El Valencia vuelve a ser un polvor¨ªn, s¨¦ptimo cese y cuarta dimisi¨®n en seis a?os
Desde que Peter Lim adquiriera el club en 2014, han desfilado siete entrenadores y cinco Directores Deportivos, los ¨²ltimos Albert Celades y C¨¦sar S¨¢nchez.
En la capital del Turia han vuelto los nubarrones y la lluvia ¨¢cida que tan tocadas dej¨® las alas del murci¨¦lago en las temporadas 2016 y 2017. El despido fulminante ayer de Albert Celades y la posterior dimisi¨®n de C¨¦sar S¨¢nchez han vuelto a poner en jaque el proyecto de Peter Lim. Y de nuevo, para entender como funciona el Valencia de Meriton no hay que fijarse solo en el qu¨¦, sino tambi¨¦n en el 'como'.
Porque en los ¨²ltimos a?os los nombres han bailado en el club valenciano, a veces por despido otras por dimisi¨®n de los propios integrantes del mismo. Lo de ayer es el claro ejemplo de como Lim puede pulsar el bot¨®n rojo y fulminar a un entrenador sin avisar, pero como tambi¨¦n un directivo puede marcharse en vistas de que su opini¨®n parece no contar demasiado. Y en esa din¨¢mica se han sucedido siete entrenadores y cinco Directores Deportivos en solo seis a?os, solo el 'modelo de consenso' que instauraron Alemany y Lim funcion¨®, pero como es sabido, ya es historia.
Ceses
Pizzi meti¨® al equipo en las semifinales de Europa League y cuaj¨® una segunda vuelta en LaLiga irregular, la afici¨®n estaba con ¨¦l, pero Lim que ya era propietario virtual del club decidi¨® cesarlo en 2014 para dar lugar a Nuno.
Nuno Esp¨ªrito Santo lleg¨® a Valencia sin apenas experiencia en 2014, pero el nivel que ofreci¨® su equipo estuvo muy cerca del sobresaliente (4? clasificado con 77 puntos). La tensi¨®n social del momento sumado a que el equipo no terminaba de carburar ¨Caunque no estaba hundido en la clasificaci¨®n- provocaron su despido en noviembre de 2015.
Gary Neville, o el peor entrenador que ha tenido un club centenario como el Valencia, no fue despedido ni tras encajar un 7-0 en el Camp Nou, aunque Lim s¨ª que lo apart¨® un mes y medio despu¨¦s. Dieron gracias por ello, el club, la afici¨®n y el propio Neville.
Pako Ayestar¨¢n se gan¨® la confianza de la directiva en apenas cuatro partidos y la perdi¨® en otros cuatro. Su despido, tras sumar 0/12 en 2016 dej¨® en evidencia la ausencia de rumbo en el proyecto.
Alexanco tuvo un paso ef¨ªmero por Valencia a la par que poco ¨²til. El que fuera director de la cantera y luego director deportivo apenas tuvo influencia ¨C¨¦l recomend¨® fichar a Quique Seti¨¦n y no a Marcelino-, y dur¨® 7 meses en un cargo que la figura de Mateu Alemany eclipsaba.
Marcelino fue la marcha m¨¢s dolorosa para el valencianismo. El equipo che volv¨ªa a tocar el cielo y a asentarse en Liga de Campeones, pero Lim decidi¨® dar un volantazo al proyecto que a d¨ªa de hoy sigue sin encontrar el camino.
Albert Celades, el ¨²ltimo en caer fulminantemente y aunque nunca pudo encandilar a la afici¨®n como si lo hizo Marcelino, logr¨® grandes victorias y colocar al equipo en octavos de final de Champions. Su salida es un poema del actual Valencia, por la ma?ana ratificado de cara al partido frente al Athletic y por la tarde despedido.
Dimisiones
Rufete se march¨® pronto y lo hizo acompa?ado de Amadeo Salvo. En cuanto el que fue director deportivo tuvo el primer encontronazo con la propiedad y en vistas de que su opini¨®n no fue tomada en cuenta como a ¨¦l le hubiera gustado, decidi¨® ser el primero en abandonar el barco, aunque no ser¨ªa el ¨²ltimo en hacerlo.
Prandelli y su 'fuori' a los no implicados con el escudo che ya son historia del valencianismo. El italiano tuvo tanta dignidad fuera del campo para marcharse como malos resultados sobre el verde, donde apenas logr¨® 3 victorias.
Garc¨ªa Pitarch tambi¨¦n decidi¨® salir por patas del club. El a?o 2016 fue muy duro para el valencianismo y el 2017 empez¨® de la misma manera, nueva dimisi¨®n misma crisis institucional y una temporada que solo Voro pudo salvar.
C¨¦sar S¨¢nchez ha sido el ¨²ltimo en bajarse del barco por las mismas razones que lo hicieron los otros tres mencionados. Su ¨²nico movimiento rese?able fue incorporar a Florenzi, aunque cuando ¨¦l lleg¨® las conversaciones ya estaban iniciadas.