El primer ascenso del Espanyol, ante el Mallorca en el Bernab¨¦u
Hasta tres partidos debieron disputarse en la eliminatoria de la temporada 1962-63, que termin¨® con una comitiva multitudinaria de El Prat a la Merc¨¨.
¡°Contra viento y marea, el Espanyol a Primera¡± fue la pancarta que popularizaron un grupo de aficionados pericos durante la temporada 1962-63, la del debut en Segunda Divisi¨®n a lo largo de la historia del club. Un lema que culmin¨® en el Santiago Bernab¨¦u, el 23 de mayo de 1963, con el Mallorca como adversario. Contrincantes ahora de nuevo en Segunda.
Hasta llegar a ese punto, hab¨ªa desechado el Espanyol un ascenso directo que ten¨ªa en la palma de la mano, semanas antes contra el Pontevedra, que s¨ª lo consigui¨® al imponerse contra pron¨®stico (1-2) en un estadio de Sarri¨¤ que se hab¨ªa preparado para lo mejor, pero que se llev¨® un chasco. As¨ª que le toc¨® a los pericos, segundos finalmente en la clasificaci¨®n, disputar una promoci¨®n de ascenso frente a un Mallorca que hab¨ªa quedado cuarto por la cola en Primera. Sin embargo, el reto no se consigui¨® en Barcelona. Ni en Palma. Fue en Madrid.
Golpe¨® primero el Espanyol, 2-1 en Sarri¨¤ el 12 de mayo, con goles de Casta?os, Boy (menorqu¨ªn, para m¨¢s se?as), y de Pepillo por parte bermellona. Pero en Mallorca aguardaba un ambiente incre¨ªblemente hostil, con lanzamientos de piedras al autocar del conjunto blanquiazul, incluso a aficionados.
Y con otro 2-1, esta vez a favor del equipo de Jaime Turr¨®, que se adelantaba mediante un tanto de Bergara I, recib¨ªa el empate en un penalti ejecutado por Dom¨ªnguez y tambi¨¦n de pena m¨¢xima, ¨¦sta por unas manos muy discutibles de Bartol¨ª, igualaba la eliminatoria, en los pies del exbarcelonista Sampedro.
Pero entonces no hab¨ªa pr¨®rroga, ni penaltis, sino que el desempate se dirim¨ªa en un tercer partido y en campo neutral, al estilo ingl¨¦s. Y Chamart¨ªn fue el escenario escogido, un jueves festivo, por lo que miles de seguidores del Espanyol viajaron hasta Madrid. Una aut¨¦ntica final.
No fue hasta un cuarto de hora antes del final cuando Id¨ªgoras pon¨ªa todo el cuerpo, y especialmente la nariz, para rematar con dicho ap¨¦ndice un c¨®rner botado por Boy para avanzar a los pericos. Estuvo a punto de igualar Bergara, pero el 1-0 se mantuvo hasta el final para que el Espanyol materializase su primer ascenso a Primera y para que los jugadores mantearan a su entrenador, Heriberto Herrera.
Pero la fiesta no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar. El avi¨®n Superconstellation de Iberia, tal como hizo constar Juan Segura Palomares en su ¡®Cent anys d¡¯hist¨°ria del RCD Espanyol de Barcelona¡¯, aterriz¨® en un aeropuerto de El Prat repleto de aficionados, que siguieron con sus coches y su bandera a la comitiva de jugadores hasta la bas¨ªlica de la Merc¨¨, donde se ofici¨® una acci¨®n de gracias.
Y d¨ªas despu¨¦s se disput¨® un triangular en Sarri¨¤ contra el Athletic de Bilbao y la Portuguesa Desportos para alargar una celebraci¨®n que tuvo al Mallorca como damnificado. Casi tres d¨¦cadas m¨¢s tarde, en otra promoci¨®n, llegar¨ªa su revancha.