El partido m¨¢s extra?o de la historia
El Rayo Vallecano-Albacete con el que vuelve el f¨²tbol en Espa?a se parece a cualquier cosa menos a un partido de f¨²tbol.
Cuando el ministerio de Informaci¨®n y Turismo de Manuel Fraga comenz¨® a usar el eslogan tur¨ªstico 'Spain is different' hace seis d¨¦cadas, nadie ten¨ªa ni idea de lo que iba a pasar en Vallecas el 10 de junio de 2020. 'Diferente' se queda corto. El 16 de mayo el planeta se par¨® para ver c¨®mo volv¨ªa el f¨²tbol alem¨¢n en plena pandemia, dos colosos del Ruhr y adem¨¢s enemigos ¨ªntimos, retomaban el balompi¨¦ germano dos meses despu¨¦s en un choque cl¨¢sico lleno de solera (aunque vac¨ªo de p¨²blico). En Espa?a, m¨¢s innovadores y disruptivos que nunca, volveremos el 10 de junio con un Rayo Vallecano-Albacete Balompi¨¦. Seguramente, el partido m¨¢s raro que vayamos a ver en nuestras vidas.
No ser¨¢ un partido entero, ser¨¢ solo medio. Como si fuera un t¨¢per de los que te da tu madre despu¨¦s de comer un domingo, de esos que acabas congelando y almorzando de resaca semanas despu¨¦s. Aquel choque comenz¨® el 15 de diciembre y se suspendi¨® al descanso debido a los c¨¢nticos e insultos contra Roman Zozulia, delantero del Albacete. Si todo va normal, que es mucho suponer en esta historia, el partido acabar¨¢ el 10 de junio con un aumento de temperatura de unos 20 grados con respecto al inicio. Tampoco ser¨¢n 45 minutos al uso, porque en la primera parte al Albacete le expulsaron a su jugador Eddy Silvestre, as¨ª que jugar¨¢n 11 contra 10.
El detalle m¨¢s extravagante del partido estar¨¢ en el banquillo visitante. No hemos encontrado ning¨²n precedente similar en el que un equipo tenga entrenadores diferentes en la primera y en la segunda parte. Luis Miguel Ramis dirig¨ªa al Albacete ese d¨ªa, pero fue destituido el 3 de febrero. Su sustituto es Lucas Alcaraz, que deber¨¢ afrontar algo nunca visto en el f¨²tbol. "Es una situaci¨®n bastante singular, va a ser especial, va a ser la primera vez en mi carrera que voy a dar un diez inicial", explica el t¨¦cnico granadino del Albacete, con razones superiores a las de cualquier pol¨ªtico para tirar de aquello de "la herencia recibida".
En el otro banquillo, a veinte metros, estar¨¢ Paco J¨¦mez, que afronta los 45 minutos restantes como una posibilidad real de acercar a su equipo a la zona de playoff. "Este partido tiene connotaciones diferentes a cualquier otro. Jugar solo 45 minutos, despu¨¦s de lo que hemos pasado estos meses, hacen que sea diferente a todo", resuelve el entrenador andaluz, consciente de que a su equipo no le pueden entrar prisas ni ansiedad en un escenario que a priori les favorece. Decimos a priori porque el Rayo Vallecano ha atravesado estos meses turbulencias institucionales, incluyendo ciertas rebeliones internas contra la gesti¨®n del ERTE por parte de la directiva.
?Y los jugadores? Pues aqu¨ª viene el principal embrollo reglamentario. Las situaciones que se pueden dar son tan surrealistas que cuesta explicarlas. "Pueden jugar todos los jugadores que estaban inscritos el d¨ªa anterior al inicio del partido", recuerda el ex¨¢rbitro Eduardo Iturralde Gonz¨¢lez, lo que impide que el partido lo disputen todos los fichajes de invierno de ambos equipos (tres en el Rayo y seis en el Alba). Quitando estos, J¨¦mez y Alc¨¢raz pueden hacer la alineaci¨®n que quieran, algo que podr¨ªa derivar en escenas dif¨ªciles de imaginar.
Por un lado, jugadores que fueron titulares en la primera parte, suplentes en la segunda, y terminen siendo part¨ªcipes en ambas. Por otro, futbolistas que en la primera mitad del partido estaban lesionados y que en la segunda sean titulares. Y, adem¨¢s, cuidado a esto, jugadores que salgan desde el banquillo y no recuerden que tienen una amarilla porque la vieron hace seis meses. Lo ¨²nico normal de este partido es que se va a jugar sin p¨²blico, algo ya previsto antes de la crisis sanitaria, pero incluso ah¨ª encontramos detalles curiosos. Como si se tratara de una providencia divina, el estadio de Vallecas es el ¨²nico de Espa?a que tiene p¨²blico virtual. Est¨¢ impreso en el enorme muro que hay tras la porter¨ªa del fondo norte. Despu¨¦s de todo, quiz¨¢s Espa?a sea a¨²n m¨¢s diferente de lo que creemos.