Las Palmas
El ¨²ltimo servicio de David Garc¨ªa y Momo
El eterno capit¨¢n, con m¨¢s partidos que nadie (474) en Las Palmas, se despidi¨® hace un a?o del EGC mientras el extremo jugaba su ¨²ltimo partido.
Hace justo un a?o, el insulso 0-0 con el que Las Palmas y Almer¨ªa ¡®deleitaron¡¯ a los presentes en el Estadio de Gran Canaria escond¨ªa dos intrahistorias con marcado car¨¢cter, hasta cierto punto, tr¨¢gico. Especialmente una de ellas. Ocurre que, 28 d¨ªas despu¨¦s, David Garc¨ªa y Momo acababan contrato con Las Palmas. El club ya hab¨ªa deslizado que el primero de ellos, con m¨¢s partidos que nadie, 474, en la historia no ten¨ªa cabida, mientras que los vaivenes con el extremo hac¨ªan presagiar que tambi¨¦n tocada despedida. As¨ª fue. Los dos se fueron por la misma puerta, pero el trato fue bien distinto (arriba, Garc¨ªa despidiendo a Momo cuando este, en el momento de ser cambiado, era ovacionado por la afici¨®n grancanaria el d¨ªa de su adi¨®s).
La afici¨®n se rebelaba, pues Garc¨ªa era y esa toda una referencia. Tanto es as¨ª que, cuando el club tuvo a bien dejar en manos de su masa social el nombre de uno de los campos de la nueva Ciudad Deportiva, el 5 arras¨®. Cuando se inaugur¨® esta, fue tratado como uno m¨¢s, pasando desapercibido en aquel pomposo acto del pasado 8 de julio.
Sin embargo, ambas partes, por un respeto a tanta historia com¨²n, estaban condenadas a entenderse. As¨ª, cuando parec¨ªa que David Garc¨ªa se retiraba, se anunci¨® su fichaje el menos por una temporada por la UD Tamaraceite, entidad de un popular barrio de Las Palmas de Gran Canaria presidida adem¨¢s por H¨¦ctor, el hermano del propio Miguel ?ngel Ram¨ªrez, cuya intermediaci¨®n se publicit¨® decisiva. Este acuerdo recog¨ªa, adem¨¢s, el regreso del central a la UD cuando decidiera colgar las botas y en una ubicaci¨®n todav¨ªa por confirmar. Podr¨ªa ser la de segundo entrenador del filial, aquella que rechaz¨® de plano hace m¨¢s de un a?o porque quer¨ªa seguir jugando.
Mientras, Jer¨®nimo Figueroa Cabrera, ¡®Momo¡¯ (Las Palmas de Gran Canaria, 15/07/2020) no parece concebir la vida sin el f¨²tbol. De tanto que le une al deporte rey, hermanos futbolistas inclusive, pas¨® directamente del c¨¦sped al banquillo. O al menos, a entrenar. Ocurre que, hace justo un a?o, el ¡°se?or Momo¡±, bautizado as¨ª desde la famosa fiesta del ascenso de Las Palmas a Primera Divisi¨®n en 2015, jug¨® su ¨²ltimo partido como futbolista profesional. Acaba contrato con la UD, y todo parec¨ªa indicar que le tocar¨ªa, en contra de su voluntad, retirarse del futbol.
Quer¨ªa seguir en Las Palmas, pero en la era de recortes e ingenio, tremendo agujero econ¨®mico generado tras el frustrado regreso a Primera Divisi¨®n, Momo no ten¨ªa cabida a las ¨®rdenes de Pepe Mel. Al menos, no como futbolista. As¨ª, finalmente lleg¨® a un acuerdo con el club para quedarse en la primera plantilla pero como miembro del cuerpo t¨¦cnico del propio entrenador madrile?o, en cualquier caso el perfecto enlace entre los futbolistas y sus superiores.
No parece haberse despojado de su aura de futbolista, aquella que dej¨® atr¨¢s tras un 0-0 contra la UD Almer¨ªa en el Estadio de Gran Canaria, de donde sali¨® ovacionado por una grada que no olvid¨® sus l¨¢grimas tras el ¡®Cordobazo¡¯. En los rondos sigue cumpliendo como el que m¨¢s, herencia de una pierna zurda rebosante de talento. Momo dej¨® atr¨¢s su etapa como futbolista tras haber jugado en la propia UD, Deportivo, Albacete, Racing, Xerez y Real Betis, donde tambi¨¦n hab¨ªa coincidido con Pepe Mel. En su hoja de servicios figuran 379 partidos y 43 goles.
M¨¢s pronto que tarde, ya despojados de la presi¨®n competitiva, volver¨¢n a coincidir en la Uni¨®n Deportiva Las Palmas. Siempre estar¨¢n condenados a entenderse.