremadamente larga y que se producir¨ªan baches, rachas de victorias y de derrotas. Unos altibajos que son especialmente singulares en un equipo perico que viene de donde viene, con una fragilidad mental que cuando aparece suele quedarse, y en un club que teme desde el primer d¨ªa que el optimismo del entorno ¨Cno de los aficionados, sino del mundo del f¨²tbol¨C acabe jugando en contra de sus intereses.
Que el elogio debilita no es algo que deban aprender en un vestuario que, por cauteloso, casi siempre pronuncia la palabra ¡°objetivo¡± para referirse al ¡°ascenso¡±. Pero s¨ª algo que puede pesar ahora que los resultados ¨Cun punto sobre nueve posibles¨C no acompa?an. Los rivales juegan extramotivados contra el Espanyol, ellos mismos lo reconocen, precisamente porque esos elogios lo han convertido en una suerte de rival a batir. De Real Madrid o Barcelona de la categor¨ªa contra el que sumar tres puntos produce euforia, basta con ver las reacciones de Girona y Legan¨¦s. Y eso provoca que los jugadores pericos no puedan bajar la guardia ni un minuto. Obligados est¨¢n a ello: los elogios no les eximen de tener que ascender casi por contrato. La exigencia tiene que ser m¨¢xima.
Deben convivir vestuario y entidad con alabanzas que, en realidad, no hacen sino casar con realidades. Con que el Espanyol presenta el presupuesto y el l¨ªmite salarial (aunque solo emplee el 55 por ciento en sueldos) m¨¢s altos de la historia de Segunda Divisi¨®n. Con que Diego L¨®pez alcanz¨® el r¨¦cord de imbatibilidad del equipo en la categor¨ªa. Con que es el m¨¢s goleador y que cuenta con la pareja de moda, Embarba y Ra¨²l de Tom¨¢s. Con que hace diez d¨ªas se lleg¨® a poner a nueve puntos del s¨¦ptimo, que es el primero fuera de la pelea por subir. Y con que, por todo esto, la mayor¨ªa de sus oponentes repitan como un mantra que el conjunto perico ¡°est¨¢ en otra Liga¡±, aunque compita en la misma que otras 22 plantillas.
Contra el elogio, no existe mejor arma que la autocr¨ªtica. Y el Espanyol la tiene, en las manos de un Vicente Moreno que conoce como nadie esta cainita Segunda Divisi¨®n, que tan pronto te endiosa como te hunde, y en la voz de otros jugadores. Como Diego L¨®pez o Miguel¨®n Llambrich, quienes se apresuraron a disculparse por errores que hab¨ªan condenado al equipo. O como Leandro Cabrera, que nada m¨¢s terminar el partido en Butarque admiti¨® que esos fallos antes tambi¨¦n se comet¨ªan, pero los rivales no los aprovechaban. Los otros capitanes, David L¨®pez, Diego L¨®pez y Adri¨¢n Embarba, se sumaban este viernes con sendos alegatos.
Y esa autocr¨ªtica, por supuesto, debe seguir visibiliz¨¢ndose y en cuantos m¨¢s foros, mejor, porque dar la cara no es malo sino todo lo contrario. Y no limitarse a palabras. Sino a salidas airosas al primer gran socav¨®n de la temporada, y los que vengan. A ambici¨®n sobre el c¨¦sped. Porque ahora ya no se trata, como anta?o, de quedar entre los diez primeros, o evitar ser uno de los tres ¨²ltimos. Ahora, el Espanyol solo puede aspirar a ser el primero. O el segundo. Para estar a la altura de los elogios, y de la historia.