Un Cl¨¢sico a puerta cerrada: ?Barcelona o Real Madrid, a qui¨¦n le ha ido mejor sin p¨²blico?

Llega el d¨ªa 'C'. Con 'c' de Cl¨¢sico. El partido por antonomasia tanto dentro como fuera de nuestras fronteras se enfrenta a la nueva normalidad, con la historia de la antigua como carta de presentaci¨®n. Las gradas del Camp Nou estar¨¢n vac¨ªas y las gargantas s¨®lo se quebrar¨¢n en los hogares y en los bares. Cuando el ¨¢rbitro haga sonar el silbato a las 16:00 horas del s¨¢bado 24, Barcelona y Real Madrid pondr¨¢n en marcha un partido en el que no habr¨¢ jugador n¨²mero 12. El pasado mes de marzo la pandemia obligaba a cerrar las puertas del f¨²tbol y, en nuestro pa¨ªs, la lucha contra la expansi¨®n de la misma no ha permitido que vuelvan a abrirse. Habitualmente se entiende como algo positivo contar con la afici¨®n a favor del conjunto local, pero seguro hay malas rachas en las que se agradece la ausencia del sonido del viento. As¨ª, en lo que respecta a jugar a grada vac¨ªa, ?c¨®mo les habr¨¢ ido a Bar?a y Madrid sin p¨²blico en los estadios? Echemos un vistazo.

M¨ªnima ventaja blanca convertida en trofeo liguero

El Real Madrid ha jugado 18 partidos a puerta cerrada desde la clausura de los estadios, por los 17 disputados por el Bar?a. 13 victorias, 2 empates y 3 derrotas madridistas, que suponen 41 puntos de los 54 posibles (2.3 por partido). 11 triunfos, 4 empates y otros 3 partidos perdidos por parte blaugrana, 37 puntos de los 51 posibles (2.2 por partido). Una diferencia m¨ªnima que se acrecenta si tomamos s¨®lo los partidos ligueros. En Champions, el Madrid perdido sus dos partidos sin p¨²blico (ante City el pasado a?o y el bochorno ante el Shakhtar), mientras que el Bar?a gan¨® dos (al N¨¢poles en octavos del pasado a?o y al Ferencvaros esta semana) y s¨®lo perdi¨® uno, aunque muy sonado (el 2-8 ante el Bayern). Esta eficacia liguera llev¨® a Zidane y a sus hombres a voltear un campeonato que Seti¨¦n y los suyos ten¨ªan de cara cuando el virus se inmiscuy¨® en el devenir futbol¨ªstico.

Las diez victorias y el empate que encadenaron desde la capital en las ¨²ltimas once jornadas, tras el reinicio, pasaron por la derecha a un Bar?a que sum¨® de uno en uno en demas¨ªa (7 victorias, 3 empates y una derrota en el rush final). Utilizando el Alfredo di St¨¦fano como argamasa de un esquema sin fisuras, la ausencia de p¨²blico tanto en casa como fuera jug¨® a favor de un Real Madrid que se centr¨® en ganar y dej¨® el gustar en un segundo plano. El Bar?a, por su parte, quiz¨¢s hubiese necesitado alg¨²n que otro silbido que les hubiese recordado que sin intensidad no se superan rivales.

En lo que al Camp Nou respecta en Liga, los resultados no son negativos para el Bar?a, aunque tienen una excepci¨®n que pesa m¨¢s que la propia regla. Siete partidos, cuatro victorias, dos empates (ante el Atleti el curso pasado y el Sevilla, este) y el suicidio final ante Osasuna (1-2). Una sola derrota, esta ¨²ltima, que le hubiera costado una sonora pa?olada tanto a la plantilla como, especialmente, a Bartomeu y a su cuerpo directivo. El Madrid, por su parte, no conoce la derrota liguera fuera de casa con la grada vac¨ªa, ya que su ¨²nico partido perdido en la competici¨®n dom¨¦stica lleg¨® en el Di St¨¦fano ante el C¨¢diz. Aunque, gracias a esa derrota, se quit¨® de encima la maldici¨®n del liderato y llegar¨¢ libre de pecado, pero en racha dudosa, al Cl¨¢sico.

?ltimo precedente, con p¨²blico sobre la bocina

El ¨²ltimo Cl¨¢sico se disput¨® el pasado 1 de marzo. Con el cierre ya barrunt¨¢ndose. Sin embargo, casi 80.000 personas asistieron en el Bernab¨¦u al asalto blanco al liderato, gracias a una media hora final cargada de empuje, coraz¨®n y la pegada de la que normalmente adolece el equipo. Dos goles, uno de Vinicius, peleado con la punter¨ªa, y otro de Mariano, peleado con los minutos, sellaron un triunfo a la antigua que sentar¨ªa las bases de la remontada en medio de la nueva normalidad.