Alav¨¦s, cuna de madridistas
Pacheco, Marcos Llorente, Theo Hern¨¢ndez, Rub¨¦n Sobrino, Kiko Femen¨ªa, Burgui y Joselu han vestido ambas camisetas en la era moderna.
EI tr¨¢nsito de madridistas en Vitoria y viceversa ha sido algo continuo a lo largo de la historia de ambas entidades. Empezando por el gran Javier Berasaluce, que conquist¨® cinco Copas de Europa en la d¨¦cada de los 50 (1956,1957,1958, 1959 y 1960). Antes debut¨® como portero del Alav¨¦s en 1951.
Otro referente del madridismo, Pancho Puskas, debut¨® como entrenador en la entidad vitoriana en 1966. Figura legendaria mundial, Ca?oncito Pum, lleg¨® a entrenar a 13 clubes distintos durante 27 temporadas, siendo su mayor logro un subcampeonato de la Copa de Europa de 1971 con el Panathinaikos, frente al Ajax de Cruyff.
?ltimamente tambi¨¦n ha habido caminos de ida y vuelta entre ambas entidades: Pacheco, ahora lesionado por una microrrotura cerca de la pelvis, se form¨® en la F¨¢brica e hizo muy buenas migas, por ejemplo, con Casillas. Cuando parec¨ªa que iba a desembarcar cedido en Vitoria, lleg¨® pero traspasado.
Ah¨ª est¨¢n ?scar T¨¦llez, Manolo Canabal, Marcos Llorente, Theo Hern¨¢ndez, Rub¨¦n Sobrino, Kiko Femen¨ªa, Burgui y, ¨²ltimamente, Joselu. Este ¨²ltimo, el alem¨¢n de Silleda, est¨¢ siendo, junto a Lucas, la ¨²nica alternativa ofensiva del conjunto albiazul. Entre los dos llevan ya 21 goles en este curso.
La relaci¨®n entre ambas entidades ha sido siempre fluida pero, en los ¨²ltimos a?os, con m¨¢s raz¨®n. La relaci¨®n entre Florentino P¨¦rez y Josean Querejeta es estrecha. De hecho, el actual presidente del Real Madrid lleg¨® a interesarse por los servicios del m¨¢ximo accionista del Alav¨¦s para contratarlo y encargarse de la parcela deportiva de la secci¨®n de baloncesto.
Querejeta, campe¨®n de Europa como jugador con el Madrid, es el gur¨² del Baskonia. Dio el salto a los despachos en 1988 y, desde 2011, tambi¨¦n es el propietario del Alav¨¦s por encargo de la Diputaci¨®n de ?lava, que buscaba un referente para reflotar el proyecto. Florentino, que huye de bastantes comidas de directivas, no falla a ninguna en Vitoria. Los almuerzos suelen ser en el Zaldiaran, que regenta Gonzalo Ant¨®n, presidente en la ¨¦poca gloriosa del club