La revoluci¨®n puede esperar
Una temporada m¨¢s, el equipo evitar¨¢ el gran debate sobre el fin de ciclo. El escenario del coronavirus y el fin de mandato electoral ayudan en la coyuntura a Bartomeu.

"No creo que sea necesaria una revoluci¨®n, yo no veo a este equipo agotado". La frase de Quique Seti¨¦n durante una de las m¨²ltiples entrevistas que ha concedido en los ¨²ltimos d¨ªas no ha sido casual. Seti¨¦n bendice y acompa?a el relato del club porque no le queda otra, as¨ª que su discurso est¨¢ hecho con conocimiento de causa. Una temporada m¨¢s, el Bar?a va a evitar el gran debate sobre el fin de ciclo que se empez¨® a insinuar despu¨¦s de la derrota en Roma y parec¨ªa inevitable despu¨¦s del descalabro de Liverpool y la derrota de la final de Copa contra el Valencia en el Benito Villamar¨ªn. La temporada pasada, el club encontr¨® excusa en el tsunami de mayo. Cuando empez¨® el mes, el Bar?a ol¨ªa al tercer triplete de su historia. Campe¨®n de Liga como era ya, en la final de Copa, y con un 3-0 de renta antes de viajar a Anfield, ol¨ªa a r¨²a con los tres t¨ªtulos en el frontal del autob¨²s. Y con De Jong fichado y Griezmann en camino, s¨®lo hac¨ªa falta terminar de retocar el plantel. Los desastres de Anfield y Sevilla, pues, dejaron al Bar?a sin margen de maniobra, pero se dej¨® caer que el cambio generacional para la temporada 2020-21.
Pero eso no pasar¨¢. El Bar?a mantendr¨¢ la pr¨®xima temporada, empiece cuando empiece, la columna vertebral de los ¨²ltimos a?os. Salvo sorpresa, el pr¨®ximo curso seguir¨¢n en el once inicial Ter Stegen, Piqu¨¦, Alba, Busquets, Messi y puede que Luis Su¨¢rez. Los cinco ¨²ltimos, con m¨¢s de 30 a?os. Sin embargo, el Bar?a vuelve a tener coartada. La primera, de su propio presidente. Bartomeu no quiere m¨¢s disturbios en el vestuario y est¨¢ decidido a acabar este viaje con los que no han dejado de ser sus jugadores.Triplete en 2015, doblete en 2016 (m¨¢s el Mundial de Clubes), Copa en 2017, doblete en 2018 y Liga en 2019, el Bar?a no ha dejado de ganar t¨ªtulos durante este mandato del presidente. Por qu¨¦, pues, no acabar con los jugadores que le dieron gloria y en el fondo le han ayudado a terminar su mandato. La vieja guardia y, luego, sus fichajes. Umtiti, a quien renov¨® a precio de oro; y Griezmann o De Jong, sus ¨²ltimos ojitos derechos.
Bartomeu, sin embargo, s¨ª admite un error garrafal en las inversiones de Demb¨¦l¨¦ y Coutinho. No se perdona, y no se cansa de repetirlo off the record, haber derrochado tan rid¨ªculamente el dinero de la fuga de Neymar. Bartomeu termina su mandato en junio de 2021. Considera que ese es un buen momento para que su sucesor elija qu¨¦ rumbo quiere para el Bar?a y, si as¨ª lo decide, afrontar el relevo dr¨¢stico en el vestuario y el nuevo ciclo.
Hay un segundo motivo suficientemente potente como para aplazar un a?o m¨¢s la revoluci¨®n. La crisis sanitaria ha dejado al al Bar?a paralizado y en el club se da por hecho de que el coronavirus le va a dar un buen mordisco econ¨®mico. Mal momento, pues, para darle la vuelta como un calcet¨ªn a la plantilla. De ah¨ª la idea de Seti¨¦n de hacer s¨®lo retoques. La prioridad es fichar un central derecho y un delantero, pero ninguna de las dos operaciones est¨¢ clara. Perdida la batalla por De Ligt el a?o pasado, no hay ning¨²n nombre de gran jerarqu¨ªa para imaginarlo como sucesor de Piqu¨¦, que cuando est¨¢ a su mejor nivel sigue siendo el mejor centra? del mundo. Y en la delantera, el elegido es Lautaro, pero a Su¨¢rez le queda un a?o de contrato y la posibilidad de reunir al tridente en su ¨²ltimo a?o motiva mucho a Bartomeu. Cerrar el c¨ªrculo con la MSN, el tridente que le dio el triplete, no deja de ser un bello sue?o. El resto de retoques en la plantilla (lateral derecho, centrocampistas) tendr¨¢ que ver con los trueques, as¨ª quela estructura, a grandes rasgos, seguir¨¢ siendo la misma. Reforma, s¨ª, y a lomos de Messi. Revoluci¨®n, no.