El derbi acab¨® a las 18:55 de este domingo y a estas horas imagino a los jugadores del Villarreal haciendo pesas en el gimnasio, mientras silban, y a los del Valencia en la camilla, ingiriendo az¨²car a pu?ados y boqueando. El par¨®n ha sido el mismo para todos, pero los planes para afrontar el confinamiento parece que tambi¨¦n han tenido sus fases e intensidades. C¨®mo corren Albiol, Cazorla y Bruno cargados de a?os y hay que ver cu¨¢nto camina la savia nueva del Valencia. El descanso previo a este duelo, casi el doble a favor del equipo de Calleja, podr¨ªa ser la clave para resumir un resultado que pudo ser m¨¢s abultado recontando las ocasiones. De hecho, ser¨¢ la excusa para muchos. Sin embargo, esto viene de lejos. El Submarino suma 13 puntos de 15 en la nueva normalidad, con un f¨²tbol que todos envidian, y su adversario no gana a domicilio desde finales del a?o pasado.
El equipo de Celades vive en una pr¨®rroga constante. Su vida se ha estabilizado en el filo de un alambre y desde ah¨ª emite sus (in)constantes vitales. Da igual que lo enfoquen en el primer minuto o en el descuento. Las caras del personal son las de que esto acabe de inmediato. A¨²n tiene opciones de alcanzar cualquier objetivo, pero no parece convincente ya que arrastra todos los miedos posibles y se desliza con los achaques del que guarda m¨¢s angustia que pasi¨®n. Como si jugar fuera un deber y no un placer. As¨ª, el Villarreal le pas¨® por encima en el primer tiempo a base de intensidad, juego y golazos. Alc¨¢cer y Gerard, una pareja que podr¨ªa jugar junta de rojo en Eurocopas y en Mundiales, regalaron dos obras de arte, con sendas voleas imponentes por precisi¨®n y plasticidad, que ponen a su equipo quinto a s¨®lo tres puntos de la Champions y que alejan a cinco a su eterno rival en la pugna por asegurar la Europa League.
El encuentro tuvo m¨¢s nombres propios. Para bien, ah¨ª se mantiene la fiabilidad de la sociedad Albiol-Pau; las perlas, con escuadra y cartab¨®n, de Asenjo y Cazorla en el 2-0; y el descaro de Chukwueze. Para mal, m¨¢s all¨¢ de la lesi¨®n de Gay¨¤, la permisividad de la defensa che, el poco peso de Wass como mediocentro en el partido y el nulo agradecimiento de Maxi al grupo por una oportunidad que pocos esperaban tras la guerra civil entre semana. Rodrigo tuvo que correr lo suyo y lo de ¨¦l. El Valencia, tras sucumbir de mala manera hasta el minuto 45, tir¨® de orgullo en el segundo tiempo con una presi¨®n m¨¢s alta y con el colmillo mejor afilado. Guedes pudo ser el abanderado y no ofreci¨® m¨¢s que un par de buenas carreras. Ya era tarde para poner maquillaje, puesto que segu¨ªa costando un mundo recuperar la posesi¨®n para proponer y romper l¨ªneas. El partido ped¨ªa desde el calentamiento la energ¨ªa de Kondogbia, Coquelin y compa?¨ªa que no lleg¨®. Mientras a Celades, ya en la picota, le cuesta que algunos de sus hombres den al menos el cincuenta por ciento de lo que llevan dentro durante dos jornadas seguidas, Calleja, en su trono, ve c¨®mo Gerard es, en un mismo partido, la Sant¨ªsima Trinidad de LaLiga: una avispa como siete, un depredador como nueve y un bailar¨ªn de sal¨®n como diez. Este derbi llevar¨¢ asociado para siempre su foto y su firma.