Vitolo sube al Atleti al podio
El extremo sali¨® del banquillo al final y destasc¨® a su equipo en el 81' para superar al Sevilla en la clasificaci¨®n y ponerse tercero.
"No hay nada menos vac¨ªo que un estadio vac¨ªo¡±, que escrib¨ªa Galeano y gritaba ese tifo en el Metropolitano, ¡°desde el cielo te voy a animar¡±, al tercer anfiteatro, all¨¢ donde ya habitan Peir¨®, Cap¨®n, Jones, el chico Minchola, Antic, la mam¨¢ de Picu y los 71 socios, 50 abonados, que se fueron en estos d¨ªas. Parec¨ªan solos los jugadores cuando saltaron a la inmensidad de sillas rojas y, sin embargo, tan acompa?ados. Las flores de Margarita eran testigo: all¨ª las plant¨® Koke antes de que el bal¨®n rodara. Despu¨¦s, se ir¨ªa a la grada-banquillo. S¨ªstole del Cholo, descansaba. Tambi¨¦n la di¨¢stole, Sa¨²l. Dos de los siete cambios de un Atleti que manten¨ªa a Herrera, Llorente o Jo?o, introduc¨ªa a Lemar y a Manu S¨¢nchez. Sergio, desde su orilla, asent¨ªa. Su idea de inicio no difer¨ªa. En su equipo rotaba hasta el portero. Nueve cambios, s¨®lo M¨ªchel y Guardiola repet¨ªan.
Planes similares, inicio calcado. Primera pelota del Valladolid, latigazo de Waldo desde 30 metros y milagro de Oblak. Segunda del Atl¨¦tico, ocasi¨®n de Morata. Un toma y daca alejado de los ¨²ltimos Atleti-Valladolid, partidos de lija, por mucho que los segundos salieran a esperar en su campo a los primeros. Pero Trippier pronto escarb¨® una autopista en su banda. En diez minutos, el Atl¨¦tico se plant¨® tres veces ante Caro. La ¨²ltima, Jo?o enviaba alto un bal¨®n servido de tac¨®n por un Llorente que, desde Anfield, tiene la potencia de Ronaldo y el regate de Garrincha. Sentaba a rivales en el ¨¢rea, sentaba a rivales en el c¨®rner, mientras Jo?o pon¨ªa su luz para tratar de despejar el bosque de hombres de Sergio. Lemar era la sombra. Un Lemar sin p¨²blico como con ¨¦l: desesperante m¨¢quina de perder balones. Al menos se ahorr¨® los pitos.
Antes de la primera pausa de hidrataci¨®n, 29? grados anoche en Madrid, Matheus se plantaba ante Oblak para ponerle a Simeone el coraz¨®n en la garganta: su bal¨®n cruzado se fue fuera afeitando el palo. Despu¨¦s, Waldo desaprovech¨® una contra en la que Herrera le regal¨® un bal¨®n grosero. El Atleti se fue al descanso d¨¢ndose cabezazos contra la pizarra de Sergio, insistiendo por dentro, cegada la v¨ªa Trippier. El bal¨®n era rojiblanco pero el peligro a la contra, todo pucelano.
El partido regres¨® con dos cambios, Alcaraz y el joven Miguel por el Valladolid, mientras el juego se met¨ªa en la hormigonera. M¨¢s denso, ¨¢spero, con muchas interrupciones, menos v¨¦rtigo. Por mucho que Lemar intentara subirle las pulsaciones al modo Lemar. O sea, una falta a Herv¨ªas en el borde del ¨¢rea que se temi¨® penalti. O sea, un latigazo de 25 metros se fue fuera antes de que Carrasco ocupara su sitio. Junto a ¨¦l, Koke.
Tembl¨® Caro un par de veces ante Morata y vio el Cholo sangre: Costa y Correa dentro, Jo?o fuera, su linterna tambi¨¦n. 20 minutos de la segunda parte y ni un disparo a puerta. Costa logr¨® el gol en su primer desmarque. Pero el asistente lo anul¨® con su bander¨ªn. Le tocaba al Cholo seguir acumulando chichones y masticando piedras. Faltaba el p¨²blico al que agitar moviendo sus brazos en molinillo. Pero estaba Vitolo, ¨²ltimo cambio. Fue el decisivo.
Todo comenz¨® en Thomas, a falta de diez minutos: se sac¨® un thomashawk de la bota para redenci¨®n de Caro. Le dur¨® poco. C¨®rner. El bal¨®n acaba en el segundo palo, como si buscara ya la cabeza de Vitolo. Caro muestra la herida y canta, despeja Olivas, pero esa pelota hab¨ªa traspasado la l¨ªnea. El VAR lo vio. Era, sub¨ªa. El Atl¨¦tico hab¨ªa sudado pero talaba el bosque. Y duerme tercero, por delante del Sevilla. Seis d¨ªas despu¨¦s del reinicio de LaLiga, Vitolo lo subi¨® al podio. Y con eso tan de antes en el regreso al Metropolitano. 1-0. Poes¨ªa cholista.?