Hansi Flick hizo latir el coraz¨®n de gran campe¨®n del Bayern
Nadie duda de la capacidad t¨¦cnica de Flick. Tampoco de su experiencia en los banquillos (fue ayudante de L?w en el Mundial que gan¨® Alemania), pero lo que le define es su coraz¨®n.


Hace 296 d¨ªas, el 2 de noviembre de 2019, el Bayern estaba por los suelos. Se vio arrollado por el Eintracht de Frankfurt, que le endos¨® un dur¨ªsimo 5-1 al entonces pentacampe¨®n de Europa. Ese palo en may¨²sculas supuso un antes y un despu¨¦s para un equipo que, bajo las ¨®rdenes de Niko Kovac, no plasmaba sobre el c¨¦sped lo que llevaba en sus botas. La siempre consecuente c¨²pula del hist¨®rico de la Bundesliga no tard¨® en reaccionar. Destituy¨®, de inmediato, al t¨¦cnico croata y le entreg¨® las riendas de la plantilla a un interino que, cerca de diez meses despu¨¦s, ya es eterno en la capital b¨¢vara: Hansi Flick.
Muchos se preguntar¨¢n c¨®mo es posible que el segundo de Kovac haya exprimido un equipo que lleg¨® a andar en s¨¦ptima posici¨®n de la Bundesliga en oto?o (la termin¨® ganando, al igual que la Pokal). ?C¨®mo fue capaz de unir a un vestuario con tantas vacas sagradas que, en su momento, no dudaron en sentenciar a Kovac ante la directiva para exigir un cambio de rumbo en el club? Desde el seno de la entidad apuntan al alma. Nadie duda de la capacidad t¨¦cnica de Flick. Tampoco de su experiencia en los banquillos, donde lleg¨® a ser el cerebro de Joachim L?w en la conquista de la cuarta Copa del Mundo para la Mannschaft. Pero lo que verdaderamente le define, es su coraz¨®n.
El Bayern tiene magia en sus botas. Siempre la tuvo. Robert Lewandowski es un ca?¨®n. Manuel Neuer parece llevar imanes en sus guantes y Joshua Kimmich encarna ese gen guerrero que, por historia, defini¨® al conjunto del Allianz Arena. Eso s¨ª, necesitaba de un catalizador que fuera capaz de canalizar todo ese potencial que escond¨ªa bajo la indumentaria rojiblanca. Y justo ah¨ª aparece Flick. Una persona pausada. Cordial, pero siempre directa y sin tapujos. Justo como las adoran en M¨²nich. Se hizo cargo del equipo y lo que pas¨® despu¨¦s fue memorable: 34 victorias y tan solo dos derrotas. 108 goles a favor y 26 en contra. Y ese triplete que quedar¨¢ para la eternidad.
Flick entendi¨® desde un principio que la clave estaba en unir al vestuario. Existe una imagen que define a la perfecci¨®n lo que las estrellas del Bayern sienten por ¨¦l: Javi Mart¨ªnez, destrozado en octubre de 2019 por no tener el protagonismo deseado en un equipo que se encontraba en pleno cambio de ciclo, lloraba en el banquillo del Allianz Arena. A su lado, abrazado al camp¨¦on del mundo espa?ol y consol¨¢ndole: el entonces asistente de Kovac, Hansi Flick. Siempre supo tocarle la fibra a sus pupilos. Y ellos no dudaron en devolv¨¦rselo a partir del momento en que se convirti¨® en primer entrenador de los muniqueses. Fue amor a primera vista.
Otro ejemplo es el de Thomas M¨¹ller. El campe¨®n del mundo con la selecci¨®n germana en 2014 no contaba para Kovac y, tal y como lleg¨® a admitir meses despu¨¦s, estuvo buscando nuevo destino ante la situaci¨®n que estaba sufriendo en el club de su vida. Fue llegar Flick y vivir un renacimiento que le ha convertido en un pilar del segundo equipo de la historia que consigue alzar su segundo triplete despu¨¦s del FC Barcelona (2009 y 2015). Flick le entreg¨® galones. Y M¨¹ller respondi¨®, entre otros registros, batiendo el r¨¦cord de asistencias de la Bundesliga con 21 pases de gol. El recado de M¨¹ller para Kovac despu¨¦s de alzar la orejona en Lisboa son¨® hasta en M¨®naco: "Creo que he demostrado que mi sitio, todav¨ªa, no est¨¢ en el contenedor de vidrios reciclables", subray¨®.
Flick relanz¨® a todos. Boateng volvi¨® a ser aquel central fiable que lider¨® la Mannschaft en 2014. Lewandowski dio el paso definitivo hacia el estrellato al que est¨¢ llamado. Y Neuer volvi¨® a ser el Neuer de siempre. Parece un cuento de hadas. Y lo es. Sobre todo teniendo en cuenta que Flick lo escribi¨® en un momento en que el club se sumergi¨® en una renovaci¨®n que alcanz¨® todos sus estamentos. Sobre el verde, Kimmich, Goretzka y Davies fueron destinados a reemplazar a los Schweinsteiger, Robben y Rib¨¦ry del pasado. En la planta noble, Oliver Kahn ingres¨® en la junta directiva b¨¢vara para, en un futuro, heredar el cargo de Karl-Heinz Rummenigge en la sala de mandos del club. Al igual que Hasan Salihamidzic, ex correcaminos sobre el terreno de juego, en el que Uli Hoeness percibi¨® ese talento con el que ¨¦l form¨® el Bayern de hoy d¨¦cadas atr¨¢s.
Nadie pudo saber que el ¨¦xito llegar¨ªa tan pronto. El Bayern siempre fue conocido en el mundo del f¨²tbol por su seriedad y serenidad a la hora de competir. El once que aline¨® en la final de Lisboa frente al PSG cost¨® alrededor de la mitad de los 222 millones de euros que la billetera catar¨ª pag¨® por hacerse con los servicios de Neymar. El dinero no siempre gana. Ganan la soberbia, el alma y el coraz¨®n. Ese coraz¨®n que Flick supo reanimar tras aquella tarde oscura en Frankfurt y que hizo latir diez meses despu¨¦s en Lisboa. El coraz¨®n del Bayern. Del Bayern de siempre.