La reconstrucci¨®n de la leyenda ¨²nica del Trinche Carlovich
En la memoria de muchos siempre ser¨¢ el mejor jugador de la historia. Sin apenas registros de su f¨²tbol, su figura resulta un enigma fascinante.
La mitolog¨ªa del ser humano no est¨¢ exenta de manipulaci¨®n. La separaci¨®n entre realidad y ficci¨®n es un ejercicio que en muchas ocasiones resulta ineficaz al pisarse ambos elementos. El h¨¦roe existe y se agranda en nuestros sue?os. La imaginaci¨®n siempre es m¨¢s poderosa que la realidad. El magnetismo que rodea la figura del Trinche Carlovich, tristemente fallecido al ser asaltado en las calles de Rosario, expresa la preeminencia del relato sobre los hechos. Dicen de ¨¦l que es el mejor futbolista de siempre, y as¨ª ser¨¢ recordado por muchos. Un jugador del que apenas quedan registros estad¨ªsticos y recuerdos gr¨¢ficos de su trayectoria, pero al que siempre acompa?¨® un halo? misterioso y brillante que le glorific¨® como el mito que hoy es.
El Trinche no se somet¨ªa a los preceptos convencionales. Era un futbolista movido por la genialidad, abrazado al concepto art¨ªstico del juego y a los c¨®digos de la calle. Su singularidad le llev¨® a completar una carrera en equipos menores, pese a que la excelencia de su f¨²tbol apuntaba a hitos mayores. Los testimonios de Valdano, Menotti o Bielsa remiten a un jugador ¨²nico, deslumbrante y hasta extempor¨¢neo. Su ambici¨®n se limit¨® a ser feliz en el barrio para ser el s¨ªmbolo de un f¨²tbol que ya no existe.