El M¨¢laga regresa a la senda de las dudas
Los blanquiazules han jugado dos muy malos partidos ante Huesca y Tenerife. El equipo ha acusado un mal estado de forma, notables carencias ofensivas y varios errores individuales de bulto.


Le ha sentado fatal al M¨¢laga el par¨®n por la pandemia. El equipo de Sergio Pellicer alcanz¨® el estado de alarma en el mejor momento de la temporada, acumulando buenos resultados y mejores sensaciones que le hab¨ªan permitido sumar 15 de los 27 puntos que hab¨ªa disputado bajo la direcci¨®n del t¨¦cnico castellonense. Sin embargo, el largo par¨®n le ha cortado las alas al M¨¢laga, que vuelve a caminar entre las numerosas dudas que han sembrado sus dos primeros partidos tras la reanudaci¨®n del campeonato.
Ante Huesca y Tenerife los blanquiazules no han tenido ni una opci¨®n de sumar la victoria, se han mostrado claramente inferiores a sus rivales y han evidenciado unas carencias de las que no hab¨ªa constancia tras la llegada al banquillo de Pellicer.
Bajo estado de forma
La mayor¨ªa de las plantillas de Primera y Segunda se encuentran a¨²n en plena pretemporada y en busca del mejor estado de forma posible para afrontar el final de Liga. Pero en el caso del M¨¢laga las carencias f¨ªsicas se han dejado ver de forma excesiva en algunos jugadores. As¨ª, futbolistas como Adri¨¢n, Juanpi, Sadiku, Juankar, Diego, Mikel Villanuva, Cifu o Buenacasa han emitido s¨ªntomas preocupantes en estos dos encuentros. El M¨¢laga necesita recuperar sensaciones y mejorar el estado de forma de sus futbolistas cuanto antes si no quiere convertir el final de temporada en un sufrimiento constante.
Sin presencia en ataque
Las ocasiones de gol han brillado por su ausencia en estos dos partidos ante Huesca y Tenerife. El M¨¢laga no ha estado siquiera cerca de poder aspirar a competir por la victoria en ninguno de los dos encuentros. El penalti y alg¨²n disparo inofensivo ante los aragoneses y un t¨ªmido cabezazo de Juankar y un casi autogol del Tenerife completan su caudal ofensivo en 180 minutos de juego. Un bagaje muy insuficiente.
Errores individuales
En s¨®lo dos encuentros se han podido contabilizar errores flagrantes de hasta cinco jugadores blanquiazules: Munir, Cifu, Diego Gonz¨¢lez, Mikel Villanueva y Keidi Bare. Concesiones que resultaron decisivas ante el Huesca y que tuvieron al equipo pendiendo de un hilo los 90 minutos en el Heliodoro.
Exceso de justificaciones
El M¨¢laga encara el marat¨®n final de partidos en una situaci¨®n de desventaja con respecto a la mayor¨ªa de sus rivales. Su cort¨ªsima plantilla (s¨®lo 18 fichas profesionales) limita mucho el margen de actuaci¨®n de Pellicer. Adem¨¢s, la norma de los cinco cambios beneficia m¨¢s al resto de equipos, con mayor profundidad de plantilla. El M¨¢laga apenas cuenta con las opciones justas para hacer sustituciones en cada partido y eso es un h¨¢ndicap a?adido. Pero se ha instalado en el vestuario un discurso cargado de excusas. Han sido numerosos y muy repetidos los mensajes pidiendo que se elimine el l¨ªmite de filiales sobre el campo y Pellicer tampoco se ha cortado a la hora de se?alar a los ¨¢rbitros en estos dos partidos.
Tete Morente, el m¨¢s enchufado
Entre los aspectos positivos que pueden extraerse de los dos primeros duelos destaca Tete Morente, el mejor de largo ante el Huesca provocando una expulsi¨®n y un penalti. El extremo tambi¨¦n se mostr¨® como el jugador de campo m¨¢s enchufado frente al Tenerife, aunque en su caso tambi¨¦n se hace evidente que no est¨¢ en su mejor forma f¨ªsica, de ah¨ª que las segundas partes de los partidos se le hayan atragantado un poco.
Capacidad de sufrimiento
A favor del M¨¢laga tambi¨¦n hay que mencionar la capacidad de sufrimiento y el sacrificio que hizo el equipo en Tenerife para tratar de retener el punto y evitar que un rival directo en la pelea por la permanencia se distanciase en la clasificaci¨®n. Es cierto que los tinerfe?os tuvieron un buen pu?ado de claras ocasiones para ganar el encuentro, pero los blanquiazules lo dejaron todo en el c¨¦sped, acabaron exhaustos y encontraron un punto y el ¡®golaverage¡¯ como recompensa.