MANCHESTER CITY 2-REAL MADRID 1 (4-2)
Varane abre la puerta al City
Dos errores grav¨ªsimos del franc¨¦s, hu¨¦rfano sin Ramos, liquidaron a un Madrid sin chispa en M¨¢nchester. Exhibici¨®n de De Bruyne y primer pinchazo europeo de Zidane.
La Liga es un consuelo de gran tama?o, aunque no tanto como para ocultar la segunda eliminaci¨®n consecutiva del Madrid en octavos de la Champions. M¨¢s cuando se anuncia un tiempo de austeridad que ya comienza a sonar a austericidio. De Europa se fue por dos errores ins¨®litos, tremendos, impropios del personaje y de la competici¨®n, de Varane. Dos mazazos que pusieron la eliminatoria a a?os luz para un equipo que la hab¨ªa dejado medio perdida en Madrid, en tiempos m¨¢s claros para la humanidad y m¨¢s oscuros para el equipo blanco. Pero la noche de tinieblas del franc¨¦s no debe echar humo sobre una plantilla que necesita profunda reforma. El territorio UEFA exige m¨¢s nivel.
En la antigua normalidad, City y Madrid andar¨ªan amasando pasta en Miami o en Pek¨ªn, en partidos con m¨¢s dinero que p¨²blico, para gastarlo en mirlos blancos o skyblues antes de que acabara el mes. La nueva normalidad, que tiene un punto apocal¨ªptico, trajo un partido gigante, en silencio, que al visitante le son¨® a gloria, pasado de fecha y hora entre el equipo que m¨¢s veces ha pisado la alfombra roja de la competici¨®n y otro, hecho de oro y marfil, que a¨²n no ha puesto el pie en la cima.
El Madrid, que ha compensado fortific¨¢ndose lo que Cristiano se llev¨®, opt¨® por la soluci¨®n m¨¢s atrevida para ese puesto sin due?o en la derecha del ataque. Jug¨® Rodrygo, el m¨¢s goleador de los aspirantes, un futbolista a¨²n por hacer pero en el que se adivina chispa y remate. En la jugada del 1-1 le dio la raz¨®n a Zidane.
El City, en cierto modo, se vio atrapado entre el marcador de la ida y su instinto territorial. Le pudo este en la salida, con una defensa exageradamente adelantada, una presi¨®n que le llev¨® hasta la cocina del Madrid y un baile de atacantes para borrarle huellas al equipo de Zidane: Sterling a la derecha, Gabriel Jes¨²s a la izquierda y Foden de nueve coyuntural.
Un gol en fr¨ªo
Varane le dio la raz¨®n con un error monstruoso en la salida de pelota desde su ¨¢rea. Gabriel Jes¨²s le limpi¨® el bal¨®n y Sterling puso el remate a placer. M¨¢s plomo en la mochila de un Madrid que tuvo una salida ¨¢rtica, como si aquello fuera la ida y se partiera de cero. Y un golpe tremendo para Varane, un hu¨¦rfano sin Ramos, capit¨¢n en tierra.
A partir de ah¨ª, el City meti¨® el partido en el pu?o, con un extraordinario juego por dentro y los fogonazos de Sterling, uno de esos revoltosos que cuando entra al esprint invita a bajarse al refugio.
El Madrid tard¨® veinte minutos en taponar la herida y encadenar dos buenas ocasiones en un minuto. En ambas anduvo Hazard, para asistir a Benzema, cuyo derechazo adivin¨® Ederson, y para probar de lejos al brasile?o. Ah¨ª pareci¨® coger el Madrid la ola buena. Kroos empez¨® a hacer m¨¢s respirable el equipo y Modric pis¨® terrenos con m¨¢s oportunidades. Le bast¨® para llegar al empate, en autopase y centro templad¨ªsimo de Rodrygo y cabezazo de Benzema, el ¨²nico gal¨¢ctico que a¨²n queda en pie. Eso tienen el Madrid y Zidane, una enorme capacidad de supervivencia en esta competici¨®n reina. No se ganan trece orejonas sin el cuajo suficiente para salir de laberintos as¨ª.
Con la eliminatoria en distancia de tiro del Madrid se abri¨® el tercer acto de la primera mitad. Otra vez el viento soplando a favor del City aunque sin la intensidad inicial y el Madrid intentando colarse por la rendija de las bandas. Ah¨ª estaba su mayor activo y tambi¨¦n el punto flaco del City. As¨ª que el peligro viaj¨® de lado a lado a la velocidad de la luz. Courtois rechaz¨® un remate de Cancelo y le regal¨® luego un bal¨®n a Foden, que dispar¨® junto al palo. Benzema no caz¨® de lleno una volea que anulaba un fuera de juego previo. Y De Bruyne, un jugador extraordinario en muchas zonas del campo, bueno a la carrera y a bal¨®n parado, estuvo a un palmo del gol ol¨ªmpico.
Varane, segunda parte
En la segunda mitad el Madrid arranc¨® a la primera, m¨¢s activado y con un mejor plan. Llev¨® el juego de banda a banda ante un equipo que se protege mejor por el centro que por los costados, aunque tambi¨¦n se vio desbordado en ocasiones. Casemiro estuvo inusualmente fuera de su garita y nadie pareci¨® capaz de sujetar a De Bruyne, el general del City.
Cuando lleg¨® la hora de la retaguardia (Asensio, Bernardo Silva...), el partido anda ya medio descosido. Benzema se procur¨® dos buenas ocasiones y Courtois salv¨® dos goles antes de que Varane le volase al Madrid el pie sano. En la noche m¨¢s negra que se le recuerda a un central, fall¨® en el primer bal¨®n llovido en una zona neutra y en el segundo intent¨® una cesi¨®n suicida a Courtois que le regal¨® el gol a Gabriel Jes¨²s. Aquello liquid¨® al Madrid y paraliz¨® a Zidane, que ni siquiera busc¨® la salida de emergencia con Isco o Vinicius. Para el arre¨®n final reserv¨® a jugadores que han dejado poco en los ¨²ltimos tiempos: Lucas V¨¢zquez, Valverde y Jovic. Quedaban ocho minutos y el multicambio fue cosm¨¦tico. Europa le dio otro portazo al Madrid. El primero en las narices de Zidane.