Se cumplen dos a?os del adi¨®s a Legan¨¦s de Garitano y Mantovani
Contra el Betis en Butarque los dos dijeron adi¨®s a cinco a?os de gloria desbocada: de Segunda B a Primera en tres a?os y dos permanencias. Su recuerdo y ejemplo perdura.
Aquella tarde se consum¨® la despedida. Y como toda despedida hist¨®rica, fue de las que juguetea con el tejido espacio-tiempo. Hoy se cumplen dos a?os. Parece haber pasado una eternidad. Llamativo asunto porque en aquel partido contra el Betis cinco a?os se consumieron volando entre homenajes y fanfarrias. Asier Garitano y Mart¨ªn Mantovani dijeron adi¨®s a Legan¨¦s.
Ellos insistieron en sus discursos sobre la pradera pepinera de Butarque que s¨®lo era un 'hasta luego' tras un lustro de ¨¦xitos desbocados. De Segunda B a Primera en tres a?os, m¨¢s dos permanencias en la ¨¦lite y un 'Pepinazo' copero por el camino. Como ganar la Champions cada temporada. Lo incre¨ªble vistiendo de blanquiazul.?
Asier y Mart¨ªn dijeron que siempre estar¨ªan ah¨ª. Que jam¨¢s se alejar¨ªan aunque la distancia terrenal contradijese a la emocional. Que siempre ser¨ªan del Lega. Eso es cierto. Pero en verdad ment¨ªan. Con la perspectiva que otorga el paso de los meses, queda claro que fue un adi¨®s. Rotundo, profundo y doloroso. Ahora tambi¨¦n bordea lo nost¨¢lgico.
Una dupla inesperada
El Legan¨¦s peligra en Primera y aunque mantiene vivas sus opciones de permanencia, resulta f¨¢cil caer en la inercia de que cualquier periodo pret¨¦rito fue mejor. Sobre todo si luciendo el escudo del laurel estaban uno y otro. Garitano. Mantovani. Una combinaci¨®n inesperada que represent¨® lo mejor de ese Lega que ahora se diluye en dudas por su continuidad "entre los mejores", como le gustaba decir a Asier.
Combinaci¨®n inesperada, s¨ª. Porque Mantovani fich¨® de rebote por el Legan¨¦s. Un agente le enga?¨® con un supuesto fichaje por un club de primera rumano. De no haber sido por aquello, jam¨¢s habr¨ªa terminado en la Avenida de los Once Leones. Con Garitano pas¨® algo parecido. Pudo haberse ido al Alav¨¦s con una mejor oferta que la primera que le hicieron los pepineros. Pero ¨¦l hab¨ªa dado su palabra al Lega. Normalidad y sencillez. Es norma sagrada del 'Garitanismo'.
Partido agitado y otra despedida m¨¢s
El caso es que sus personalidades maridaron y acabaron convirti¨¦ndose en los capitanes de un barco que aquella calurosa tarde de mayo tuvo su ¨²ltima traves¨ªa. Sali¨® un partido bonito. Agitado. ?pico. Las se?as de identidad del Legan¨¦s que ambos fraguaron. Con un jugador menos por expulsi¨®n de Diego Rico, los pepineros remontaron y ganaron el duelo por 3-2 con participaci¨®n de todos los actores protagonistas. Casi no sucede as¨ª.
Mantovani no deber¨ªa haber estado en el c¨¦sped. Problemas musculares le mermaban. Pero, s¨ª o s¨ª, ten¨ªa que disputarlo. No hab¨ªa otra. Sali¨® en los ¨²ltimos minutos para defender el asedio del Betis y resisti¨® como pudo. "Pens¨¦ que me romp¨ªa pap¨¢. Estaba tieso", cuenta con frecuencia el de Mar del Plata. En el cambio recibi¨® el brazalete de manos de Serantes. El portero redebut¨® tras a?o y medio sin jugar. No lo sab¨ªa, pero para ¨¦l tambi¨¦n fue su ¨²ltimo partido oficial en Liga con los pepineros. Medio a?o despu¨¦s, sin oportunidades de Pellegrino, hizo las maletas y se fue a Jap¨®n.
Eso sucedi¨® despu¨¦s. Lo de Garitano y Mantovani s¨ª se sab¨ªa. Fue una despedida cantada y llena de tributos, l¨¢grimas y alg¨²n que otro discurso de voz quebrada que hoy forma parte de una hemeroteca parad¨®jica. Cercana en el tiempo, pero lejana en el alma. Su recuerdo a¨²n permanece. En el ejemplo de un club que a¨²n bebe de las ense?anzas y filosof¨ªa que ambos destilaban. Incluso en sus muros. El acceso a la grada de animaci¨®n lo corona un grafiti de Mantovani. Se marcharon, pero siguen en Legan¨¦s. Tan cerca. Tan lejos.