Europa levanta al Madrid
Hazard rompi¨® un trienio de sequ¨ªa. Nacho amordaz¨® a Lukaku y Arturo Vidal perdi¨® los papeles. Rodrygo marc¨® a los 34 segundos de entrar. Un Madrid de diez en el adi¨®s a Maradona.


Tem¨ªamos a Lukaku mientras el Inter le ten¨ªa miedo, sin saberlo, al Real Madrid. La historia es un intangible que cuenta cuando pisas Europa y este dubitativo equipo blanco lo exprime. A falta de f¨²tbol, el escudo. Porque la camiseta del Real Madrid pesa 140 gramos pero en Europa ejerce un efecto extra?o, hace que la de sus contrarios pese como el plomo. Le pas¨® a este Inter que se achic¨® desde el pitido inicial. En el adi¨®s de Maradona, un Madrid de diez.
Segundos antes de arranque se produjo el saludo entre Conte y Zidane, fratelli bianconeri, pero el marsell¨¦s quiso buscarle las cosquillas a su viejo amigo. Como hac¨ªa el entrenador Smiley en El Pr¨ªncipe de Bel-Air, la consigna de juego en vez del m¨ªtico ¡°balones a Will¡± fue ¡°pelotas a Odegaard¡±. El noruego no estuvo en el encuentro del Di St¨¦fano y Zidane vio la oportunidad de utilizar esa incertidumbre para modelar el sistema al gusto del chico y sin Casemiro, riesgo extra.
Tan c¨®modo se sinti¨® Odegaard en el dibujo que enseguida gener¨® un penalti. La sombra de Ramos no es la que proyecta Varane, pero est¨¢ Nacho, el canterano y yerno perfecto. Hizo la de Ramos de irrumpir inesperadamente en el ataque... en el minuto 5. Odegaard le vio llegar, intercal¨® el pase entre las l¨ªneas interistas y Barella, quiz¨¢ el m¨¢s sorprendido de todos, atropell¨® al central blanco. En ausencia del capit¨¢n, Hazard vio el cielo abierto para coger confianza. Agarr¨® el cuero y desde los once metros se quit¨® de encima una sequ¨ªa de tres a?os sin marcar en Champions.
El belga se recompuso pero la pel¨ªcula la dirig¨ªan otros. Las oleadas las alternaron Modric y Odegaard, maestro jedi el uno y joven padawan el otro, pero fue Lucas V¨¢zquez el que pudo dejar el partido listo de papeles sin haber llegado el cron¨®metro al minuto 15. Su derechazo violento al poste nerazurro dej¨® a Handanovic m¨¢s petrificado que una estatua del Duomo. Hubiera sido la guinda al mejor primer cuarto de hora del Madrid en tiempo.
Arturo Vidal, siempre gallo, Barella y Gagliardini, el guardi¨¢n de las esencias de Conte en este Inter, no sab¨ªan descifrar la propuesta blanca pero a donde no lleg¨® el f¨²tbol madridista, lo hizo el encefalograma plano del chileno. Se rebrinc¨® pidiendo un penalti de Varane y el enfado acab¨® con Vidal a punto de clavar la cresta en Anthony Taylor. El ¨¢rbitro ingl¨¦s no soport¨® la ofensa y le sac¨® dos amarillas en cosa de segundos. Vidal es reincidente, porque le pas¨® con el Bayern en 2017 en el Bernab¨¦u, aunque aquella vez el h¨²ngaro Kassai se extralimit¨® en la segunda cartulina.
Al descanso Conte reaccion¨® y a entrada de Perisic fue el estimulante que necesitaba el Inter y que hizo recular al Madrid. Lukaku, hasta entonces amordazado por Nacho, empez¨® a liberarse. Zidane lo corrigi¨® con Casemiro en forma de bozal y con Rodrygo como avispa para sustituir a un molido pero ineficiente Mariano. S¨®lo tard¨® 34 segundos el brasile?o en empalar un centro sedoso de Lucas con el exterior y hundir al Inter.
A¨²n est¨¢ por demostrar, parece que s¨ª, que Rodrygo haya nacido para el Madrid. Pero ha nacido para la Champions. Hat-trick al Galatasaray la temporada pasada, otro derechazo. Su expediente empieza a engordar en m¨¦ritos de manera considerable y parece que adelanta a Vinicius. La pegada manda.
Homenaje blanco a Maradona en San Siro, estadio que conoci¨® bien El Pelusa, hogar de la Und¨¦cima y escenario de esta otra final, esta vez ganada en noviembre. Europa siempre levanta al Madrid.