El sue?o de Sito Mi?anco: jugar contra el Real Madrid
"Sito Presidente" cuenta la historia del narcotraficante que lider車 un equipo de f迆tbol, el de su pueblo natal, y al que estuvo a punto de ascender a Segunda Divisi車n.
En Cambados, a迆n hoy hay mucho hermetismo a la hora de hablar de Sito Mi?anco. "Es una mezcla de lealtad, verg邦enza y miedo", asegura el periodista Felipe de Luis (Madrid, 1984), autor del libro "Sito Presidente".
En 谷l relata la etapa en la que este narcotraficante lider車 a un equipo de f迆tbol, el de su pueblo natal, que protagoniz車 谷xitos deportivos -lo cogi車 en categor赤a regional y estuvo a punto de ascender a Segunda Divisi車n- y que acab車 engullido entre lujos y excesos.
"Buscaba hacer un retrato 赤ntimo de Sito y de la gente que le rodeaba", explica este madrile?o afincado en Pontevedra, que considera que "esta es una historia de gente an車nima que lleg車 a vivir algo inaudito" para un pueblo que ten赤a apenas 13.000 habitantes.
A Mi?anco, que control車 el club entre 1986 y 1989, "le gustaba mucho el f迆tbol", explica De Luis. Pero no fue esta pasi車n la que le anim車 a ello. La decisi車n la tom車 tras morir su padre. "Su muerte le marc車 mucho. Pod赤a tener otros intereses pero eso le pes車", afirma el autor.
"?l quer赤a ser como un Dios en Cambados. Su gente era lo m芍s importante para 谷l", recuerda De Luis, que para documentar este libro entrevist車 a exjugadores del Cambados, periodistas que vivieron esa 谷poca e incluso a familiares del propio Sito.
Uno de ellos, su t赤o 'Xepe', que nunca estuvo c車modo con la actuaci車n de su sobrino, junto al entrenador Mario Guede, por el que Sito Mi?anco apost車 hasta el final "a pesar de las adversidades", y 'Toti', un jugador al que el narcotraficante ve赤a "como un hermano peque?o".
Desde el primer momento, qued車 claro qui谷n mandaba en el club. "Ten赤a que demostrar que 谷l estaba all赤", apunta Felipe de Luis.
Lujos y extravagancias para un equipo humilde
Y no tardaron en llegar las y los derroches de dinero, mucho m芍s escandaloso al tratarse de un equipo que no era profesional.
Aunque "hay muchas leyendas", quienes vivieron esa 谷poca hablan de concentraciones en el Parador de Cambados, sueldos millonarios, bolsas de dinero, regalo de coches, lujosas fiestas o hasta desplazamientos en planeadora por la r赤a de Arousa para ir a jugar contra un rival.
O el viaje que Mi?anco organiz車 para toda la plantilla para celebrar uno de sus ascensos. Se los llev車 a Panam芍. No a todos. A muchos, sus mujeres no les dejaron ir. No escatim車 en gastos. Barcos de lujo y comidas pantagru谷licas, prostitutas para quien las quiso. "Que nadie diga nada de lo que ha pasado aqu赤", fue la consigna en el regreso a Galicia.
Jugar contra el Madrid
Sito, relatan jugadores de aquella 谷poca, se esforzaba "en tenerlos muy contentos" y, para ello, no escatimaba en gastos. Su sue?o era que su Cambados llegara a jugar contra el Real Madrid, el otro equipo de sus amores. "Y lleg車 a creer que era posible", asegura De Luis.
"Lo que me gusta de esta historia es ver a un mont車n de hombres humildes de pueblo, que no ten赤an casi ni dinero ni hab赤an salido jam芍s de Cambados y de repente se les presenta Sito y les dice que todo eso era para ellos", destaca Felipe de Luis.
Pero todo se esfum車 igual de r芍pido que lleg車. Estall車 la operaci車n N谷cora, la primera gran operaci車n contra el narcotr芍fico en Galicia. Y aunque Sito Mi?anco no cay車 en ella, todo cambi車 a su alrededor. Se sent赤a perseguido y opt車 por desaparecer.
Con el equipo agonizando en Segunda B, "se acab車 la historia y de un plumazo Cambados volvi車 a ser el de antes", narra el periodista. El dinero, poco a poco, dej車 de llegar. A muchos le cost車 digerirlo. "La diferencia era abismal. Lo pasaron muy mal", explica el autor.
De alguna manera Sito Mi?anco fue, sin saberlo, precursor de una raza de presidentes que a?os despu谷s inundaron el f迆tbol espa?ol y que, seg迆n el autor, "a los aficionados nos hac赤an gracia con su parte campechana y c車mica". Como Jes迆s Gil. "Tienen mucho en com迆n", defiende el periodista. "Los dos eran muy impulsivos y ten赤an mucho carisma".
Hay quien piensa que este libro contribuye, de alguna manera, a blanquear la imagen del narcotraficante. A veces, hasta el propio autor lo piensa. "A m赤 me ha llegado a seducir la figura de Sito, hasta que piensas en qui谷n era. Es un delincuente. No hay duda", zanja De Luis.