Hazard ya est¨¢ aqu¨ª
Un golazo del belga desatasc¨® al Madrid. Benzema, por dos veces, y Valverde remataron la faena y Ferreiro consol¨® al Huesca. La primera acci¨®n de Vinicius fue una asistencia a Karim.
Meti¨® un golazo Hazard, el primero en m¨¢s de un a?o, y la primera intervenci¨®n de Vinicius en el partido fue una asistencia a Benzema. As¨ª que la sobremesa le result¨® agradable al Madrid, que antes del descanso ya andaba mirando al Inter por el rabillo del ojo. Cada cambio de Zidane fue un indicativo de cu¨¢l es su plan para el martes. Apunten los que quit¨® (Lucas V¨¢zquez, Valverde, Casemiro, Asensio y Hazard) y tendr¨¢n medio equipo. El otro medio es a¨²n m¨¢s sencillo de averiguar. El Huesca empez¨® bien los dos tiempos y fue desvanci¨¦ndose luego. Tiene mejores intenciones que rematadores.
La terapia de pareja que recomend¨® Zidane tras escuchar la ins¨®lita estrategia de Benzema para dejar sin trabajo a Vinicius tuvo el desenlace esperado. El franc¨¦s en el campo y el brasile?o en la grada. Vinicius no le ha entrado por el ojo a Zidane. Es jugador de quita y con el lastre a?adido de que el gran fichaje de los dos ¨²ltimos a?os juega exactamente donde a ¨¦l le gusta y resulta que ahora parece recuperado despu¨¦s de quince meses de convalecencia activa. As¨ª que Zidane no esper¨® m¨¢s y puso a Hazard, que va con notable retraso respecto a su reputaci¨®n y a su sueldo, aunque comenz¨® a pagar su deuda. Y, escaldado, el franc¨¦s redujo la rotaci¨®n al m¨ªnimo: Marcelo por Mendy (hace tiempo que el brasile?o s¨®lo est¨¢ para citas menores) y Militao por Varane, que lo hab¨ªa jugado todo. Arriba no hay alternativas reales vistas las cifras de Rodrygo, Jovic y Mariano.
El sesteo
El asunto comenz¨® como acostumbra en los ¨²ltimos tiempos: minutos de soser¨ªa extrema y un aviso visitante serio, cuando Rafa Mir, uno de esos delanteros cuya trayectoria se ralentiza inexplicablemente, le gan¨® un esprint a Militao y dispar¨® al lateral de la red. Ordenado en un 4-3-3 esta vez, el Huesca fue tal como lo pintan: un equipo con aires de clase media, aunque la tabla le coloca en las afueras. No le da la espalda al bal¨®n, m¨¢s bien al contrario, y es ambicioso en la presi¨®n. El zurdo Mosquera, de larga trayectoria en la cantera blanca, mueve los hilos y el resto se despliega con buen sentido. Mosquera es el libro de instrucciones del equipo: una salida limpia de pelota y una apuesta decidida por el f¨²tbol combinativo. El gol es otra cosa. Ah¨ª anda en n¨²meros de reci¨¦n ascendido.
Enfrente encontr¨® un Madrid de baj¨ªsima actividad en los inicios. Nadie jug¨® al espacio, nadie le dio marcha a la circulaci¨®n. Sin Kroos, el canciller del centro del campo, le cuesta al Madrid poner esa m¨²sica. El Huesca se anticip¨® a cada uno de aquellos movimientos pesados que conclu¨ªan, a menudo, con centros al ¨¢rea sin provecho.
El supergol
Tard¨® 26 minutos en rematar por primera vez a puerta, en cabezazo de Ramos en posici¨®n de ariete. No descarten que su paso por ah¨ª deje de ser coyuntural. Y encontr¨® respuesta r¨¢pida del Huesca: Sergio G¨®mez remat¨® fuera, muy forzado, un pase de fantas¨ªa de Ontiveros. Y entonces apareci¨® el Hazard que fich¨® el Madrid, para sacarse un gol de la nada. Un tanto de birlibirloque. Tom¨® la pelota a 20 metros de la porter¨ªa del Huesca, se la prepar¨® con la derecha y mand¨® un ob¨²s imparable con la izquierda para el que no hubo respuesta. La escuet¨ªsima celebraci¨®n fue casi tan inexplicable como el remate: llevaba 392 d¨ªas sin marcar y lo festej¨® con el entusiasmo de quien recibe un requerimiento de Hacienda. Ah¨ª se acab¨® el partido. Cinco minutos despu¨¦s, Benzema mat¨® con el pecho un centro pasado de Lucas V¨¢zquez y lo cruz¨® con la elegancia que acompa?a a su carrera. El 2-0 que necesitaba el Madrid para cerrar el archivador de LaLiga y abrir el de la Champions, en la que ha entrado derrapando.
Michel hizo un ¨²ltimo intento metiendo a sus dos mejores jugadores de banda, Ferreiro y Javi Gal¨¢n, tras el descanso y luego a Sandro, para doblar su ataque, pero el partido se le hab¨ªa marchado ya al Huesca. M¨¢s tras el tercer gol blanco, un invento de Benzema, que hizo volar la pelota como un dron de lado a lado del ¨¢rea para que Valverde la cruzase a la red de derechazo inmisericorde.
Con la vista en el Inter
Zidane tambi¨¦n dio por acabado el partido. Quit¨® a Lucas V¨¢zquez, el ¨²nico apto para jugar de lateral derecho, una venda antes de la herida, y meti¨® a Vinicius por Hazard. El asunto tuvo su guasa. La primera pelota del brasile?o, ganada al esprint, concluy¨® con una gran asistencia a Benzema, que remat¨® el bal¨®n mordido. Una reconciliaci¨®n imperfecta pero la constataci¨®n de que el brasile?o juega con ¨¦l y no contra ¨¦l. El Huesca se consol¨® con el gol de Ferreiro, en jugada urdida por Sandro y Rafa Mir, Benzema mejor¨® su registro con otro tanto y Rodrygo dej¨® alg¨²n apunte de lo que quiere ser y a¨²n no es. Desde la grada lo vio todo Jovic, que no est¨¢ ni para los minutos de ba?o y masaje.