A la Champions con el escudo
Costa marc¨® con el pecho el gol que clasifica al Atl¨¦tico para la pr¨®xima Champions tras ganarle a un buen Betis, con intriga de VAR. Hermoso, expulsado.
La intriga de VAR llen¨® todo el partido. Dos goles hab¨ªa marcado el Atl¨¦tico al descanso y ninguno de ellos estaba en el marcador cuando los jugadores se fueron al reposo. Los dos se los arrebat¨® la tecnolog¨ªa. El primero, de Correa, por una mano de Llorente. El segundo despu¨¦s de tres minutos y medio largos como a?os. Lo hab¨ªa marcado Morata con un sutil remate picado, despu¨¦s de un pase en profundidad de Koke. La pelota bes¨® la madera y se introdujo en la porter¨ªa. Pero el pitido en la oreja de Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez detuvo la celebraci¨®n. Le llamaba Estrada Fern¨¢ndez, desde la sala VOR con escuadra y cartab¨®n. Esos largos minutos decretaban que Morata estaba en fuera de juego por un pelo. La Champions deb¨ªa esperar. De momento. Simeone chasqueaba los labios en su banquillo.
32 grados que hac¨ªa en Madrid y el t¨¦cnico vestido de gala para recibir la clasificaci¨®n matem¨¢tica con su traje negro de manga larga, como la camiseta de Hermoso, de la enfermer¨ªa al once, dos valientes. Trippier y ¨¦l eran los ¨²nicos cambios en el once de un Cholo que cada vez necesita hacer menos. En el Betis, mucho refresco. Seis nuevos, Canales entre ellos, y Alexis renunciando a los extremos. Un Betis sin nada ya en juego, en una temporada con m¨¢s sombra que luces, que enseguida se le atragant¨® al Atl¨¦tico.
Nada pasaba m¨¢s all¨¢ de unos metros aqu¨ª otros all¨¢ del c¨ªrculo central. Salvo un chut de Llorente, el Atl¨¦tico no presionaba demasiado, que para asfixiar ya estaba el aire de Madrid. El Betis crec¨ªa alrededor del bal¨®n y de un correoso Fekir. A su dominio s¨®lo le faltaban ocasiones. Hasta que el aplauso infinito comenz¨® a brotar de los altavoces del Metropolitano vac¨ªo. Dani Mart¨ªn sac¨® de puerta un bal¨®n que, seg¨²n volaba se convert¨ªa en centro de gol a la carrera de Loren, que se le escap¨® a Trippier. Contest¨® el Atleti casi inmediato con ese gol de Correa que anul¨® el VAR. Eso eran los rojiblancos, acciones aisladas, roto entre l¨ªneas.
Cuando Guardado volvi¨® a amenazar con un tiro que se fue desviado, Simeone hizo un gesto de cabeza: Arias, a calentar. La espalda de Trippier era un agujero. Antes de que acabara la primera parte, el colombiano estaba jugando. El ingl¨¦s, lesionado, pidi¨® el cambio en la en¨¦sima de un Betis que acab¨® mejor. Guardado (tocado tambi¨¦n) se march¨® a la vez. Cuando lleg¨® el descanso el que se iba meditabundo y herido de VAR era el Cholo.
Regres¨® el partido en los pies del Betis. El Atl¨¦tico descosido y sin desborde. Lo busc¨® Simeone todo de golpe con Carrasco, Vitolo y Costa. Entraron justo despu¨¦s de que Loren desperdiciase un mano a mano claro con Oblak. Con toda la porter¨ªa ante ¨¦l y lanz¨® fuera. Pero ya hab¨ªa levantado la mano en el partido y no la iba a bajar. Apagado Fekir, todo pasaba en sus piernas. A Simeone ni tiempo le dio a ver c¨®mo encajaban sus cambios: Hermoso pisaba a Loren por detr¨¢s y a la ducha, roja.
El Betis husmeaba el gol en cada acci¨®n, con Moreno cuchillo y la entrada de Emerson y Joaqu¨ªn. Pero si hay un equipo que sabe resistir ese es el Atleti. Y eso hizo. Apretar los dientes, masticar y esperar su oportunidad. Lleg¨® a bal¨®n parado. Una falta que bot¨® Carrasco y Costa remat¨® con el escudo mientras el VAR llamaba de nuevo a la oreja de Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez. Otra intriga que congelaba la celebraci¨®n del Atleti, otros tres largos minutos hasta que el ¨¢rbitro silbaba gol, s¨ª. Tres puntos y la Champions. Oficial, matem¨¢tico, eso que parec¨ªa tan lejos, tan de otros, en los largos meses del encierro. A Champions por octavo a?o consecutivo con el Cholo. Suena a rutina, a un lunes m¨¢s en la oficina. Pero que nadie olvide que es extraordinario.
Ole, ole.