Un campe車n seco
El Madrid mand車 mucho y remat車 poco. Parada salvadora de Courtois. Varane se redimi車. Debutaron Marvin y Arribas. La Real sac車 rentabilidad a su defensa.
No marc車 el Madrid y ni siquiera cuando apret車 el reloj amag車 Zidane con sacar a los dos nueves (Jovic y Mayoral) que le acompa?aban en el banquillo. Prefiri車 dos canteranos, ninguo de ellos ariete. Qui谷n sabe si fue un mensaje directo al club, huidizo del mercado. Se va a hacer larga la espera por Mbapp谷. Y las dos eliminaciones recientes en octavos de Champions apuntan a que el recorrido continental no ser芍 largo sin p車lvora. Domin車 mucho a la Real y tuvo momentos de equipo autoritario, pero en el 芍rea adversaria qued車 en nada. El equipo de Imanol acept車 su papel gregario, dej車 ir dos oportunidades y dio por bueno un punto. Demasiadas bajas para pensar en algo m芍s.
Fue un golpe sorpresa. Casemiro en el banquillo. Nadie en la garita en Anoeta y ante la Real, un equipo que con Imanol Alguacil ha adquirido un notable aire de distinci車n, aunque la pandemia ech車 agua al vino. Al brasile?o le quit車 el sitio Odegaard, fichaje a la fuerza (pareci車 quedar a medias su m芍ster en San Sebasti芍n) ante las estrecheces de tesorer赤a por la evaporaci車n forzosa del p迆blico. Odegaard es uno de esos viej車venes que de cuando en cuando da el f迆tbol. Tiene solo 21 a?os y lo ha visto ya casi todo. Casi todo menos el Madrid, que no es cambiar de aires ni de equipo sino de planeta. El suyo ha sido un proceso de maduraci車n lento, pero parece listo para el salto.
Hace tiempo que Zidane no sale ni a bajar la basura sin Casemiro. Cada quinta tarjeta, constipado o similar del brasile?o hac赤a temblar al Madrid, que para ese puesto de vigilante jurado en el centro del campo no tiene futbolista similar. Hubo un tiempo en que por ah赤 pretendieron colar a Kroos, pero la aplicaci車n defensiva del alem芍n no fue la esperada. Tampoco cuaj車 Llorente y el club dej車 de buscar. Es dif赤cil gastar mucho dinero en jugadores as赤, m芍s hechos para el entrenador que para el espectador. Pero Zidane a Odegaard no le ve de otra cosa que no sea de enganche, papel muy en desuso en el Madrid, y ese puesto, con dos extremos, invalida un centrocampista. As赤 que orden車 al equipo en un 4-2-3-1, con Kroos y Modric en la sujecci車n del grupo y sin el brasile?o para cachear a los centrocampistas donostiarras.
La Real, con nueve bajas, tampoco tuvo a David Silva de salida. El COVID ha retrasado la puesta a punto de un jugador llamado a portar la bandera txuri urdi?. Sin 谷l ni Zubeldia se le fue la pelota, de la que se apoder車 un Madrid m芍s poderoso que el que despidi車, campe車n, el curso pasado. El partido, de salida, fue de Kroos, el pie que meci車 la cuna al primer toque, dirigiendo largu赤simas combinaciones. El remate ya fue otra cosa.
Benzema y Courtois
Vinicius, que dirige su carrera entre acelerones y frenazos, anduvo emprendedor, pero no ha superado el 迆ltimo curso de pase. Rodrygo, al otro lado, se mostr車 m芍s t赤mido. Su visibilidad es mucho menor si no le acompa?a el gol. Y a Benzema, el 迆nico gal芍ctico que queda en pie, le lleg車 poco medianamente rematable.
Lo mejor de la Real sucedi車, en la primera mitad, a espaldas de la pelota. Sus centrales ocultaron mucho a Benzema y sus laterales resistieron a los brasile?os del Madrid y los arranques en largo de Mendy. Imanol retras車 sin disimulo a Oyarzabal para fortalecer el dique en el centro del campo y as赤 pas車 el equipo la primera mitad, entre encogido y protegido, m芍s sometido que amenazado.
A efectos contables quedaron un disparo desviado y una clar赤sima ocasi車n de Benzema, errada tras sentar a Remiro, varios centros inconclusos y una media vuelta a quemarropa de Sergio Ramos que sac車 Aihen con el muslo y una mano no punible. El goteo de ocasiones fue derivando en torrente hasta que al otro lado Courtois, que estaba de m芍s, se vio obligado a sacarle un mano a mano a Isak. En paradas as赤 se sujet車 parte del t赤tulo del Madrid. Y a vuelta de vestuario, Barrenetxea, el blanquiazul m芍s relampagueante, cruz車 en exceso su volea tras excelent赤simo pase de Oyarzabal, cuyo aparici車n equilibr車 mucho el partido.
La Real, a partir de entonces, tambi谷n tuvo respuesta. Aceptando cierta reclusi車n, su contragolpe tuvo m芍s intenci車n. La falta de preparaci車n de uno y otro fue abriendo las l赤neas, alargando las distancias, abriendo brechas. Imanol decidi車 tirar de Silva y coloc車 de nueve a Oyarzabal. Un cambio justificado porque Isak nunca fue amenaza para los centrales del Madrid.
La respuesta de Zidane fue meterle pulmones al partido, Casemiro y Valverde, m芍s otra sorpresa, Marvin, una de esas flechas que hicieron al Madrid juvenil campe車n de Europa este mismo verano. Las grandes crisis sacan a flote a la cantera y vuelven atrevidos a los entrenadores.
Sin gas
La falta de combustible hizo que el encuentro quedase en el alambre. Al Madrid le faltaba finura para sacar algo de su juego interior, contra el que parecieron muy advertidos Elustondo y Le Normand, ambos magn赤ficos. Y a la Real le perd赤a la falta de precisi車n en sus salidas, muchas de ellas francas, con el equipo de Zidane muy desabrigado. Result車 tit芍nica en esa fase la labor de Varane, al que el partido de Manchester le perseguir芍 durante mucho tiempo.
Y as赤, en medio de una fatiga extrema que fue quit芍ndole toda la sustancia anterior, acab車 el partido. A迆n tuvo tiempo Zidane de hacer debutar a Arribas, uno de esos juveniles descarados que educa Ra迆l. Qued車 para la estad赤stica pero no pudo ya cambiar el rumbo de un duelo que reitera el aviso al campe車n. Sin gol no se va lejos.