Mourinho empieza con mal pie en el debut de James
Ni James ni Digne, el hombre del partido fue sin duda un Richarlison que estuvo enorme para asaltar la capital.

Hasta hoy, Mourinho no hab¨ªa perdido nunca un partido inaugural de la Premier League. Nunca en todos sus a?os como entrenador en Inglaterra, donde ha pasado la mayor parte de su carrera. Ha tenido que ser hoy, en el debut de James como jugador toffee ¨C en el que ha dejado varias pinceladas del talento que atesora-, cuando el portugu¨¦s ha doblado por fin la rodilla. El problema, m¨¢s all¨¢ del baj¨®n que supone perder los tres primeros puntos, es que el Tottenham es, de largo, el equipo que menos ilusi¨®n genera de los seis grandes de la competici¨®n, y, con lo visto en el Nuevo White Hart Lane, esas sensaciones parecen confirmarse.
Un partido de los spurs bastante plano, salvo por los eventuales latigazos de Heung-Min Son, que se empe?a en demostrar que quiz¨¢s sea ¨¦l la estrella de este equipo. Suyas fueron las jugadas m¨¢s peligrosas de los suyos y suya fue la asistencia, por ejemplo, para que Dele Ali pudiese abrir el marcador sobre la media hora de juego, pero el ingl¨¦s, al que ya se le tiene que exigir mucho m¨¢s, no fue capaz de superar a Pickford en el mano a mano.
Por el camino, James Rodr¨ªguez, quien tras su a?o de ostracismo a las ¨®rdenes de Zidane en Madrid demostr¨® que la Premier puede adaptarse perfectamente a sus caracter¨ªsticas. Un par de disparos con rosca al palo largo desde la frontal, y alguna que otra asistencia con su zurda m¨¢gica a la espalda de la defensa, dejaron buenas sensaciones para un jugador que lleva demasiados a?os siendo irregular y que necesita encontrar su sitio en un proyecto de una vez por todas. De la mano de Ancelotti, quien le vio triunfar en el Real Madrid, puede hacerlo.
Pero fue otra zurda, tambi¨¦n la de un viejo conocido de La Liga como Lucas Digne, la que puso un centro delicioso en el ¨¢rea para que Calvert-Lewin conectase un cabezazo inapelable al fondo de la red. Nada que objetar para Lloris, que tampoco tuvo demasiado protagonismo en el resto de un partido en el que ni Doherty ni Hojgjberg, los dos fichajes, fueron un factor diferencial. Por el lado del Everton, ni James ni Digne, el hombre del partido fue sin duda un Richarlison que estuvo enorme para asaltar la capital.