Los 100 d¨ªas de gracia del Espanyol de Vicente Moreno
De colista a l¨ªder, de la depresi¨®n a la ilusi¨®n y en busca de la excelencia. As¨ª ha sido el recorrido del t¨¦cnico desde que el 10 de agosto tom¨® las riendas del equipo perico.
Un l¨ªder de Segunda donde antes hab¨ªa un colista de Primera. Una ilusi¨®n entre los seguidores en lugar de un estado depresivo que se antojaba interminable. Y un cambio de mentalidad innegable. Son, a simple vista, los v¨¦rtices de una metamorfosis, la de la plantilla del Espanyol, que comenz¨® hace 100 d¨ªas. Los que se cumplen este mi¨¦rcoles desde que, el pasado 10 de agosto, Vicente Moreno tom¨® las riendas de un equipo que iniciaba su pretemporada. Que emprend¨ªa su camino m¨¢s incierto en todos los sentidos. Y que, por ahora, parece navegar en la direcci¨®n correcta, la ¨²nica posible y exigible.
M¨¢s all¨¢ de los 27 puntos en 12 jornadas, que deparan una espectacular proyecci¨®n de 94 a final de temporada, lo que se esconde tras el liderato es el trabajo sensato, racional y cauto de un entrenador tan experimentado en la categor¨ªa como capaz de inculcar una nueva forma de hacer a los futbolistas, la mayor¨ªa protagonistas de la peor temporada de la historia perica. De traducir en hechos el mayor presupuesto de siempre en Segunda.
La prudencia y pragmatismo de Moreno se trasladan al terreno de juego con la solidez como arma innegociable. La solidaridad en un entramado defensivo que parte de Diego L¨®pez y que se extiende hasta el propio Ra¨²l de Tom¨¢s en punta. Con repliegues numantinos. Sin complejos para construir desde atr¨¢s, ni tampoco a la hora de defender un resultado favorable, con ¨¦xito salvo ante Rayo Vallecano y Fuenlabrada.
Esa humildad trasladada a los planteamientos se comprueba tambi¨¦n en la adaptaci¨®n al medio. Es decir, a las caracter¨ªsticas de los rivales y a los diferentes contextos de partido que se presentan. Tiene el Espanyol sus propias se?as de identidad, y parece haber dado en la tecla en la mayor¨ªa de partidos con un 4-2-3-1 con bal¨®n, pero a la vez es permeable a situaciones en que valga la pena desprenderse del esf¨¦rico, protegerse m¨¢s de la cuenta o buscar alternativas al juego asociativo.
En ese sistema, est¨¢ recuperando el t¨¦cnico de Massanassa a jugadores para la causa. Los casos m¨¢s evidentes son los de Fernando Calero, Sergi Darder u ?scar Melendo, quienes estuvieron lejos de su mejor versi¨®n la pasada campa?a y ahora brillan con luz propia. Pero en general es as¨ª, basta con revisar que nueve de los 11 titulares m¨¢s repetidos estaban en la plantilla del descenso, y su rendimiento no tiene nada que ver.
Y, m¨¢s all¨¢ de los titulares, destaca tambi¨¦n la gesti¨®n de grupo. Ayudan indudablemente la acumulaci¨®n de partidos -a pesar de que no es amante Moreno de grandes rotaciones si los resultados acompa?an-, y la posibilidad de realizar hasta cinco cambios por partido. Por ahora, todos los jugadores se exhiben enchufados y remando en una misma direcci¨®n. No puede ser de otra manera en una temporada en que solo cabe la opci¨®n de subir.
Han dado extraordinariamente de s¨ª los primeros 100 d¨ªas de Vicente Moreno al frente del Espanyol, aunque para funcionar deben ser solo el pr¨®logo del libro del ascenso. Para alcanzar la excelencia, expresi¨®n que el propio entrenador repite en sus comparecencias, deber¨¢ progresar sus mecanismos en ataque, donde en ocasiones se f¨ªa demasiado la suerte del Espanyol a la inspiraci¨®n de jugadores superlativos como Ra¨²l de Tom¨¢s y Embarba, y conseguir que marquen la diferencia los fichajes de este verano, puesto que Miguel¨®n Llambrich viene siendo el ¨²nico entre los titulares habituales.
Si b¨¢sico ha sido este tiempo para enderezar el rumbo de un Espanyol a la deriva, determinantes ser¨¢n los pr¨®ximos 100 d¨ªas, que se cumplir¨¢n a finales de febrero, para confirmar si el conjunto perico camina ya a paso firme y sin fisuras hacia su retorno a Primera Divisi¨®n. Para que no sean 100, sino 200 o m¨¢s d¨ªas de gracia.