Goleada de Champions
El Atl谷tico maniat車 a Osasuna en El Sadar con un gran partido del portugu谷s, que volvi車 con un doblete, y el medio, que sali車 del banquillo para marcar otro y dar dos asistencias.
Un Sadar a medio derruir fue el escenario del resurgir del Atl谷tico. Ese Sadar sin gente y en obras, cubierto por lonas en tres de sus gradas, alg迆n ladrillo asomaba, mientras Osasuna y Atl谷tico trataban de llenar con voces y sudor el vac赤o. ※Herreraaa, Sa迆l, ah赤, ah赤赤赤§. En el f迆tbol post-par車n-coronavirus no hay secretos. Todo se escucha, nada se puede esconder. Ni los planes ni las intenciones que brotan de las cabezas de los entrenadores. ※Darko§, se o赤a a Arrasate, como si contestara al Cholo. Hab赤a saltado Osasuna con seis cambios con respecto al domingo y sin pu?ales, Estupi?芍n y Vidal, reservados para luego, cuando el partido estuviera m芍s cansado. Lo hac赤a el Atl谷tico con cuatro. Si Herrera era la sorpresa, Jo?o F谷lix encend赤a su linterna. La Champions a estas alturas no es algo que se sue?a, sino que se consigue, y al Atl谷tico le restan diez finales, LaLiga de Luis, para lograr lo que ahora no tiene. Si en San Mam谷s se instal車 en viejos vicios, en El Sadar sali車 como esperaba a Osasuna. Cuchillo entre los dientes y a apretar. No le quedaba otra que correr m芍s.
Correr m芍s y tener a Koke, que se mov赤a con libertad por delante de los pivotes. Todo el juego pasaba por sus botas. Con su luz encendida se borraba el agujero negro que suele desconectar el centro del campo rojiblanco de los delanteros y, unido a Jo?o Felix, trataba de encontrar bulevares hacia Costa en los pasillos interiores. Acercamiento hubo, ocasiones claras faltaron. Mientras, Osasuna, dominado, s車lo pod赤a hacer una cosa: correr tras el bal車n. Correr y rezar.
Lo inevitable tard車 en subir al marcador 28 minutos. Un gol combinativo, que pas車 por muchas botas antes de estamparse en la red de Rub谷n. Herrera levanta los ojos y atisba el desmarque de Lodi, un cuchillo en la izquierda, que cede atr芍s. Remata Sa迆l, rechaza Lato, pero la pelota queda muerta en el 芍rea para que Jo?o F谷lix desenfundara la pierna. Plof. El golpeo, seco y alto, solo pod赤a tener un final: la red. Precisi車n y oportunismo. Volver mejor, imposible.
Trat車 Osasuna de que no lo paladeara demasiado el Cholo, convirtiendo la pelota para los rojiblancos durante unos minutos en bal車n medicinal. Se fue arriba, entre centros laterales y segundas jugadas, y enlaz車 tres ataques consecutivos que terminaron a los pies de Oblak. Para que no se dijera eso que no hab赤a comparecido en un partido en el que Jo?o F谷lix, Lodi y Koke pugnaban por ponerle su nombre. Entre los tres lograron sacudirse ese dominio rojillo para volver a llenar de l赤rica el 芍rea de Rub谷n. Diez minutos solo le hab赤a durado el control a Osasuna,?un equipo de los que no se dejan f芍cil maniatar.
El descanso lleg車 entre coscorrones (Sa迆l), saltos castigados con amarillas (Savic sobre Aridane) y el Atl谷tico y谷ndose a la caseta con la misi車n cumplida. 45* primeros minutos buenos, sin desidia ni abulia. La nueva normalidad. Y eso que a迆n le quedaba Llorente.
Cuando el partido regres車 del reposo, calentaba Rub谷n Garc赤a mientras Enric Gallego le peleaba todos los balones por alto a Savic y a un Gim谷nez pr芍cticamente insuperable. Volvi車 Osasuna con la intenci車n de arrancarse las bridas de las piernas que le hab赤a puesto el Cholo, pero Jo?o F谷lix s赤 pod赤a regresar mejor. Con un doblete. Se hab赤a abrochado al fin fuerte los galones en la camiseta y estos brillaban en la noche de Pamplona. La jugada naci車 en un Correa hasta el momento intranscendente. Filtr車 una pelota a Costa por detr芍s de la defensa que dejaba solo al de Lagarto ante Rub谷n. Un Costa generoso que, en vez de rematar, mir車 a su izquierda y envolvi車 el bal車n en un lazo para regal芍rselo a Jo?o F谷lix. Gol. Ese doblete.
Fue en ese momento cuando Arrasate sac車 sus pu?ales, Vidal y Estupi?芍n, quiz芍 demasiado tarde, cuando la hemorragia de su equipo en el marcador ya era incontenible. Respondi車 el Cholo sac芍ndose del banco a su h谷roe de Anfield: un Llorente c車modo en el traje de delantero. El tercer, el cuarto y el quinto gol del Atl谷tico pasaron por sus botas. Uno lo marc車, dos los dio, a Morata (que subi車 al marcador tras revision de VAR) y a Carrasco, mientras Simeone alzaba la vista en Pamplona y ve赤a posible aquello que durante tres largos meses era obsesi車n. Sumar de tres en tres, ganar fuera seis meses despu谷s, dormir en Champions.