El Bayern es humano
El equipo alem¨¢n se jugar¨¢ la Champions ante el PSG gracias a dos goles de Gnabry y uno de Lewandowski ante un buen adversario abandonado por la punter¨ªa.

Ni Messi, ni el matagigantes galo, ni nadie. Este Bayern de M¨²nich es un vendaval que deja tierra quemada all¨¢ por donde pasa. La ¨²ltima v¨ªctima del equipo de killers b¨¢varos fue un Lyon saliente del subid¨®n de tumbar a la Juve de Cristiano y al City de Pep. Part¨ªa con las esperanzas de volver a dar la campanada contra un grande, pero esta vez s¨ª se top¨® con un hueso demasiado duro de roer. Acompa?ado de algo de sufrimiento, pero con la misma eficacia con la que mand¨® a la tumba al Bar?a, el ej¨¦rcito comandado por Flick meti¨® tres a los de Rudi y se plant¨® en una final en la que Neymar y Mbapp¨¦ son los ¨²ltimos obst¨¢culos ante el segundo triplete despu¨¦s de 2013. Dec¨ªa la estrella francesa del PSG que prefer¨ªa al Lyon en el acto de clausura en Lisboa. Normal.
Si los parisinos quieren alzar la primera orejona de su historia, tendr¨¢n que endosar al campe¨®n de la Bundesliga su primera derrota desde el 7 de diciembre del pasado a?o. Eso s¨ª, el Goliat teut¨®n, como todos los gigantes, tambi¨¦n tiene su peque?o tal¨®n de Aquiles que le convierte en vulnerable. Ese peque?o d¨¦ficit se encuentra justo a la espalda de Boateng y Alaba, dos centrales sobre los que cae todo el peso del planteamiento de su equipo. El Bayern vive de presionar la salida de bal¨®n de su rival con multitud de jugadores. En la mayor¨ªa de ocasiones, tal y como puso a prueba ante el Bar?a, suele recuperar el cuero de inmediato y poner en serios apuros a la zaga. Eso s¨ª, cuando el oponente se libera, se suele encontrar con incontables autopistas que pasan entre los defensas adelantados y conducen directamente hacia el marco de Neuer.
Lo sab¨ªa Rudi y mand¨® correr a Depay y Ekambi cuando los suyos consiguieran sacar el cuero jugado. Y corrieron. Tambaleaba el Bayern cuando ambos se plantaron, solos como la una, delante de un Neuer que tuvo que trabajar m¨¢s durante el primer cuarto de hora de partido que en todo el partido ante el Bar?a. El primero en quedarse solo ante el meta alem¨¢n fue Depay. Thiago cometi¨® un error impropio en la construcci¨®n, Caqueret la mand¨® en profundidad y el disparo del delantero holand¨¦s se march¨® fuera. Rozando el palo. Fue una inyecci¨®n de adrenalina para el Lyon. Empez¨® a cre¨¦rselo. Y volvi¨® a hacer temblar los cimientos del campe¨®n germano en un disparo de Ekambi que se estrell¨® en el palo. Sin embargo, y muy a diferencia del partido frente al City, dej¨® con vida al Bayern. Y lo pag¨®. Car¨ªsimo.
No tard¨® ni un minuto el Bayern en castigar la falta de punter¨ªa lionesa en una verdadera obra de arte de Gnabry. Se qued¨® con ganas el internacional alem¨¢n tras su gol al Bar?a y abri¨® el pase a la final. El ex del Bremen recibi¨® en banda, empez¨® un eslalon que redujo la funci¨®n de los componentes de la retaguardia francesa a la de conos de tr¨¢fico y finaliz¨® una jugada de pura calidad con un zurdazo desde fuera del ¨¢rea a media altura. Fue el principio del final para el Lyon. Era inevitable, sobre todo teniendo en cuenta que, con el resultado ya a favor, los de Flick empezaron a gustarse. Especialmente Gnabry. Andaba desatado. Lewandowski no logr¨® fusilar a Lopes tras un centro raso de Perisic desde la izquierda, pero tan solo unos metros detr¨¢s del polaco apareci¨® el extremo para sentenciar el choque.
Habr¨ªa podido haber m¨¢s fiesta, pero M¨¹ller y Lewandowski no anduvieron igual de finos que el pasado viernes. Tampoco Perisic, que se qued¨® solo ante Lopes nada m¨¢s comenzar la segunda mitad. Fue la muestra de que los depredadores del? Bayern, aunque no lo parezca, tambi¨¦n est¨¢n hechos de carne y hueso. Le sirvi¨® a los de Rudi para intentarlo una ¨²ltima vez m¨¢s. Evitar lo inevitable. E hizo m¨¦ritos para volver a meterse en el partido. Lo que pasa es que los muniqueses, adem¨¢s de un engranaje de jugadores concebido a la perfecci¨®n, tambi¨¦n disponen de un salvavidas en la porter¨ªa. Tuvo que aparecer Neuer, una vez m¨¢s, contra un Ekambi que se plant¨® solo ante el marco alem¨¢n, para sacar un remate del ex del Villareal con el pie derecho. El Bayern se sacudi¨®, Lewy hizo el tercero (el de Coutinho lo anul¨® el linier) y llev¨® el buque a tierra firme. Un buque que navega rumbo al triplete, pero tripulado por humanos. Qued¨® claro ayer. Y Neymar habr¨¢ tomado nota.