Lezama se llena de mascarillas y guantes en la vuelta al trabajo
El Athletic regres¨® a los entrenamientos 58 d¨ªas despu¨¦s, en tandas de dos en dos. Aduriz abri¨® la sesi¨®n en solitario a las nueve de la ma?ana. Cada jugador tiene su bal¨®n.

Los jugadores del Athletic regresaron a los campos de entrenamiento de Lezama 58 d¨ªas despu¨¦s de salir precipitadamente de all¨ª, su lugar de trabajo, por culpa del coronavirus. Desde el 13 de marzo, solo hab¨ªan pisado las instalaciones una vez, el pasado jueves, para realizar los test. Todos han dado negativo y ten¨ªan pensado empezar las sesiones individualizadas ma?ana lunes, pero, a la luz de esos resultados que daban ya el visto bueno, Garitano decidi¨® adelantar un d¨ªa la faena. El paisaje de Lezama es desconocido, muy distinto del habitual. El campo uno, junto las obras ya muy avanzadas del futuro edificio para el primer equipo, est¨¢ plagado de conos, picas, mu?ecos y peque?os muros para lanzar el bal¨®n y que este vuelva.
Los futbolistas van llegando de manera escalonada, cada uno en su veh¨ªculo particular. Acceden por un aparcamiento distinto del suyo, el subterr¨¢neo al que se accede por detr¨¢s. Tiene un paso m¨¢s directo a los campos. Los aseos de esa zona cuentan con un gel desinfectante para que se lo echen en las manos. Al salir al exterior los futbolistas son desinfectados por un empleado del club. Les toman la temperatura y en el futuro saben que tienen un contenedor para dejar la ropa utilizada en el entrenamiento anterior.
Aduriz abri¨® la primera sesi¨®n en esta nueva era en el Athletic. A las nueve de la ma?ana, sin guantes ni mascarilla, sali¨® al campo con su bal¨®n, como todos. Nadie m¨¢s que ¨¦l lo puede tocar. Lleg¨® vestido y se fue igual, como marca el estricto protocolo. Los t¨¦cnicos y auxiliares se mueven con mascarilla y los futbolistas pueden optar por quit¨¢rsela si lo desean. Muchos leones han saltado al campo con ella y guantes y se han despojado del inc¨®modo protector de boca y nariz para estar m¨¢s c¨®modos. Cada 20 minutos fue aflorando una pareja, que ha hecho trabajo previo en el gimnasio y los pabellones interiores: Kodro y Ra¨²l Garc¨ªa, Balenziaga y Muniain, San Jos¨¦ y De Marcos (aparentemente recuperado tras su larga lesi¨®n)... En el campo dos se afanaban los cuatro porteros, por separado, Unai Sim¨®n, Herrer¨ªn, Ezkieta y un Oleaga de vuelta de su cesi¨®n en Meililla con su preparador, Iru. A todos ellos les esperaban salpicados por los dos terrenos de juego los miembros del cuerpo t¨¦cnico. Con los jugadores de campo, Garitano y su ayudante Ferreira, se mueven por los diferentes circuitos pertrechados con una red en forma de raqueta cuadrangular para devolver en pared el bal¨®n tocado por los jugadores, para no tocarlo.
Cada futbolista tiene un par de botellas de agua marcadas y desinfectadas, una para el comienzo y otra para el final. Se nota en los gestos que el f¨ªsico no est¨¢ como en marzo. Toques hacia un banco tumbado para que vuelva la bola, controles y conducciones en zigzag por los conos forman parte de la primera rutina, con dos jugadores en una mitad del campo. Luego estos pasan a la otra y en una ocasi¨®n llegaron a estar seis sobre el verde, el m¨¢ximo permitido por el protocolo de LaLiga. Miembros de comunicaci¨®n del club, m¨¢s el delegado Sendoa Agirre (coordinador estos d¨ªas y enlace con LaLiga) han acompa?ado este primer d¨ªa de trabajo en Lezama. Habr¨¢ siete jornadas seguidas y hasta el pr¨®ximo domingo no se descansa. "Cada uno su bal¨®n bien desinfectado", gritaba Ferreira, muy activo.
Tras media hora de labor en el campo 1, cada pareja de jugadores se ha bajado al 2, donde les esperaba el preparador f¨ªsico, Iribarren, para supervisar una carrera de 15 minutos separados entre s¨ª. En total, unos 45 minutos de labor en el exterior. El m¨¦dico del primer equipo, Paco Angulo, ha estado a pie de obra en esta primera sesi¨®n, que se ha desarrollado hasta la una y media. El protocolo de entrada se repite en ese adi¨®s: los futbolistas se lavan las manos y el rostro y se llevan su bolsa para el d¨ªa siguiente.