El 'no' de Kubo al Bar?a: "?De verdad me quiere el Madrid?"
La implicaci¨®n del club blanco, y en especial de Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez, en su fichaje sedujo al japon¨¦s, que no dud¨® y tambi¨¦n rechaz¨® a PSG, United o Bayern.
Pocas sensaciones desconciertan como la de perder algo con lo que contabas, que es lo que le ocurri¨® al Barcelona con Take Kubo. M¨¢s todav¨ªa si ese algo acaba alegrando a quien menos te gustar¨ªa que lo hiciese, en este caso al Madrid. La historia del 'no' del japon¨¦s, que este mi¨¦rcoles llega al Bernab¨¦u con el Mallorca, a jugar en el Camp Nou y el 's¨ª' a vestir de blanco guarda muchos detalles y un problema quiz¨¢ inolvidable: el Bar?a le descuid¨® y el Madrid se volc¨® para ficharle.
El principio del fin se produjo cuando Kubo, uno de los perjudicados por la sanci¨®n FIFA al Bar?a, decidi¨® en 2015 dejar Espa?a, los entrenamientos en La Masia sin opci¨®n a disputar partidos, para seguir disfrutando del f¨²tbol. Regres¨® a Jap¨®n, al FC Tokio, con contrato hasta el 1 de junio de 2019: el 4 de ese mes y de ese a?o cumplir¨ªa los 18 a?os y, salvo sorpresa, ser¨ªa repescado por los azulgranas.
Pero antes que eso pasaron muchas cosas, incluido un cambio de agente del jugador, que variaron el guion. La progresi¨®n de Take fue muy esperanzadora y las ofertas por ¨¦l se acumularon a medida que se acercaba su mayor¨ªa de edad. El Bar?a, alertado de los movimientos del PSG, que quer¨ªa pagarle en noviembre de 2018 un traspaso al FC Tokio por Kubo, invit¨® al equipo japon¨¦s en diciembre a un partido en el Camp Nou y a su perla a hacer un stage con el filial. Bayern, Juventus o United fueron otros de los much¨ªsimos interesados, pr¨¢cticamente la primera y la segunda fila europea al completo.
Una reuni¨®n con el Bar?a y el viaje a Jap¨®n del Madrid
Kubo y su familia fueron claros sobre la manera de proceder con sus nuevos representantes, Roberto Tukada y Manel Ferrer, pidiendo respetar al m¨¢ximo las normas para no exponerse a un nuevo castigo. Por eso los empresarios decidieron ir emplazando a los pretendientes a junio de 2019, con la mayor¨ªa de edad del atacante. Con el Bar?a s¨®lo hubo una reuni¨®n, en Barcelona, en marzo, con Bakero, Amor y un abogado de la entidad presentes. Dur¨® algo menos de media hora, hablaron del proyecto y, con una hoja de c¨¢lculo con las franjas salariales de la primera plantilla, del sueldo.
Ese encuentro no convenci¨® al jugador, cuyos agentes informaron al Bar?a de que har¨ªan su trabajo, parte del cual consistir¨ªa en escuchar otras propuestas. Entre ellas, la del Madrid, con un nombre propio, el de Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez, director general madridista. Trasladadas sus intenciones a Tukada y Ferrer, estos hicieron lo propio con el futbolista, que contest¨® entre la incredulidad y la seguridad: "?De verdad me quiere el Madrid?"; "S¨ª", le respondieron. "Pues entonces el Madrid, s¨®lo el Madrid", eligi¨®. En mayo, en una pr¨¢ctica habitual y de gran ¨¦xito del Madrid con sus objetivos, los directivos recibieron al entorno del jugador, que qued¨® encantado con las instalaciones y la buena sinton¨ªa.
Se emplazaron verbalmente a una negociaci¨®n que tendr¨ªa que dar lugar al documento que vinculase al Madrid y a Kubo, a lo que sigui¨® una muestra significativa de c¨®mo evolucionar¨ªa la situaci¨®n. Bego?a Sanz, directora general adjunta, y Juni Calafat, jefe de f¨²tbol internacional, realizaron un viaje casi de ida y vuelta en el d¨ªa hasta Jap¨®n para presentarse a Kubo y a su familia, explic¨¢ndoles el proyecto. Eso contrast¨® dr¨¢sticamente con la estrategia del Bar?a: Abidal estuvo en mayo en el pa¨ªs nip¨®n por cuestiones comerciales y de la siguiente pretemporada, pero no se acord¨® de Take.
Los crecientes rumores sobre el PSG y el Madrid por Kubo hicieron saltar las alarmas poco despu¨¦s en el Camp Nou, desde donde, conscientes de la que se le pod¨ªa venir encima, se hicieron varias llamadas a la desesperada. Pero el 4 de junio Take cumpli¨® 18 a?os y el 10, previo desplazamiento de un abogado y un doctor del Madrid antes del viaje de la Selecci¨®n japonesa a la Copa Am¨¦rica, se cerr¨® un trato que en el Bernab¨¦u ven tan ilusionante como preocupante en Barcelona.