El Di St¨¦fano, escaparate de cuatro valencianistas
Parejo, Rodrigo, Cheryshev y Sobrino brillaron en La F¨¢brica. El p¨®ker ch¨¦ sabe lo que es marcar en la nueva casa blanca.
Dani Parejo mirar¨¢ ma?ana con nostalgia la estatua de Alfredo Di St¨¦fano que preside la entrada de la nueva casa del Real Madrid. El capit¨¢n ch¨¦ se march¨® hace mucho tiempo de La F¨¢brica, pero siempre le acompa?ar¨¢ aquel gui?o que le hizo La Saeta y que le convirti¨® en su ojito derecho. Parejo vuelve a casa, al estadio que le catapult¨®. En el Di St¨¦fano empez¨® a hacerse un nombre, como Denis Cheryshev, Rodrigo Moreno y Rub¨¦n Sobrino. Este p¨®ker de valencianistas, formados en La F¨¢brica, saben lo que es brillar y marcar en el escaparate del campo principal de Valbebas.
Parejo lleg¨® a disputar 17 partidos como local con el Castilla y anot¨® cinco dianas. "En ese estadio la gente empez¨® a conocer de verdad a Dani. Cuando estaba en el Juvenil C, M¨ªchel ya nos dec¨ªa que era un jugador claramente del primer equipo. Es un futbolista inmenso. Muchos a?os despu¨¦s, M¨ªchel y yo siempre decimos que es una pena que no haya sido un jugador del Madrid porque es el prototipo del centrocampista que encaja. Por suerte, lo ha disfrutado el Valencia¡±, reconoce Mandi¨¢, uno de los entrenadores que tuvo Parejo en el filial.
El paso de Rodrigo por el Castilla fue fugaz, pero brillante. El delantero internacional anot¨® cinco goles en nueve partidos en el Di St¨¦fano. Eso le vali¨® para marcharse traspasado al Benfica, aunque luego se fue al Bolton cedido, con apenas 19 a?os. "Brill¨® con luz propia. En agosto empez¨® con el Juvenil C y en cinco meses ya estaba en el filial. Nos costaba marcar goles, pero con Rodrigo eso cambi¨®", recuerda Alejandro Men¨¦ndez, entrenador de Rodrigo.
Cheryshev tambi¨¦n la rompi¨® en La F¨¢brica. El ruso dej¨® huella en el Castilla y en el Di St¨¦fano, donde se convirti¨® en uno de los futbolistas que m¨¢s ha jugado en ese estadio. Cheryshev alcanz¨® el medio centenar de partidos y marc¨® cinco goles. El Sevilla le ech¨® el lazo. "Le cost¨® un poco adaptarse, pero pronto se vio que era diferente. A Denis le pas¨® como a Rodrigo y es que te das cuenta de que el Di St¨¦fano se les quedaba peque?o", resume Men¨¦ndez.
Sobrino, casi sin opciones en el Valencia desde que lleg¨®, tambi¨¦n tiene muy buenos recuerdos de su paso por el Di St¨¦fano tras jugar en casi todos los equipos de la cantera blanca. Los cuatro valencianistas vuelven ma?ana al Di St¨¦fano, la que fue su casa de ni?os y su escaparate para hacerse hombres.