La final vasca de Copa que pudo ser
Este s¨¢bado se hubiera disputado en Sevilla la final de Copa entre Athletic y Real en carreras muy diferentes. Sin fecha concreta, nada parece escrito y todo ser¨¢ diferente.
La final de Copa que pudo ser y, evidentemente, no lo es, este s¨¢bado 18 en La Cartuja de Sevilla. Escenario m¨¢gico y aficiones que abarrotar¨ªan la capital hispalense, con 25 grados de m¨¢xima y 14 de m¨ªnima por la noche, nubes y claros. Habr¨¢ que esperar al mes de oto?o o m¨¢s adelante ante una tesitura singular..
Las circunstancias, por tanto, diferir¨¢n mucho de las que hoy se encontrar¨ªan Athletic y Real Sociedad, que alcanzaron la final sorteando contrarios, compagin¨¢ndolo con la Liga envueltos con trayectorias diferentes. La seguridad defensiva de los leones, que hab¨ªan recobrado el pulso a la competici¨®n con dos victorias ante Villarreal y Valladolid antes del abrupto par¨®n y con el salvoconducto en Granada en una ¨²ltima semana de ensue?o ante el talento juvenil de la Real, la revelaci¨®n del campeonato dom¨¦stico, por momentos un rodillo bien engrasado por el pizpireto Imanol Alguacil, en puestos de Champions, y con mucho desparpajo. A¨²n as¨ª, las apuestas estaban divididas, los hombres de Garitano ten¨ªan m¨¢s vidas que un gato. La pregunta nunca se responder¨¢ sobre a cu¨¢l de ambos equipos le ha venido mejor este par¨®n que se ha llevado por delante, hasta nueva orden, uno de los acontecimientos del a?o. Una cita casi irrepetible para los dos clubes en medio de la dictadura Bar?a-Real Madrid.
La final de Yuri Berchiche, con sus goles definitivos, sobre todo el marcado en Los C¨¢rmenes sobre la bocina, y de Isak, el hombre de moda, que bati¨® al Real Madrid (1-4), que ahora le pretende, y que en Liga ante el Athletic se destapara volviendo loca a la zaga rojiblanca con su juego de baile de sal¨®n. El ariete sueco es el pichichi del Torneo con 7 tantos y nadie, salvo una final muy certera de dos leones, le va a arrebatar ese privilegio. De hecho, Williams y Berchiche, acumulan 4 por barba. Una Real que llegaba a la cita del derbi vasco copero encadenando siete partidos ganados, sin pr¨®rrogas ni tandas de penaltis, con una tarjeta de visita de 24 goles a favor y solo cinco en contra. Y en Liga, sumergido en la zona aristocr¨¢tica, sin complejos. Pero el Athletic, aunque a trancas y barrancas, sacando fuerzas de flaqueza, raza y competitividad a quintales, fue driblando rivales, incluido el Bar?a, con Unai Sim¨®n como pesadilla de Messi y Williams anotando un gol que significaba poder aspirar a la gloria en un Torneo del KO muy arraigado en Bilbao, donde hist¨®ricamente hab¨ªan caminado en paralelo con los azulgranas sumando trofeos en sus vitrinas. Sestao, Elche, Tenerife y Granada se quedaron en la cuneta. La Liga no terminaba de allanarse salvo por un ¨²ltimo arre¨®n que presagiaba un diente de sierra positivo, con el Atl¨¦tico a tiro.
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| Pr¨®ximos partidos |
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El escenario, ahora, es muy diferente. Ambos equipos, sin un horizonte certero para esta final y ni tan siquiera para terminar la Liga en condiciones, parten de 0, nunca mejor dicho. Confinamiento, recuperaci¨®n de efectivos, De Marcos y Villalibre por parte rojiblanca e Illarra por parte donostiarra, seguramente en un contexto extra?o y con unas alineaciones en otra puesta a punto, aunque se supone que con los mismos actores. No parece que se pueda disputar en agosto y ser¨¢ en oto?o, o incluso en enero, o febrero del 2021, para que el p¨²blico pueda acudir a una cita hist¨®rica, con mucha carga simb¨®lica entre los dos equipos vascos con m¨¢s empaque, siempre rivales, pero no encarnizados. La vida sigue y la Copa, aunque aparcada, tambi¨¦n. Las apuestas siguen equilibradas.