El enigm¨¢tico caso Coutinho
Con 28 a?os casi reci¨¦n cumplidos, sus ¨²ltimas dos temporadas han sido pura impotencia. El Bar?a pag¨® 160 millones de euros por ¨¦l y, aunque quiere 80 por su traspaso, ya est¨¢ valorado s¨®lo en 56. No seguir¨¢ en el Bayern.
Pocos fichajes han sido m¨¢s celebrados que el de Philippe Coutinho en los ¨²ltimos a?os en Barcelona. Pese a su precio, 160 millones de euros, absolutamente fuera de mercado, exist¨ªa la convicci¨®n de que con su llegada procedente del Liverpool, que se a?ad¨ªa a la de Demb¨¦l¨¦, el club paliaba por completo la dolorosa marcha de Neymar, un jugador de tant¨ªsimo nivel que requer¨ªa de dos fichajes para (intentar) compensar as¨ª su marcha. Sin embargo, Robert, secretario t¨¦cnico del Bar?a en aquel momento, advirti¨® entonces de que Coutinho no llegaba para ser el recambio del brasile?o, sino de Iniesta, con quien el brasile?o comparti¨® vestuario seis meses en la temporda 2017-18. A Andr¨¦s no le hizo demasiada gracia que le pusieran fecha de caducidad y sucesor. Y tal vez por eso decidi¨® anticipar su marcha a Kobe. Con un rendimiento alt¨ªsimo. Coutinho, que no pod¨ªa jugar Champions por haberlo hecho con el Liverpool, marc¨® diez goles y dio seis asistencias en apenas 22 partidos en esa media temporada. Robert ve¨ªa a Coutinho como interior, pero a Valverde le costaba imagin¨¢rselo como centrocampista en un sistema 4-3-3 en el que adem¨¢s, arriba, jugar¨ªan Messi, Su¨¢rez y Demb¨¦l¨¦. El tiempo le dio la raz¨®n. El equipo se desequilibraba y el plan ser¨ªa colocar a Coutinho de falso extremo izquierdo, en la posici¨®n de Neymar pero con otras tareas.
Cuando todo apuntaba a su explosi¨®n definitiva en su primer curso completo en el Bar?a, Coutinho comenz¨® una involuci¨®n cuya inercia tampoco ha cambiado en M¨²nich. Estancado en su juego, y enfrentado a la afici¨®n por el episodio en el partido de cuartos de final de Champions ante el Machester United, Coutinho se vio 'obligado' a salir del Bar?a direcci¨®n Alemaniacon una cesi¨®n. Sus n¨²meros, como en Barcelona, no son malos. Pese a su lesi¨®n en el tobillo, ha marcado ocho goles y ha dado seis asistencias en 23 partidos oficiales. Sin embargo, y despu¨¦s de un principio de temporada en el que acapar¨® titulares positivos, su rendimiento tampoco ha sido aplaudido en M¨²nich. Al contrario, el Bayern anunci¨® pronto su deseo de no ampliar la gravosa cesi¨®n (debi¨® pagar 8,5 millones por la misma adem¨¢s de hacerse cargo de una ficha de doce millones limpios) ni de pagar la opci¨®n de compra, que ascend¨ªa a 120 millones.
Atrapado en una aparente 'saudade', Coutinho no ha sido capaz de rebelarse pese a tener unas condiciones innatas extraordinarias para jugar al f¨²tbol y ser un jugador importante tan recientemente como en la Copa Am¨¦rica con Brasil. Coutinho ha dado la sensaci¨®n de ser un jugador fuera de contexto en los dos ¨²ltimos a?os, incapaz de encontrar su sitio y demostrar un estatus. Una pena para un jugador de una calidad indiscutible que, sin embargo, lleva dos a?os 'perdidos', como intentando que alguien le compra y le d¨¦ un rol y una alegr¨ªa que le permitan expresarse y sacar el futbolista que lleva dentro, que es, por cierto, de ¨¦lite.
La cesi¨®n de Coutinho, extendida por el coronavirus, concluye el 31 de agosto. Entonces, deber¨¢ volver al Barcelona. El plan del club azulgrana es venderlo, pero no regalarlo. Abidal y Ramon Planes, con la aprobaci¨®n de Bartomeu, lo han tasado en 80 millones de euros para intentar amortizar un fichaje que cada a?o le cuesta unos 30 millones de euros. Su sue?o es regresar a la Premir para intentar recuperar la felicidad, y en eso trabaja su agente, Kia Joorabchian. Coutinho, que cost¨® cerca de 160 millones de euros al Bar?a, variables incluidas, est¨¢ tasado a d¨ªa de hoy en 56 millones de euros seg¨²n la web especializada transfermarkt. Setien dej¨® caer en su d¨ªa que le gustar¨ªa ver a Coutinho en acci¨®n para decidir si continuaba, pero ni siquiera es seguro que Seti¨¦n siga. Pese a su calidad, muchos consideran a Coutinho un caso perdido para el Bar?a a sus 28 a?os. El del brasile?o es un apag¨®n incomprensible.