Parejo, entre los gestos de cari?o y los galones
El madrile?o, ya jefe de la medular del Villarreal, no se escondi車 en su reencuentro con el Valencia pese a la derrota de su equipo.
Dani Parejo se ha pasado nueve a?os de su carrera en el Valencia. 383 partidos con el murci谷lago en el pecho dieron para mucho. Aquella Copa de Sevilla llevaron al de Coslada al altar de los elegidos. Parejo levant車 al cielo el 迆ltimo t赤tulo ch谷. De todo aquello s車lo han pasado 15 meses, parece una eternidad. El presente de Dani es amarillo y aunque s車lo lleva unas semanas en el Submarino tambi谷n parece que han pasado siglos.
El Villarreal est芍 viendo ya al Parejo de siempre, al que luce galones en el campo y transmite a sus compa?eros, con el '5' en la espalda. Poco le importa al madrile?o tener enfrente al club de sus amores, a la entidad que le hizo llorar en su despedida. Parejo nunca se esconde y en su reencuentro con el pasado tampoco lo iba a hacer.
Parejo vivi車 un d赤a raro, distinto. Aunque s車lo era un amistoso, el morbo estaba ah赤. Nada m芍s llegar a Pinatar se fue encontrando con sus excompa?eros. En ese momento, empezaron las muestras de cari?o. Con Paulista mantuvo una larga charla. La complicidad y las risas con el brasile?o se escucharon desde la otra punta del campo. Javi Gracia le miraba atentamente desde el banquillo, consciente de que este a?o todav赤a necesita un referente en la medular. Cuando empez車 el bal車n a rodar, Parejo apart車 los sentimientos. No luci車 el brazalete, pero mand車 y orden車 como hizo tantas veces vestido de blanco y negro. El hecho de ser un bolo veraniego le dio para conversar durante el duelo con sus ex. Charl車 con Vallejo, con Maxi y se disculp車 con Mangala tras darle un pelotazo en una falta.
El madrile?o jug車 los 90 minutos y fue uno de los l赤deres del Villarreal. No tard車 ni un segundo en felicitar a Chukwueze por el gol, en otra muestra de implicaci車n. Protest車 saques de banda y fueras de juego, como si hubiesen puntos en juego. Hasta se march車 amonestado por frenar una contra y enfadado, con la derrota.
Con Coquelin, el otro que se mud車 este verano, se entendi車 bien, como hizo tantas tardes en Mestalla. Parejo se march車 con una sonrisa y con el reconocimiento de sus excompa?eros, no sin antes mantere una larga conversaci車n con su gran amigo Wass y con Chema Sanz. Fue un d赤a extra?o, pero nada que ver cuando le toque visitar Mestalla y rebroten todos esos sentimientos con la vuelta a casa.