Di Mar¨ªa vale por una final
El PSG venci¨® por 3-0 al RB Leipzig en una exhibici¨®n de los parisinos, que jugar¨¢n el domingo su primera final de la Copa de Europa. Ya esperan a Bayern o Lyon.
El PSG ha necesitado nueve a?os desde la llegada de AL-Khela?fi para jugar su primera final de la Champions. Los parisinos vencieron al RB Leipzig por un contundente 3-0 y se convirtieron en el primer equipo franc¨¦s tras el M¨®naco en 2004 en llegar a la final de la m¨¢xima competici¨®n europea.
Tuchel fue el primero en mover pieza en una batalla t¨¢ctica que se preve¨ªa apasionante. El t¨¦cnico del PSG decidi¨® sentar a Mauro Icardi para jugar con Neymar, Mbapp¨¦ y Di Mar¨ªa en ataque. El Leipzig es un equipo que presiona similar a la Atalanta y el argentino es un delantero que sufre en contextos en los que se pasa la mayor¨ªa del partido fuera del ¨¢rea. Paredes fue la novedad en el centro del campo y Sergio Rico ocup¨® la baja de Keylor Navas. Por su parte, Nagelsmann repiti¨® pr¨¢cticamente los 11 que ganaron al Atl¨¦tico, con la novedad de Mukiele en el eje de la zaga.
Si contra la Atalanta fue un equipo comedido, el PSG sali¨® al terreno de juego con la personalidad de un equipo que quiere ganar a toda costa la Champions League. El Leipzig, que solo entiende el f¨²tbol a trav¨¦s de la posesi¨®n, se vio superado por una presi¨®n asfixiante que pronto dio sus r¨¦ditos. Si Neymar avis¨® con un remate al poste en el minuto 5 tras un maravilloso pase de Mbapp¨¦, Marquinhos se encarg¨® de abrir la lata con un remate de cabeza a la salida de una falta lateral que bot¨® de forma extraordinaria ?ngel Di Mar¨ªa. El argentino, sancionado en los cuartos de Champions, volvi¨® a evidenciar que es imprescindible para Thomas Tuchel.
Por si fuera poco, el t¨¦cnico del PSG dej¨® sin aliento al Leipzig tras el 1-0. Los de Nagelsmann, incapaces de ganar un duelo en el centro del campo, tuvieron una aproximaci¨®n tras una llegada de Laimer, pero fue un espejismo. Si el PSG hab¨ªa presionado de forma espectacular durante los primeros 25¡¯, el segundo tramo de la primera parte fue de apaciguamiento. Es decir, el equipo se limit¨® a acumular posesiones muy largas para que el Leipzig cayera en la trampa. Neymar, intratable otro d¨ªa m¨¢s recibiendo entre l¨ªneas y con la ayuda de Mbapp¨¦ trazando desmarques de ruptura, estuvo a un paso de hacer uno de los goles de la Champions. El brasile?o sorprendi¨® a Gulasci con un disparo de falta lateral a 40 metros de la porter¨ªa que se estrell¨® en el poste. Fue el aviso de lo que estaba a punto de suceder antes del descanso.
Si el Leipzig es un equipo que no concibe otra cosa que no sea sacar la pelota jugada para llegar al ¨¢rea rival, el PSG es uno de los contragolpes m¨¢s temidos de Europa. Gulasci cometi¨® un grave error en la salida de bal¨®n que supuso el segundo gol de los parisinos. Di Mar¨ªa, asistente en el primer gol, redonde¨® una gran primera mitad tras aprovechar la en¨¦sima genialidad de Neymar, que de tac¨®n y sin mirar asisti¨® al fideo con la pierna izquierda. Fueron quiz¨¢ los 45 minutos m¨¢s completos del PSG en la Copa de Europa, y en unas semifinales.
Como era de esperar, Nagelsmann tuvo que modificar su sistema y tras el descanso introdujo a Forsberg y Schick en busca de mayor mordiente ofensiva y agresividad para acumular m¨¢s jugadores en campo rival. No tuvo el efecto deseado, ya que Di Mar¨ªa volvi¨® a lucirse y asisti¨® a Bernat en el tercero del PSG. El partido se le puso todav¨ªa m¨¢s de cara al campe¨®n de la Ligue 1, que tuvo varias ocasiones claras al contragolpe que pudieron aumentar todav¨ªa m¨¢s la ventaja en el marcador.
Tras nueve a?os de infortunios, el PSG jugar¨¢ el domingo su primera final de la Champions. Necesit¨® una inversi¨®n millonaria de Catar para ello, pero lo cierto es que el proyecto del club hab¨ªa dado un giro radical en los ¨²ltimos a?os, buscando la estructura como colectivo antes que las individualidades. Tuchel, que estuvo muy cerca de salir tras el batacazo ante el Manchester United, es el gran art¨ªfice de un equipo con un talento ofensivo espectacular y que ha conseguido lo que parec¨ªa imposible hace unos meses, al decretarse el fin de la temporada en la Ligue 1.