Escassi mete en la cabeza del M芍laga el deseo de luchar por el playoff
Un tanto del central en la primera mitad bast車 para superar a un Girona sin claridad en los metros decisivos. Los malaguistas se catapultan en la tabla con 21 puntos.
EI M芍laga vence y convence. El conjunto malaguista tuvo suficiente con un gol de cabeza de Escassi para superar a un Girona con muy poco f迆tbol y al que la dulce resaca de ganar al Espanyol no le sent車 bien. Los rojiblancos se toparon con un muro en la segunda mitad y el sue?o de luchar por el playoff se va a M芍laga.
Pellicer, que dirigi車 a su equipo desde la grada por sanci車n, no apost車 por salir con la defensa de tres centrales y s赤 con un 4-4-2, pero le cost車 arrancar. Es m芍s, Mej赤as, una de las novedades visitantes, no tard車 en darse cuenta de que no le esperaba un duelo sencillo porque, en el 2*, Sylla demostr車 ser m芍s r芍pido y pillo que el central y lanz車 un aviso. El problema, que la decisi車n final cuando estuvo dentro del 芍rea no fue la mejor y todo se qued車 en casa. El susto sent車 mejor al M芍laga que al Girona y, a partir de entonces, los malaguistas se adue?aron de la posesi車n. A los gerundenses les cost車 encontrar entre l赤neas a Samu Saiz para tener mayor presencia en el 芍rea rival y, en defensa, no acabaron de cerrar bien a Cristian, Joaqu赤n y Rahmani. Con el paso de los minutos, los visitantes olieron sangre y la recompensa al dominio lleg車 en el 33*. Fue a bal車n parado. Escassi gan車 la posici車n a Bueno en un c車rner y, con un cabezazo cruzado, super車 a Juan Carlos. El 0-1 fue un pullazo para el Girona y no quiso tardar en reaccionar. Es m芍s, en el siguiente minuto pudo empatar, pero Dani Barrio emergi車 y desvi車 un buen tiro de B芍rcenas.
En la primera mitad, el Girona no estuvo nada c車modo y le pas車 factura no tener una circulaci車n veloz y acertada del bal車n. Como sucedi車 en la jornada pasada ante el Espanyol, el conjunto gerundense lo fio todo a remontar. Pero esta vez sali車 cruz. Tuvo ocasiones para poder, como m赤nimo empatar, aunque falt車 much赤simo acierto. B芍rcenas y Monchu enviaron dos buenas ocasiones al limbo y al M芍laga le bast車 con sufrir y aguantar. Ni ech車 de menos que, en el 79*, Mu?oz estrellara un bal車n en el larguero. El trabajo estaba hecho.