Ansu evita un susto
El Bar?a lidera a medio gas con un gol de su promesa y otro de Messi tras un penalti que no pareci¨®. El Legan¨¦s empez¨® fuerte pero perdon¨® en la definici¨®n.
Cuando un equipo desesperado como el Legan¨¦s perdona escandalosamente sus primeras opciones para poner al l¨ªder ante las cuerdas, la inercia dicta su sentencia. Y eso pas¨® en el Camp Nou, con un Bar?a m¨¢s que mediocre, que sum¨® tres puntos tras ganar 2-0 al Legan¨¦s aferrado al duende de Ansu y a un arranque espor¨¢dico de Messi. El Bar?a reafirma su liderato, pero pierde enteros en la bolsa de las sensaciones. Del partido contra el Legan¨¦s sale con m¨¢s dudas de las que entr¨®.
La idea de que el partido era una etapa de transici¨®n en camino a Sevilla le pudo costar al Barcelona un susto memorable. Se benefici¨® el equipo blaugrana en la primera parte de jugar a puerta cerrada, porque el murmullo de la grada hubiera sido escandaloso y preludio de los pitos de una afici¨®n que se hubiera desesperado en los primeros 45 minutos. Se demostr¨® que la pirotecnia medi¨¢tica desatada tras el partido de Mallorca fue simplemente fruto de la inercia de una campa?a basada en el lema ¡°estamos como motos¡±.
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Las rotaciones de Seti¨¦n, a medio camino entre la paz social que exig¨ªa la presencia de un canterano, la disciplinaria que demandaba mantener el castigo a Semedo y la medi¨¢tica que obligaba a dar una nueva oportunidad a Griezmann para no abrir un mel¨®n que ya apesta, fue un fracaso.
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La primera parte barcelonista fue un horror de cabo a rabo. En defensa sufri¨® de salida con dos ocasiones de Guerrero que cogi¨® a la defensa mirando a las musara?as. En el minuto 11 los pepineros desaprovecharon un contragolpe de tres contra el portero que Lenglet desactiv¨® por partida doble, bajo palos en ¨²ltima instancia. Dos minutos m¨¢s tarde, Guerrero dispar¨® al palo en otra cantada. Si atr¨¢s el Bar?a era una siesta, en el centro del campo era la nada. El ritmo era desesperante. Ni Messi, que a la media hora se situ¨® como centrocampista, anim¨® el cotarro. Delante, el panorama no mejoraba. Griezmann volv¨ªa a dar un recital de impotencia y s¨®lo Ansu Fati trataba de acelerar el ritmo de un equipo gripado.
Y tuvo que ser el chaval, que parece se?alado por el destino, quien convirtiera en gol la primera ocasi¨®n del Bar?a en 42 minutos de juego al sorprender a Cu¨¦llar con un disparo seco desde la frontal del ¨¢rea. Un gol que maquillaba una primera parte espantosa de un Bar?a que vivi¨® 45 minutos en el alambre. Y lo que es peor, dando una imagen preocupante.
El encuentro se reanud¨® en base al gui¨®n de la primera parte. Con el Bar?a sin dar s¨ªntoma alguno de mejora y ante eso a Seti¨¦n no se le ocurri¨® otra cosa que meter en el campo a Su¨¢rez, decisi¨®n coherente, pero a cambio de retirar a Ansu, algo que ¨²nicamente pod¨ªa entenderse desde la gesti¨®n pol¨ªtica y jam¨¢s desde el rendimiento.
La entrada de Su¨¢rez, como es habitual, anim¨® a Messi y el argentino despert¨®. Primero asisti¨® a Semedo para que ¨¦ste le diera un gol hecho a Griezmann que el VAR anul¨® por fuera de juego de cent¨ªmetros del portugu¨¦s. Un minuto despu¨¦s, Messi arranc¨® y fue objeto de un penalti menos claro que las faltas que recibi¨® antes de entrar en el ¨¢rea. Lo transform¨® el argentino liquidando el partido. Tras el tanto, Aguirre ya pens¨® en la siguiente jornada y reserv¨® jugadores y Seti¨¦n sac¨® a Riqui Puig y el partido fue languideciendo. El Bar?a reafirma el liderato, pero sigue sin convencer.