Sa¨²l ofrece LaLiga al Madrid
El mediocentro igual¨® en el Camp Nou dos veces, con sendos penaltis, y fuerza otro pinchazo del Bar?a que puede disparar ma?ana al l¨ªder.
El Bar?a dej¨® en bandeja de plata LaLiga al Madrid al volver a tropezar, esta vez en casa ante el Atl¨¦tico de Madrid en un partido en el que el Bar?a volvi¨® a mostrarse impotente ante cualquier circunstancia que le sobreviniera. No pudo rebelarse ante dos penaltis en contra, uno que se tuvo que repetir, y volvi¨® a ser incapaz de controlar el ritmo de partido para poder mantener la ventaja adquirida con tanto esfuerzo que se deshac¨ªa como un azucarillo.
El Bar?a se queda en una situaci¨®n volc¨¢nica tanto en la clasificaci¨®n como en el aspecto institucional y deportivo. Las conjuras no sirven de nada y las llamadas a la ¨¦pica se quedan s¨®lo en eso. El Bar?a es un quiero y no puedo que llega demasiado tarde a todo, especialmente a los cambios. ante un banquillo paralizado por la situaci¨®n.
Clasificaci¨®n | PTS | PG | PE | PP |
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Pr¨®ximos partidos |
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El Camp Nou siempre ha sido territorio sensible, pero ahora claramente es territorio inflamable. Todo lo que pasa en el entorno del Bar?a es sal sobre piel quemada y la llegada de un equipo como el Atl¨¦tico de Madrid, de car¨¢cter volc¨¢nico, s¨®lo pod¨ªa aportar un partido de esos en los que si la temperatura se tomara a medio partido en vez de antes del inicio, las autoridades sanitarias desalojar¨ªan el estadio, porque la velada hizo subir los calores a m¨¢s de uno.
Clasificaci¨®n | PTS | PG | PE | PP |
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Pr¨®ximos partidos |
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El partido empez¨® con el eco del fracaso en Valencia de la secci¨®n de baloncesto, que al presidente Josep Maria Bartomeu le pareci¨® el mejor refugio para huir del campo de minas en el que se ha convertido el vestuario blaugrana. Busc¨® Bartomeu una foto de triunfo en Valencia en vez de ser testigo de un amago de l¨ªo en Barcelona y el negocio le sali¨® al rev¨¦s.
Por si faltara combustible para el Coctel Molotov que se estaba cocinando, tuvo a bien el comit¨¦ t¨¦cnico de ¨¢rbitros en designar a Mateu Lahoz como responsable de la sala VOR, que tambi¨¦n quiso poner su granito de arena en la situaci¨®n corrigiendo un penalti que par¨® Ter Stegen y no hab¨ªa protestado nadie.
Adem¨¢s, Diego Costa compareci¨® de nuevo como artificiero en el Camp Nou, uno de sus escenarios favoritos para liarla. Despu¨¦s de que la temporada pasada le expulsaran por insultar al ¨¢rbitro, en esta ocasi¨®n el hispano brasile?o hizo de todo en cinco minutos. En el minuto once salv¨® junto al palo un disparo envenenado de Messi que cedi¨® a c¨®rner. El saque de esquina, lanzado de nuevo por Messi se le col¨® entre las piernas y en un intento desesperado de despejarla, le dio al bal¨®n con el tac¨®n distrayendo a Oblak.
Tres minutos despu¨¦s, lleg¨® el penalti de Vidal a Carrasco. Costa se pidi¨® el bal¨®n, dispar¨® cambiando su lado de seguridad y Ter Stegen le par¨® el disparo. Fue entonces cuando desde la sala VOR, Mateu orden¨® repetirlo al advertir que el portero alem¨¢n se hab¨ªa adelantado ligeramente a la l¨ªnea. A Diego Costa ya no le dejaron volver a acercarse al bal¨®n. Fue Sa¨²l el que marc¨® el tanto del empate despu¨¦s de que Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez repartiera amarillas entre los barcelonistas que protestaban.
Tras ese inicio de partido de combusti¨®n r¨¢pida, el encuentro decay¨® en el ritmo y se tranquilizaron las cosas. Messi, con la ayuda de Semedo segu¨ªa luchando para tratar de cambiar un partido que se jugaba entre brasas. Pero ya se sabe que lo m¨¢s peligroso de los incendios es su reactivaci¨®n. Y en el Camp Nou las llamas se apagaron, pero el peligro de incendio siempre est¨¢ latente y en la segunda parte quedaba mucha tela por cortar.
De salida, a los cinco minutos de la reanudaci¨®n, penalti de Felipe a Semedo que Messi transform¨® a lo Panenka marcando al fin ese gol 700 que tanto se le resist¨ªa y poniendo en ventaja al Barcelona.
Quedaba por ver si esta vez, los jugadores de Seti¨¦n podr¨ªan mantener una ventaja en el marcador durante el tiempo suficiente para asentarse en el marcador o har¨ªa lo de siempre. Hizo lo de siempre. Once minutos despu¨¦s de ponerse por delante en el marcador, Carrasco volvi¨® a internarse en el ¨¢rea barcelonista, Semedo le toc¨® ligeramente y el belga tropez¨® en su pierna. Volvi¨® Sa¨²l a los 11 metros y esta vez Ter Stegen no se adelant¨®, adivin¨® el disparo, pero el bal¨®n iba demasiado fuerte y se acab¨® colando en la porter¨ªa. El fuego volv¨ªa a tomar cuerpo.
M¨¢s que nada, porque al Bar?a se le quemaban las opciones de luchar por LaLiga, quedaban diez minutos para acabar el partido y en el banquillo nadie reaccionaba. Con la excepci¨®n de la entrada de Sergi Roberto por Rakitic, en el banquillo segu¨ªan todos los delanteros de refresco.
A cinco minutos para el final, Seti¨¦n se dio cuenta de que el rancho se le quemaba y arriesg¨® dando entrada a Ansu por Busquets. Pero si Ansu se pod¨ªa quejar de tener poco tiempo, el desplante con Griezmann ya fue mayor. El franc¨¦s entr¨® en el descuento. Pero el Camp Nou ya era tierra quemada.