El Laredo deja escapar vivo a un Racing pusil¨¢nime
Los de Manu Calleja apabullaron a los santanderinos en la primera mitad y merecieron ganar. Los de Rozada solo pueden presumir de tres ocasiones aisladas.
El parto de los montes. Llev¨¢bamos tantas semanas especulando sobre el cambio de sistema del Racing, que realmente llegas a pensar que ah¨ª, en el dibujo de Rozada, estaba la clave para que su equipo rompa a jugar, a dominar los partidos, a ocupar el campo contrario, a demostrar la diferencia de presupuesto con sus rivales..., y resulta que no. El asturiano se decidi¨® en Laredo a poner en marcha el 4-4-2 de marras y la puesta en escena fue pat¨¦tica. Un equipuco jugando a lo que pod¨ªa, eso pareci¨® el Racing durante toda la primera mitad, dominada de cabo a rabo por el Laredo. M¨¢s fuerte, m¨¢s valiente, con ocasiones y con un plan. El que no ten¨ªa el Racing.
De entrada, Manu Calleja apost¨® por tirar con todo lo que tiene arriba e irse a ganar por alto todos los balones. A Varo, m¨¢s de 1,90, le cost¨® poco abusar de Ceballos, que se fue empeque?eciendo a medida que pasaban los minutos, y Vinatea cay¨® a banda derecha para hacer lo propio con Maynau. Todo eran peinadas rojillas, que adem¨¢s llegaba combinando hasta l¨ªnea de fondo con sus dos laterales: Rasines puso un bal¨®n de oro a Varo, que remat¨® a la cruceta, y ?lex P¨¦rez gener¨® dos ocasiones tremendas en el 40 y el 41. La seguridad defensiva racinguista de las ¨²ltimas jornadas desapareci¨® como por arte de magia. Como ??igo. Como Cedric. Como Pablo Torre (esa es otra, desconectado del juego por el cambio de sistema). Solo Balboa parec¨ªa, entre los racinguistas, no querer marcharse del campo en esa primera mitad.
La segunda parte no cambi¨® de inicio gran cosa, salvo que a los de Manu Calleja ya les costaba m¨¢s pisar el ¨¢rea santanderina. Pero no por mejor¨ªa del Racing, que tard¨® 13' en pasar de la raya del centro del campo. Ni al Barakaldo ni al Real Uni¨®n, a los que gan¨®, someti¨® de tanto el Charles como a los de la capital, que hoy vistieron de azul marino de pies a cabeza. Y, las cosas del f¨²tbol, al cuarto de hora de la segunda parte el Racing se anim¨® a dar tres pases seguidos en campo rival y apareci¨® una ocasi¨®n clara para Bustos, que la mand¨® a la escuadra. Las otras dos veces que los de Rozada hicieron algo parecido a combinar en ataque tambi¨¦n tuvo sendas oportunidades de marcar. No cambi¨® la din¨¢mica del juego, pero por momentos pareci¨® que los de la capital aparec¨ªan por San Lorenzo.
A medida que pasaban los minutos se les hac¨ªa m¨¢s cuesta arriba a los de Manu Calleja acercarse al ¨¢rea de Iv¨¢n Crespo. Los laterales ya no sub¨ªan, los puntas comenzaban a cansarse y ya solo esperaban una acci¨®n aislada. En el lado contrario, sorprendentemente, parec¨ªa que a Rozada le gustaba lo que ve¨ªa y su ¨²nica reacci¨®n fue cambiar a los dos puntas por Jon Ander y Cejudo..., dejando a Torre desenchufado en la izquierda. No fue hasta el 84', con la entrada de Camus, cuando el ovetense a retocar su equipo, por decir algo, y disponerle en el 4-2-3-1 que su (mal) f¨²tbol parece pedir a gritos, con Cejudo en la derecha, Torre por dentro y Camus en la izquierda. Ya era tarde.
San Lorenzo va a ser una fortaleza muy dif¨ªcil de asaltar, pero eso no puede ser disculpa para el Racing, que durante muchos minutos, casi todos, fue una caricatura de s¨ª mismo. Ni juego, ni duelos ganados, ni seguridad defensiva, ni posesi¨®n, ni aparici¨®n en campo rival. El Charles, en cambio, dej¨® una primera mitad para ilusionar a los suyos. No fue solo casta, entrega y pelota para adelante, que tambi¨¦n, cuando la ech¨® al c¨¦sped fue capaz de hacer da?o por los costados. En la segunda parte, probablemente por cansancio no por conservadurismo, ya solo qued¨® lo de la casta y la entrega. Sin duda, el Laredo, que adem¨¢s de todas las dem¨¢s consideraciones fue m¨¢s valiente, se mereci¨® la victoria, aunque en el c¨®mputo final de ocasiones los de la capital se puedan agarrar a esas tres acciones aisladas de la segunda parte. Mal har¨ªan en enga?arse.