El futuro salva al Madrid
Un gol de Rodrygo a pase de Vinicius le dio la victoria al equipo de Zidane. Un Inter muy f¨ªsico consigui¨® equilibrar el 2-0 inicial. Cambios decisivos del t¨¦cnico franc¨¦s.
Se jug¨® el partido que quiso el Inter y lo gan¨® el Madrid, que vuelve a coger impulso en la Champions. Fue tras un duelo sin cuartel, que fatig¨® incluso la vista. Un ida y vuelta en el que se quemaron calor¨ªas por toneladas. Un ida y vuelta que pas¨® el desenlace de una mano a otra. Al Madrid se le fue una ventaja de dos goles y pas¨® el trago luego gracias a dos cambios providenciales de Zidane. Vinicius y Rodrygo llegaron del futuro con una soluci¨®n que parec¨ªa imposible. Entre los dos suman la edad de Joaqu¨ªn.
El Inter viene a dar la raz¨®n a quienes piensan que el f¨²tbol es el ¨²nico rinc¨®n de Italia al que no lleg¨® el arte. Un equipo de gran carga energ¨¦tica, en cierto modo industrial, sobrado de testosterona, protegido por tres centrales, ensanchado por laterales kilom¨¦tricos, con m¨¢s obreras que reinas en el panal del centro del campo y con dos delanteros acostumbrados a buscarse la vida sin auxilio. En Valdebebas le falt¨® Lukaku, ese cami¨®n que parece atropellarlo todo a su paso. Uno de esos nueves que se comen crudos a los centrales. Su ausencia desfigur¨® un poco a un equipo mimetizado con Conte, que fue m¨¢s nervio que juego y le fue bien. En definitiva, un hueso para el Madrid.
Al otro lado qued¨® un equipo blanco castizo, cl¨¢sico. En partidos as¨ª no se mueve Zidane del corto plazo. Juegan sus campeones, m¨¢s los que sustituyeron a los ca¨ªdos (Courtois por Keylor y Hazard por Cristiano, que no es lo mismo), m¨¢s Mendy, porque Marcelo es el primero de aquellos h¨¦roes a los que se les est¨¢ pasando el arroz. Un equipo de dinast¨ªa al que le cuesta regenerarse, pero con un alto sentido de la responsabilidad en partidos a todo o nada.
Ida y vuelta
El inicio fue una verbena, con una salida en tromba del Madrid, en la que Valverde parti¨® con el colmillo afilado en la primera presi¨®n. Por eso juega ¨¦l y no Modric. En tres minutos Handanovic le sac¨® un zurdazo a Asensio y a Valverde se le fue un derechazo alto por un palmo. Al Madrid le corri¨® el bal¨®n como en los mejores tiempos, pero aquello dur¨® un pesta?eo. Lo que vino despu¨¦s fue una r¨¢faga interista frente un equipo descolocad¨ªsimo en el repliegue: cabezazo de Barella al larguero, parada salvadora de Courtois ante Lautaro, al que no intimid¨® Ramos, y morterazo al lateral de la red de Vidal, un peligro para el Inter en la creaci¨®n y para el Madrid en la llegada. Todo en menos de un cuarto de hora. Un partido del g¨¦nero de aventuras.
Pasada la tormenta qued¨® un duelo m¨¢s convencional, esta vez inclinado hacia el Madrid, que enlaz¨® la jugada m¨¢s confitada de la temporada, en una secuencia perfecta Asensio-Lucas-Benzema-Valverde. Al urguayo le pill¨® desacomodado en el remate.
El error de Achraf
El partido se hac¨ªa casi intransitable desde el ¨¢rea propia. Una espera hiperactiva del error ajeno en la que Achraf fue el primero en equivocarse. Achuchado por Mendy intent¨® una cesi¨®n a Handanovic desde medio campo que le adivin¨® Benzema. El franc¨¦s sali¨® del trance con oficio: quiebro al meta y gol a puerta vac¨ªa. Su pareja volvi¨® a ser Hazard, que a¨²n anda buscando sus superpoderes y que dej¨® pocas huellas de su inmejorable pasado.
El gol aviv¨® aquella juerga en la que se defend¨ªa poco y mal. Eso trajo dos goles en dos minutos. Uno, ordinario: c¨®rner teledirigido de Kroos y cabezazo de Ramos. Otro, extraordinario: asistencia de tac¨®n de Barella a Lautaro aprovechada por el argentino. Dejar pasar aquella ocurrencia hubiese resultado condenable.
La respuesta temprana del Inter no le permiti¨® al Madrid ponerle orden a su ventaja. Por contra, el equipo de Conte se le meti¨® en el sal¨®n de casa en el comienzo de la segunda mitad, adelantando su presi¨®n y su zaga. La obsesi¨®n por el robo expr¨¦s fue cargando las piernas de unos y otros extraordinariamente. M¨¢s las del Madrid, cuyas l¨ªneas se volvieron vulnerables.
Vinicius y Rodrygo
Aquel desgaste alej¨® el partido de las ¨¢reas. Lo vio Zidane a la hora de juego y meti¨® m¨¢s energ¨ªa en las bandas con Rodrygo (19 a?os) y Vinicius (20), el Madrid del largo plazo. La cosa no marchaba. Y esas malas sensaciones llegaron al marcador. Una contra neroazzurra pill¨® fuera de sitio a Ramos y lo aprovech¨® Perisic con un remate de izquierda mordido pero eficaz.
A¨²n se trag¨® el Madrid dos contras de alt¨ªsimo riesgo. Lautaro y Perisic ganaron la batalla de la velocidad y perdieron la de la precisi¨®n. Pero al final tuvo la raz¨®n Zidane: Vinicius sali¨® como un galgo por la izquierda y cruz¨® un bal¨®n raso en el ¨¢rea para que el otro brasile?o, Rodrygo, dejase clavado a Handanovic con su derechazo. Fue, con su segundo gol del a?o, el salvavidas de un equipo que se ahogaba en el partido y en la clasificaci¨®n. Luego Benzema perdon¨® dos y alarg¨® la agon¨ªa. El partido no merec¨ªa otra cosa.