Un poco de Messi es much¨ªsimo
El argentino empez¨® en el banquillo, sali¨® en la segunda parte y domin¨® el partido como quiso: marc¨® de penalti y de jugada. El Betis acab¨® con 10.
No hizo falta esperar al final del partido para tener la noticia del duelo, la proporcion¨® Koeman en su alineaci¨®n titular dejando a Messi en el banquillo en una decisi¨®n que a la postre propici¨® una nueva exhibici¨®n del argentino, que logr¨® con su aparici¨®n en la segunda parte lo que parec¨ªa imposible: lograr que Griezmann marcara con una asistencia invisible y decidir por 5-2 un partido fundamental para los de Koeman y dejar claro que un poco de Messi, es much¨ªsimo.
La ausencia de Messi de entrada dibuj¨® un esquema de ataque con Pedri en la izquierda, Demb¨¦l¨¦ como extremo derecho, Ansu en punta y Griezmann como capit¨¢n general de media punta, su puesto preferido.
Y no se puede decir que el franc¨¦s estuviera mal en su cometido, porque sobre el papel cumpli¨® a la perfecci¨®n lo que se le orden¨®, pero otra cosa fue cuando se tuvo que plasmar en la pr¨¢ctica el plan dibujado. Lo del acierto del franc¨¦s de cara a porter¨ªa tom¨® tintes de fen¨®meno paranormal en la primera parte. Hace tiempo me explicaron que el colmo de la mala punter¨ªa era lo que le pas¨® a un amigo, que quer¨ªa ir a cazar con los mayores en el pueblo. Antes de sumarse a la partida, su t¨ªo le llev¨® al corral, cogi¨® un conejo, lo at¨® a un ¨¢rbol, le dio la escopeta y le orden¨® que disparara a un metro del animal. El chaval dispar¨® y acert¨® a la cuerda. El conejo, a¨²n debe correr por los montes de Soria. Ese parec¨ªa Griezmann.
El franc¨¦s tuvo cinco ocasiones claras para marcar en la primera parte. Fall¨® la primera en el minuto cinco, pero a diferencia de lo que pas¨® ante el Dinamo, no se hundi¨®, sigui¨® porfiando y fallando religiosamente. Incluso desperdici¨® un penalti a los 33 minutos. El primero que para Claudio Bravo en cuatro a?os.
Sin embargo, alrededor del gafe de Griezmann el Bar?a constru¨ªa juego ofensivo. Ansu era un incordio en punta y Demb¨¦l¨¦, imprevisible. Capaz de perder los balones m¨¢s sencillos y de inaugurar el marcador de un casta?azo descomunal a los 22 minutos.
Pero si en ataque el Bar?a produc¨ªa, en defensa, sufr¨ªa un boquete preocupante en su banda derecha, donde Tello y ?lex Moreno hac¨ªan lo que les daba la gana con Sergi Roberto y Demb¨¦l¨¦. Ten¨ªan una autopista que acabaron aprovechando en el descuento de la primera parte para que Sanabria empatara un partido que volvi¨® a empezar de cero cuando Messi ingres¨® en el terreno de juego en el puesto de Ansu Fati.
Y Messi hizo lo que parec¨ªa imposible: lograr que Griezmann marcara. Lo hizo dando una asistencia digna de un genio. Sin tocar la pelota demostrando que se puede ser el mejor sin correr y sin necesidad de impactar con el bal¨®n. Atrajo a los defensas, evit¨® el cuero y dej¨® al franc¨¦s a porter¨ªa vac¨ªa para que rompiera el malefici¨® del cazador de conejos.
El impacto del argentino en el partido fue definitivo. Diez minutos despu¨¦s de su asistencia invisible a Griezmann, facilit¨® a Demb¨¦l¨¦ un disparo que Mandi evit¨® con el codo en la linea de gol. Tras revisi¨®n de VAR, roja al argelino y nuevo gol desde los once metros para Leo, que fusil¨® a Bravo.
Pero el boquete de la banda derecha segu¨ªa franco para el Betis, que recort¨® distancia mediante Loren en la en¨¦sima internada de Moreno, pero en esta ocasi¨®n en el campo Messi, que cerr¨® cualquier debate con un golazo pleno de rabia que liquidaba un partido que sell¨® Pedri el d¨ªa que se demostr¨® que un poco de Leo es mucho, much¨ªsimo.